El duende

                                                 EL DUENDE

Había una vez en un pueblito pequeño y humilde un niño llamado José,                                                                él era un niño muy alegre a quien le gustaban los animales. José vivía con su padre y madre quienes trabajaban en el campo.

Cierto día mientras él y su madre pastaban sus ovejas, su padre, quien estaba trabajando en el campo encontró un pequeño cofre enterrado, y con mucha curiosidad lo abrió, así encontrando un pequeño muñeco,  lo llevo a su casa como un regalo para José.

Al atardecer, ya en casa, el papá se lo entrego a José y quiso jugar con él, pero sus padres no lo permitieron porque era muy tarde, cuando todos se acostaron José no podía dormir porque quería jugar con el muñeco, luego de haber jugado muchas horas José quiso dormir, así que se acostó, mientras trataba de dormir escuchó un ruido muy extraño, se levantó y vio que el muñeco se movía y saltaba de un lugar a otro.

José se emocionó al saber que su muñeco se movía y quiso jugar con él pero el muñeco salto hacia fuera de la casa, tomo una linterna y le persiguió hasta llegar a una casita que nunca había visto, José al darse cuenta de que se encontraba fuera de casa  trató de buscar el camino pero no lo encontró, dándose cuenta de que se había perdido.

 Entonces muy triste y de mucho frio se sentó bajo un tronco seco llorando desconsoladamente, hasta que se durmió profundamente. Luego de varias horas los padres de José se dieron cuenta de que su hijo no estaba en casa y comenzaron a buscarlo, sin poder hallarlo.

Ya al amanecer José despertó y trató de hallar algún camino que le llevase a casa pero no pudo hallar ninguno, porque el espesor de la selva no se lo permitía,  entonces gritó con todas sus fuerzas para que alguien lo escuchara, y de entre las hierbas apareció un viejo hombre que había escuchado su llamado.

José le contó todo lo que le había sucedido y el hombre le dijo que el muñeco era un duendecillo a quien el padre de José había liberado casualmente, y que muchos años atrás él lo había encerrado, porque engañó a su hijo a quien lo había desaparecido, ahora tenía que atraparlo y encerrarlo nuevamente y por eso José tenía que ayudarlo.

Entonces el hombre y José se encaminaron hacia un pueblo que quedaba cerca, en el camino José trató de recordar el camino por donde el duende le trajo y la extraña casita, pero no recordaba nada, luego de muchas horas caminando en el bosque José se dio cuenta que el  lugar por donde pasaba le parecía un poco familiar y comenzó a recordar el camino a casa, pero tenía que ayudar a ese pobre hombre que había perdido a su hijo por culpa del duende y además le había salvado la vida.

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