La Escritura Como Redaccion

UNIVERSIDAD SAGRADO CORAZÓN

ESP 106-68

Tema: Redacción experiencia con la escritura

Profesora: Matanzo, Gloria.

Estudiante: Cabrera, Yulienny.

Enero/2014

Me es difícil recordar con exactitud cuándo comencé a escribir sobre mí, o de algo en especial, pero ya antes de entrar a la escuela hacia mis intentos. Entre cemento, madera (construían mi casa), había escombros, piedras de todo tipo tiradas en el suelo, pero la preferida para mi propósito de escritura era la blanca y filosa conocida comúnmente como lajas. Con ella conseguía rasgos finos, pero debía apretar fuertemente mis manos para dejar plasmado en cada muro del patio, un garabato, o un feo muñeco sin cabeza ni pies que solo yo podía entender. Creo, fue esa la primera experiencia que tuve con la escritura.

Cuando inicie en la escuela descubrí que la escritura tenía su historia, en sus inicios las primeras formas de escrituras eran logográficas en naturaleza, basados en elementos pictográficos e ideográficos, a los cuales se le atribuyeron sonidos en el constante afán del ser humano por comunicarse desde épocas primitivas. Fue entonces cuando comprendí, luego de escuchar a la maestra que existía homología en este proceso macro-evolutivo de transiciones pequeñas, mis antiguos garabatos con mi actual lectura y caligrafía. Recibí muchas críticas por parte de mi padre, el cual se empeñaba que mis escrituras fueran casi perfectas, repetía por horas disímiles palabras impuestas de tareas en la escuela en un papel amarillo y a veces con escasa luz, pero siempre con la preocupación de que a la mañana siguiente mi trabajo seria evaluado por uno de los jueces más temidos, mi papá. En esta etapa realicé autobiografías, poemas, composiciones, hasta que decidí que escribiría algo sobre mí, redactar interpretaciones, o escribir en un diario propio donde de alguna forma quedara plasmando la persona que yo deseaba ser en un futuro no muy lejano.

Cierta ocasión enferme ,y estando junto a los doctores pude apreciar que en un pequeño papel reflejó pocas letras casi ilegibles pero consiguió curarme, a partir de ese momento descubrí que aquellos escritores que vestían batas blancas y en su cuello colgaban largas mangueritas que servían para detectar los más ínfimos sonidos, sembraron en mi persona la inclinación hacia la medicina que desde esa época tengo. Al final la experiencia en la escritura me reafirmó que fue un largo proceso de aprendizaje, investigación, desarrollo en el cual pude convencerme que mi manera

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