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Obra literaria las convulsiones


Enviado por   •  24 de Abril de 2018  •  Apuntes  •  3.413 Palabras (14 Páginas)  •  1.086 Visitas

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Obra literaria las convulsiones

Esta obra se desarrolla en trece escenas. La historia comienza en la primera escena donde se encuentran Cirilo y Gervasio, discutiendo sobre la razón por la cual Cirilo renuncio a su trabajo de escribiente, así que Cirilo le explica a Gervasio las razones, diciéndole que estaba cansado de trabajar a tempranas horas, de aguantar reniegos y regaños, de no poder ir de viaje, ni visitar a las señoras, en ese momento Gervasio le hace una comparación de lo que sufren los campesinos a el trabajo de él, luego lo compara con un comerciante que sufre subiendo el magdalena, para así hacerle entender que hay personas que sufren más que él, pero Cirilo protesta diciendo que conocía muchos comerciantes que no habían visto más que el rio Fucha, descansando mientras esperan que lleguen clientes; pero al instante le protesta Gervasio, diciéndole, que si se va a dedicar al pordiosero, va a terminar siendo un pobre sin destino, y también le dice que Crispina se moría por él, pero que su padre era un hombre muy machucho, que no le gustaba ni las visitas ni los cumplidos, y que, quería por yerno, a un hombre elegante y de gobierno, es en ese momento Cirilo le dice que no le importa el viejo cascarriento, sino que, con que la hija lo quisiera, quedaba contento, Gervasio le comenta a Cirilo que él se presta a los favores que necesité con tal de verlo casado con Crispina; Cirilo interviene diciendo que el solo quiere matrimonio, pero Gervasio le sigue diciendo, que no se puede casar siendo pobre, porque con que plata pretendería conseguir casa, pero se ve a Cirilo muy despreocupado porque dice que en esos tiempos los matrimonios son  muchos más baratos y en lo menos que se piensa es en la plata y que si la pareja no se entiende fácilmente se pude separar, así que Gervasio se enfada y le dice que si en eso acabara su matrimonio era mejor que terminara de una vez y entonces no le ayudaría en sus patrañas de hacerse pasar por medico, e introducirse a la casa de Don Gualberto, Cirilo le dice que no se moleste, que había sido una broma, y le promete que va a evitar corrompidos mozalbetes y buscar al momento un acomodo, luego de eso hacen el trato en el cual Gervasio lo va a presentar como un doctor. Hay finaliza la primera escena.

En la segunda escena Cirilo se encuentra solo y se dice: Miren como las traga el mentecato. ¡Yo casarme! No soy tan insensato.

 Luego sigue diciendo que Crispina cree que el la idolatra ciegamente mientras esta cortejando a otras cuatro y que si una se le escapa, a la otra pilla, y que siempre, hay que contar en el corrillo, también dice que las mujeres caen a los pies de cualquier hombre con solo decirle un requiebro almibarado y concluye diciendo: ¡pobres tontas!

La tercera escena se desarrolla en la sala de Don Gualberto donde se encuentra el solo. Diciendo que le hace falta su esposa Cecilia, cuando comienza a verse sumergido hasta el pescuezo en un mar de trabajos y amarguras; y estaba cansado de las duras convulsiones de Crispina, que cada vez eran más duras y se le estaba acabando la paciencia, también dice que hasta la casa más rica se arruina por los viajes, los facultativos y la botica; luego de eso protesta porque tiene que dejar abandonada su hacienda, para irse a vivir al bullicio y dice que eso si es mucho sacrificio, concluye diciendo que las Convulsiones de Crispina lo tenían en tal botina.

En la cuarta escena se encuentran Don Gualberto y Gervasio hablando. Don Gualberto le dice a Gervasio que cada día empeora mas las convulsiones de Crispina, que si pudiera ver las figuras, los gestos, los visajes, las posturas, y le comenta que en algunas ocasiones embestía a los hombres como un toro; también le dice que cuando a Crispina le daban las convulsiones tocaba las narices con el ombligo, luego se torcía, y se acurrucaba, que ponía los calcañales en la nuca, daba volantines, y vueltas de carnero, que tenía más agilidad que un maromero y que culminaba alzándose el camisón a la cabeza; le dice que a Crispina le dan las convulsiones hasta en la encía y masca cuanta fruta encuentra al paso sin poder escupir ni el bagazo; y que cuando tocaba la aguja o las tijeras le daban convulsiones en las caderas. Cuando llegaban los hombres mozos de visita a Crispina le daban las convulsiones en la boca; y concluye diciéndole a Gervasio que odiaba los papelitos de amores, pero que no podía hacer nada porque eran las convulsiones de los dedos. Gervasio le dice a Don Gualberto que no se aflija, pues muchachas como ella había muchas que le daban las convulsiones en los dedos: pero Don Gualberto dice que no le interesa si otras zarandangas le daban las convulsiones hasta en las mangas; en ese momento Gervasio le pregunta a su tío, que si no alcanza de los médicos la ciencia, para poder curar a Crispina; pero Don Gualberto le dice que ni las promesas de Fulgencia han podido curar a Crispina; hay aprovecha Gervasio para recomendarle a Don Gualberto, los servicios de un doctor joven y experto, que podía curar convulsiones en un segundo y su nombre era Juan Mascullo; pero Don Gualberto le dice a Gervasio que no, que él no quería que se metiera un niño que acaban de soltar la teta y ya quieren ser científicos doctores y que de esos podía ser el tal Juan Mascullo; así que Gervasio no se rinde y para convencer a su tío le dice que el doctor Juan Mascullo, era joven pero muy sabio, que desde que salió de los pañales había estudiado ciencias naturales, que estaba viendo siempre los planetas para arreglar con ellos sus recetas, y que tenia las paredes de su cuarto recubiertas de piel de lagarto, y que pasaba toda la mañana describiendo las barbas de una rana, también le dice que es experto en Botánica, Química, Farmacia y Anatomía; con eso Gervasio logra convencer a su tío que el doctor Juan Mascullo es un experto y Don Gualberto le dice a su sobrino, que si es verdad tanta maravilla no dudara en traerlo, pues con sus ojos, tripas y narices, Crispina por lo menos le tendrá asco y no se expondrían a algún chasco; la escena acaba cuando Gervasio le dice a su tío que el doctor Juan Mascullo tenia prodigios sobrehumanos, diciendo que había hecho andar (arrastrar) a los cojos, hacia igualar a un tuerto los dos ojos, que también a un sordo le abrió el oído con una receta (de la escopeta), pero que sobretodo tenía mil aciertos en quitar las convulsiones (a los muertos).

En la quinta escena aparecen Gualberto, Crispina y Mariquita. Don Gualberto le pregunta a Crispina que como se siente y le dice que su primo ya fue a buscar otro médico, Crispina le responde que lo estima pero que se acuerde que para el próximo baile necesita un traje nuevo, pero Don Gualberto le dice que ya tiene muchísimos guardados; hay aprovecha Crispina para hacer una de sus supuestas convulsiones diciendo: ¿ir con un mismo traje a dos funciones?, Mariquita me dan las convulsiones; Don Gualberto se asusta y le grita: Hija…Por Dios…Haremos el vestido, Don Gualberto le pregunta que cuanto le han pedido por el traje, y Crispina le responde que le han pedido ciento cincuenta pesos, nada menos; pero Don Gualberto le pregunta que si en la tienda no hay más baratos, pero Crispina protestando dice: ¿para bailes un traje de visita? Tenme que me repitan, Mariquita y comienza a sacudirse, pero Don Gualberto le da una llave y le dice: Hija de mi alma…toma, en el armario hallaras el dinero necesario; Crispina dice que ya le comienzan a pasar las convulsiones, y que le dan vértigos cuando alguien se opone a sus deseos; así que Don Gualberto se aparta y dice que si Crispina esta tan mala no debería salir a exponerse al frio y al sereno, y dice: ¿si en el baile tiene un accidente? No ir a él me parece lo más prudente; pero Crispina dice: ¿no ir al baile? ¿Quedarme aquí metida como si fuera una monja? Esto no es vida, quítame Mariquita la peineta que me quiere volver la pataleta, y comienza a sacudirse; así que Mariquita se asusta y le dice a Don Gualberto que no la exponga a un mal tan grave pues que mientras se baila vals y contradanza, no pueden dar las convulsiones, así que Don Gualberto se molesta y le dice a Crispina que haga lo que quiera con tal que no le den las morideras, Crispina dice que cuando algo le contista le pasan lagartijas por las vista y que es tan grande el horror de esas visiones que al instante le dan las convulsiones; la escena acaba con Don Gualberto diciéndole a Crispina que le dará gusto en todo lo que exija para que así se acaben las lagartijas.

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