“La tregua” – Mario Benedetti

“La tregua” – Mario Benedetti

La historia nos muestra la historia de Martín Santomé a través de su diario al cual recurre para anotar los acontecimientos más relevantes de su día a día en espera de su pronta jubilación. Este inicia el 11 de febrero en Montevideo. Es un hombre de casi 50 años de edad, viudo y padre de 3 hijos –de nombres Esteban, Blanca y Jaime- bastante creciditos con los que lleva relaciones algo conflictivas al no poder entablar comunicaciones muy fluidas y con quienes suele tener un contraste de ideas que los conduce a discutir a menudo. Esto puede deberse a que es monótono, aburrido y se pasa la mayor parte del tiempo centrado en el trabajo.

Es entonces que un día se integran a la oficina 7 empleados nuevos, de los cuales 3 eran mujeres y 4 eran hombres. Así a 3 de ellos los consigna bajo su mando, siendo Laura Avellaneda, Rodolfo Sierra y Alfredo Santini los afortunados. De inicio los fue probando y los fue conociendo más por la fuerza que por propia voluntad, sin embargo fue notando que la joven Avellaneda era quien más rápido comprendía lo que él le explicaba y que a pesar de no realizar el trabajo de una manera autómata todavía a comparación con la que él había desarrollado a lo largo de sus años de trabajo, avanzaba deprisa en sus deberes. Asimismo, el protagonista nos va narrando sus preocupaciones más profundas como lo son de principio el qué hará con su tiempo de ocio, puesto que ya está acostumbrado a realizar un trabajo en determinado horario y en determinados días, ahora no se resuelve la duda que le aqueja sobre cuál opción le sería más viable para pasarse trabajando, descansando o disfrutando el resto de su vida o por lo menos hasta el domingo idílico que siempre mencionaba como día preciso para efectuar un suicidio, ya que lo consideraba el día ideal para hacerlo. Otra cosa que nos menciona, es a Isabel, su exmujer, a quien intenta recordar en una imagen mental pero que sin embargo no puede concebir a menos de que la vea en fotos o si otras personas se la mencionan a como ellos la recuerdan, dando a entender el vacío que siente en su vida y la falta de emoción que el amor de ella le proporcionaba no volverán y se quedará solo y desdichado.

Algo que ocurre además en la historia es que se reencuentra con Mario Vignale y con Aníbal, viejos amigos suyos de la zona en donde creció y esporádicamente relata sus reuniones y pláticas, aunque con el primero no se siente muy gustoso de charlar y con el segundo nota que la personalidad energética y jovial que él recordaba en su amigo, ya ha desaparecido.

Conforme pasan los días, va notando que lo mencionado hace poco puede no ser del todo la verdad o lo que realmente le espera en cuanto a su soledad –o en este caso, una compañía-, pues se fija más y más en Laura, de quien rehúye un poco al darse cuenta que lo que hace o dice la llega a incomodar levemente, sin embargo, algo en él despierta su curiosidad y se aventura a descubrirlo poniendo más atención en los atributos actitudinales y físicos de la joven chica, llegando a la conclusión que, mientras más lo pensaba, se iba enamorando de ella. Debido a esto, comienza a insinuarse sutilmente hacia a ella y provoca un encuentro “casual” para poder platicar y conocerla mejor a lo cual la chica tímidamente va dando permiso y oportunidad de ocurrir lo que va surgiendo entre ellos. Es hasta que, de sorpresa, ella llega a verlo en el lugar donde se habían ‘encontrado’ con anterioridad y nuestro protagonista decide decirle con formalidad y respeto, lo que siente por ella pues ya no está en condiciones de andarse con vueltas largas hacia algo que decide dejar en claro una vez comienzan a dialogar: él siente que se ha enamorado de ella; el momento transcurre hasta que ella le responde que ya lo sabía y que si se lo permitía, le tomaría un tiempo para pensarlo bien y decidir lo que creyese más conveniente. Es como se da el romance entre ellos, que evoluciona desde lo más inocente conocido como un amor adolescente, donde conocen sus miedos y sus fortalezas, hasta un punto más maduro y formal en el que ambos saben por qué han elegido permanecer uno al lado del otro a pesar de las adversidades, inseguridades y personalidades, y el cómo han logrado completar su existencia mutuamente con su presencia y enfoque a futuro. El tema que aquí ocupa entonces, apunta al matrimonio, ya que mientras Martín le rehúye con la excusa de la edad que realmente se traduce al miedo de que ella decida dejarlo por alguien más joven, ella en principio imaginaba un matrimonio pero al paso del tiempo no le dio más relevancia al asunto pues lo único de lo que se preocupaba y por lo que su felicidad se interesaba, es que estaban juntos y de esa forma llegarían lejos.

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