Aura: una historia realista y mágica

Aura: una historia realista y mágica

Aura es una novela, digna representante del realismo mágico. Con un ambiente completamente misterioso y siniestro, la novela del autor Carlos Fuentes nos relata una historia más allá de los límites de la imaginación y con una narración fuera de lo común, que te transportará a un nuevo mundo. Fuentes narra la historia como si tú fueras el protagonista y vivieras los hechos ocurridos durante la trama, envolviéndote en la narración. Pero, ¿por qué se considera una novela de realismo mágico?

Situada en 1961, en la Ciudad de México, Aura nos cuenta el relato de un joven historiador de nombre Felipe Montero, quien encuentra una oportunidad de trabajo en un anuncio que encontró. “Se solicita historiador joven. Ordenado. Escrupuloso. Conocedor de la lengua francesa. Conocimiento perfecto, coloquial. Capaz de desempeñar labores de secretario. Juventud, conocimiento del francés, preferible si ha vivido en Francia algún tiempo. Tres mil pesos mensuales, comida y recámara cómoda, asoleada, apropiada estudio” (Fuentes, 2003: p.1).  Felipe conoce a Consuelo y a su sobrina, Aura, enamorándose de esta última, de quien sus ojos verdes resaltan. Se pide a Felipe ordenar y terminar de redactar las memorias del difunto esposo de Consuelo.

Con el paso de los días, el protagonista se percata de algunos extraños sucesos dentro de la casa como: el fuerte olor a humedad; plantas putrefactas por todas partes; un hogar siempre oscuro y solamente iluminada por veladoras; la extraña manera en la que Aura y Consuelo se mueven siempre de la misma manera como si una dependiera de la otra; además de los gatos y el jardín, producto de su imaginación (según la señora Consuelo). Lo más raro de todo fue sin duda el final, ya que el gran deseo sexual que tenía Felipe hacia Aura hizo que cayera en el plan de Consuelo de reencarnar a su marido Llorente por medio de él mismo. “Volverá, Felipe, la traeremos juntos. Deja que recupere fuerzas y la haré regresar…” (Fuentes, 2003: p.61). Se entiende que Consuelo necesita recuperar energía, absorbiéndolas de Montero cuando tenga relaciones con él.  

Aura tiene una fuerte simbología que hace aún más interesante la novela. Por ejemplo: el conejo (llamada Saga, nombre que suele usarse para la magia negra y brujería) representa la libertad y renacimiento de Consuela “… ¿La coneja? Saga. Sabia. Sigue sus instintos. Es natural y libre” (Fuentes, 2003: p.38); los gatos son emblemáticos por ser los compañeros de las brujas y almacenamiento de emociones; el color verde representa la vida y el chacra del corazón; entre otras más.

Como pudiste constatar, Aura es una novela que toca los temas mágicos, pero la historia se desarrolla en un lugar real y con un personaje protagónico común y corriente; incluso Fuentes nos narra la historia siendo nosotros los protagonistas, haciéndonos pensar que incluso nosotros hubiéramos podido caer dentro de este mal.
“… Los dioses son como los hombres: nacen y mueren sobre el pecho de una mujer…” (Michelet, Jules)

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