La Celestina

La Celestina

Demian Ulises García Rangel

Una sociedad caótica y un sistema político-religioso en decadencia contextualizan la obra de Fernando de Rojas. La España del siglo XVI estaba envuelta en sucesos trascedentes como el descubrimiento de América, el destierro de los judíos en esas tierras y la aparición de una de las obras más polémicas de la transición que protagonizó la edad media y el renacimiento, (pues recordemos que la obra de Rojas está en un punto medio de las dos grandes etapas históricas). “La tragicomedia de Calisto y Melibea, o “La Celestina” como tiempo después se le denominó tras el rapto que Fernando de Rojas hizo de la obra. Es un texto literario que ensimismó una pauta para el nacimiento de la novela y el teatro. El humanismo también encaja con la diégesis del texto, pues dentro de la piscología de los personajes encontramos rasgos de esta corriente filosófica que nació en aquellas épocas tras el descontento general y derroche Medievo.

La celestina se puede leer en muchas paralelas; empezando con el estudio tan rico que nos presenta la estructura del texto y el análisis de los personajes tan bastos y peculiares, ya que cada uno tiene una identidad propia; un objeto literario de vida dentro del texto. El presente ensayo se enfocará precisamente en ese estudio psicológico de los personajes principales.

Los personajes en la tragicomedia son humanizados miméticamente. Se extraen de un mundo real para arroparse en uno ficcional, o sustancialmente dicho, un mundo que puede ser posible. El universo literario, se compone de paradigmas ficticios, discursivos y dimensiones actanciales que le dan vida a la narrativa. También cabe rescatar que los personajes al ser humanizados se focalizan en un espacio feudal lleno de locus amoneus que embellecen la prosa al paso de la lectura. Este último punto es importante, ya que el huerto donde se dramatiza la primera escena es un de las partes más especiales de la obra- a mí consideración -, se supone que es el primer suceso de la historia donde se poetiza a la naturaleza en una obra literaria española.

La individualidad e identidad de un personaje, sugerido por Luz Aurora Pimentel, trata sobre la importancia del nombre en dicho actor. 1“El nombre es el centro de imantación semántica de todos los atributos, el referente de todos sus actos, y el principio de identidad que permite reconocerlo a través de todas sus transformaciones”. Se habla del personaje referencial, como aquel que ha sido codificado por la tradición literaria y social. La elección de un personaje por cualquier autor enmarca un análisis arbitrario que uno como lector debe de tener. Muchas veces los escritores juegan con los nombres o personajes históricos para retomarlos en sus obras, ya sea en forma de homenaje o parodia. Empecemos por el análisis hacía la protagonista de la obra, la catalizadora de los enredos y a quien dicha tragicomedia lleva por título.

Rojas se inspira en un personaje ya usado por Juan Ruiz a lo largo de la edad media: “la alcahueta”. Esa trotaconventos inventada por el Arcipreste de Hita en su obra “El libro del buen amor”. La trotaconventos es una mujer muy astuta que la mayoría del tiempo lo dedica a arreglar asuntos amorosos. El arcipreste de Hita y Don Melón (personajes principales de la obra) recurren a los servicios de aquella mujer para que les den recomendaciones en sus vidas amorosas.

La celestina abarca un uso estereotipado por

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