Ensayo Utopà En America

Ensayo sobre la Utopía en América

La Utopía en América de Pedro Enríquez Ureña es un texto literario cuyo hablante discursivo utiliza con precisión la idea central de la utilización de hechos históricos para la definición de un presente que genere progreso, por esta razón, el autor comienza resaltando la importancia de México como potencia política y cultural latinoamericana. De manera que empieza con la exaltación de los niveles cultural y político mexicanos. Empero, la voz discursiva nos indica que para entender el nivel político debemos tener presente el nivel cultural, que desde una perspectiva literaria se basa instrumentalmente en el nacionalismo.

No obstante, es de vital importancia la perspectiva nacionalista no debe buscarse dentro de la propia realidad conceptual que engloba, sino que atiende a tres tipos de nacionalismo: 1) el político, que justifica la moral y atiende la necesidad de defender al pueblo ante la mano autoritaria y opresora; 2) el espiritual, dentro del cual se destacan las cualidades de cada pueblo según el pensamiento y las artes; y por último, 3) el de jícaras y poemas, que significa la manifestación de la identidad cultural mexicana, que se define a partir la aparición del primer Congreso Nacional de Estudiantes.

Para concluir con el nacionalismo mexicano, se hace un reconocimiento breve de la identidad cultural de este país, con el aporte del investigador y pintor Adolfo Best quién impone un nuevo sistema de dibujo. Al mismo tiempo, lo más importante es que este nuevo sistema de arte fue aplicado a la enseñanza infantil. Tal y como se muestra en el siguiente ejemplo:

“El ideal nacionalista invade ahora, en México, todos los campos. Citaré el ejemplo más claro: la enseñanza del dibujo se ha convertido en cosa puramente mexicana. En vez de la mecánica copia de modelos triviales, Adolfo Best, pintor e investigador —"penetrante y sutil como una espada"—, ha creado y difundido su novísimo sistema, que consiste en dar al niño, cuando comienza a dibujar, solamente los siete elementos lineales de las artes mexicanas, indígenas y populares (la línea recta, la quebrada, el círculo, el semicírculo, la ondulosa, la ese, la espiral) y decirle que los emplee a la manera mexicana, es decir, según reglas derivadas también de las artes de México: así, no cruzar nunca dos líneas sino cuando la cosa representada requiera de modo inevitable el cruce ” (Ureña 5) .

Anteriormente, se explica lo referente la identidad cultural y política de México, pero, si la obra de Enríquez se titula Utopía de América, ¿Por qué razón no se habla de una utopía mexicana en lugar de americana?; la respuesta a esta interrogante se expondrá en los párrafos siguientes. Por ahora, se hará referencia a la utopía americana de Enríquez, el cual denuncia los errores de los antepasados y unifica el continente americano como nación. Tal y como se ejemplifica en la cita:

“La unidad de su historia, la unidad de propósito en la vida política y en la intelectual, hacen de nuestra América una entidad, una magna patria, una agrupación de pueblos destinados a unirse cada día más y más. Si conserváramos aquella infantil audacia con que nuestros antepasados llamaban Atenas a cualquier ciudad de América, no vacilaría yo en compararnos con los pueblos, políticamente disgregados pero espiritualmente unidos, de la Grecia clásica y la Italia del Renacimiento. Pero sí me atreveré a compararnos con ellos para que aprendamos, de su ejemplo, que la desunión es el desastre” (Ureña 5).

Por lo tanto, se presenta la agrupación de América como nación lo que conlleva a la unificación de los sistemas políticos e intelectuales, esto a su vez, es de gran importancia para la voz discursiva puesto que es elemental para comprender la razón de ser de la utopía americana; para describirla con precisión es necesario tener presente la frase histórica que se conserva en el presente: «los errores de nuestro pasado nos ayudan a progresar en el presente». Como lo muestra el siguiente ejemplo:

“El liberalismo y el nacionalismo son las ideologías que vertebran las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales a lo largo del siglo XIX, desde la caída del Antiguo Régimen y la instauración de los regímenes parlamentarios en América del Norte y Europa Occidental, hasta el triunfo de la industrialización y el capitalismo, así como la configuración de nuevos Estados” (Fernández).

Otro aspecto importante, que define la utopía americana es la economía como fuente definitoria del progreso, es de este modo, que la utopía misma promueve una consolidación de Europa como el gran conquistador de las colonias latinoamericanas, lo que conlleva al reconocimiento del aporte del legado cultural y espiritual de América, al resto de las naciones del mundo. Como perfectamente se ejemplifica con la siguiente cita textual: «Mestizaje quiere decir la unión de varias razas. Y fueron los europeos quienes introdujeron

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