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COMENTARIO DE TEXTO: La Celestina de Fernando de Rojas


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  6.241 Palabras (25 Páginas)  •  1.989 Visitas

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COMENTARIO DE TEXTO: La Celestina de Fernando de Rojas

Texto 1

ACTO I, ESCENA 2ª y 3ª

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CALISTO: ¡Sempronio, Sempronio, Sempronio! ¿Dónde está este maldito?

SEMPRONIO: Aquí estoy, señor, curando[1] destos caballos.

[…]

CALISTO: ¡Assí los diablos te ganen! ¡Assí por infortunio arrebatado perezcas, o perpetuo intolerable tormento consigas, el cual en grado incomparablemente a la penosa y desastrada muerte, que espero, traspassa!. ¡Anda, anda, malvado, abre la cámara y endereça la cama!

SEMPRONIO: Señor, luego hecho es.

CALISTO: Cierra la ventana y dexa la tiniebla acompañar al triste y al desdichado la ceguedad. Mis pensamientos tristes no son dignos de luz. ¡Oh bienaventurada muerte aquella que, deseada, a los afligidos viene! ¡Oh si viniésedes agora, Erasístrato[2], médico, sentirías mi mal! ¡Oh piedad de Seleuco[3], inspira en el plebérico corazón[4], por que sin esperança de salud no envíe el espíritu perdido con el desastrado Píramo y de la desdichada Tisbe[5]!

SEMPRONIO: ¿Qué cosa es?

CALISTO: ¡Vete de ahí! No me hables: si no, quiçá ante del tiempo de mi rabiosa muerte, mis manos causarán tu arrebatado fin.

SEMPRONIO: Iré, pues solo quieres padecer tu mal.

CALISTO: ¡Ve con el diablo!

[…]

CALISTO: ¡Sempronio!

SEMPRONIO: ¿Señor?

CALISTO: Dame acá el laúd.

SEMPRONIO: Señor, vesle aquí.

CALISTO: ¿Cuál dolor puede ser tal

                  que se iguale con mi mal?

SEMPRONIO: Destemplado está esse laúd.

CALISTO: ¿Cómo templará el destemplado? ¿Cómo sentirá el armonía  aquel que consigo está tan discorde; aquel en quien la voluntad a la razón no obedece; quien tiene dentro del pecho aguijones, paz, guerra, tregua, amor, enemistad, injurias, pecados, sospechas, todo a una causa? Pero tañe, y canta la más triste canción que sepas.

SEMPRONIO:  Mira Nero de Tarpeia

                       a Roma cómo se ardía:

                       gritos dan niños y viejos

                       y él de nada se dolía.[6]

CALISTO: Mayor es mi fuego, y menor la piedad de quien yo agora digo.

SEMPRONIO: (Aparte) ¡No me engaño yo, que loco está este mi amo!

CALISTO: ¿Qué estás murmurando, Sempronio?

SEMPRONIO: No digo nada.

CALISTO: Di lo que dices, no temas.

SEMPRONIO: Digo que ¿cómo puede ser mayor el fuego que atormenta un vivo, que el que quemó tal ciudad y tanta multitud de gente?

CALISTO: ¿Cómo? Yo te lo diré. Mayor es la llama que dura ochenta años que la que en un día pasa, y mayor la que mata un ánima que la que quemó cien mil cuerpos. Como de la apariencia a la experiencia, como de lo vivo a lo pintado, como de la sombra a lo real, tanta diferencia hay del fuego, que dices, al que me quema. Por cierto, si el del purgatorio es tal, más querría que mi espíritu fuese con los de los brutos animales, que por miedo de aquél ir a la gloria de los santos.

MODELO DE COMENTARIO

El texto que se comenta pertenece al acto I de La Celestina. La primera edición de la obra conservada está fechada en el año 1499, pero no es hasta el 1500 cuando aparece bajo el título de Comedia de Calisto y Melibea; más tarde, en 1502 aparecerán nuevas ediciones que incluirán cambios significativos, como la modificación del título a Tragicomedia de Calisto y Melibea o la ampliación de cinco actos (tratado de Centurio), entre otros. La autoría de la obra se atribuye a Fernando de Rojas, cuyo nombre se descubre en las octavas acrósticas iniciales, gracias a las indicaciones que da al final de la obra el corrector Alonso de Proaza. No obstante, el propio Rojas indica en la carta “El autor a un su amigo”, en los preliminares de la obra, que el contenido del primer acto pertenece a un autor anónimo, cuyo manuscrito él encontró y decidió continuar por parecerle de interés el argumento; de este modo se declara la doble autoría del texto.

La obra explica la relación amorosa, de trágico desenlace, entre los jóvenes ricos Calisto y Melibea, y la intermediación de la alcahueta Celestina, que cuenta con la ayuda de los criados y prostitutas. Este fragmento se sitúa en la escena segunda del acto I: Calisto, tras ser rechazado por Melibea, regresa a su casa, donde, profundamente afligido, comenta con su criado Sempronio su mal de amores en un tono grandilocuente y lastimero. Este primer acto (escrito según Rojas por el anónimo autor), supone dentro de la estructura de la obra el planteamiento de la trama: se presenta la acción principal y a sus protagonistas y personajes clave.

El fragmento desarrolla uno de los temas principales de la obra: la locura de amor, que se muestra a través de Calisto, preso de una pasión amorosa incontrolable que ciega su razón. Esta enfermedad amorosa se exterioriza en un desequilibrio anímico y un comportamiento violento. Calisto expresa de forma grandilocuente el dolor causado por el rechazo amoroso de Melibea; su desmesura lo convierten en una parodia del amante cortés, incapaz de seguir el código amoroso que le obliga a guardar secreto y discreción. Tomando como referente el ridículo comportamiento del joven, fruto de su arrebatamiento emocional, el fragmento se estructura de la siguiente manera:

  1. Líneas 1-15: Calisto se muestra irritable y áspero; desahoga su malhumor profiriendo maldiciones. En esta escena, Calisto maldice a su criado y desea su propia muerte. La actitud de Calisto, refugiándose en la oscuridad y metiéndose en la cama es un síntoma claro de su melancolía y enfermedad de amor. El deseo de la muerte era una aspiración tópica del amante cortés, tras haberle negado la dama el galardón y servicio que pedía. La llamada a la muerte de Calisto y la amenaza a Sempronio constituyen una ironía dramática, ya que son una premonición de la suerte que  van a correr ambos al final de la obra: “la penosa y desastrada muerte que espero”. La alusión a la fábula de Píramo y Tisbe sirve para ilustrar la actitud suicida de Calisto y, además, apunta, en otra clara ironía dramática, el desenlace de la obra (la muerte de los amantes).

  1. Segundo (líneas 16-41): Calisto expresa de forma exagerada sus lamentos y dolor de enamorado no correspondido. Pide el laúd a su criado y la música sale desafinada, como símbolo de la falta de armonía que causa en su comportamiento el desamor. La canción de Sempronio habla sobre el incendio perpetrado por Nerón en Roma, Calisto lo identifica hiperbólicamente con el fuego amoroso que le abrasa y, en una intensificación blasfema de su locura, también lo compara con el fuego del purgatorio y anuncia que estaría dispuesto a renunciar a la salvación con tal de no sentir semejante dolor. El estado irracional en que el desamor lo ha sumido muestra a un mal amante de comportamiento ridículo y censurable.

Más allá de la parodia del amante cortés, Calisto como personaje es uno de los representantes de la nueva burguesía urbana de finales del siglo XV, que goza de una posición social privilegiada y de una vida ociosa cuyo único objetivo es complacer sus deseos de amor y gozo. El otro personaje del fragmento, Sempronio, se inspira en el servus fallax o falso siervo de la comedia latina; aunque el texto no da demasiada muestra de ello, Sempronio es un criado mentiroso, desleal, cobarde y traidor que tratará de aprovecharse del estado emocional de su amo asociándose con Celestina; la codicia será su perdición y le llevará a la muerte tras asesinar a la alcahueta. Al final del fragmento, se aprecia en el uso del aparte la falsedad de Sempronio en el desprecio oculto hacia su amo: “¡No me engaño yo, que loco está este mi amo!”. Estas demostraciones de hipocresía irán progresivamente mostrando la verdadera cara de Sempronio y su profundo resentimiento social hacia Calisto que aborda otro de los temas de la obra: las tensiones sociales entre los personajes. La Celestina retrata a unos individuos representativos de la sociedad estamental en crisis de finales del siglo XV que, movidos por el egoísmo, basan sus relaciones en el materialismo y el interés. La relación amo-criado ha cambiado, ya no se basa en la fidelidad, es puramente económica: Sempronio reniega de su condición de criado y busca la manera de mejorar su posición social aprovechando las oportunidades que se le plantean; el enamoramiento de su amo le permite introducir a Celestina en la casa y sacar provecho económico de la situación.

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