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Literatura De Hondureños


Enviado por   •  8 de Abril de 2014  •  2.239 Palabras (9 Páginas)  •  198 Visitas

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POETAS HONDUREÑOS

Oscar Acosta

Poeta, político y diplomático hondureño nacido en Tegucigalpa en 1933. Poeta, político y diplomático hondureño nacido en Tegucigalpa en 1933. Residió en Perú desde 1952, donde dio a conocer sus primeras producciones poéticas alejadas del estilo costumbrista dominante hasta entonces en su país. Su primera publicación fue «Responso poético al cuerpo presente de José Trinidad Reyes» en 1955, seguida luego por «Poesía menor» en 1957. Residenciado de nuevo en Honduras, continuó su carrera literaria con «Poesía menor» en 1957, «Tiempo detenido» en 1962, «Mi país» en 1971, y sus antologías «Selección 1952-1965» en 1965 y «Selección 1952-1971» en 1976.

Cultivó el teatro y la crítica literaria dirigiendo las revistas Honduras Literaria y Extra de Tegucigalpa. Fue el primer director de la Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y fundó en Tegucigalpa la Editorial Nuevo Continente. Es además miembro de número de la Academia Hondureña de la Lengua.

En 1960 recibió en Nicaragua el Premio Rubén Darío, y en 1979 el Premio Nacional de Literatura Ramón Sosa de Honduras.

Residió en Perú desde 1952, donde dio a conocer sus primeras producciones poéticas alejadas del estilo costumbrista dominante hasta entonces en su país. Su primera publicación fue «Responso poético al cuerpo presente de José Trinidad Reyes» en 1955, seguida luego por «Poesía menor» en 1957. Residenciado de nuevo en Honduras, continuó su carrera literaria con «Poesía menor» en 1957, «Tiempo detenido» en 1962, «Mi país» en 1971, y sus antologías «Selección 1952-1965» en 1965 y «Selección 1952-1971» en 1976.

NARRADORES

Julio Escoto

Nació en San Pedro Sula (1944). Cuentista y crítico literario, además de ensayista. Obras: Los Guerreros de Hibueras (cuento). Tegucigalpa, 1967. La balada del herido pájaro y otros cuentos. Tegucigalpa, 1969. El árbol de los pañuelos. San José, 1972. Antología de la poesía amorosa en Honduras, Tegucigalpa, 1975. Casa del Agua. Tegucigalpa, 1975, Días de ventisca, noches de huracán. San José, 1980. Bajo el almendro... junto al volcán (1988), El ojo santo: la ideología en las religiones y la televisión (1990); José Cecilio del Valle: una ética contemporánea (1990). El general Morazán vuelve a marchar desde su tumba (1992). Rey del Albor, Madrugada (1993); Ecología para jóvenes de 10 a 190 años; Todos los cuentos (1999).

Premio Nacional de Literatura "Ramón Rosa" (1975). De él se ha dicho que es "probablemente el primer escritor hondureño que ha abordado la novela con un sentido claro de técnica", de acuerdo a Andrés Morris, mientras que Manuel Salinas lo considera "un narrador nato, ubicándose en la vanguardia de la moderna narrativa hondureña." Escoto ha definido al escribir "como un hombre en introspección constante, en análisis continuo, en búsqueda de algo que quizás él mismo no ve con suficiente claridad... es solo un tipo humano diferente, no mejor que el artesano, que el niño que juega en la arena, sino con diferencias, nada más. Sus características le dan una particular visión del mundo, desde luego".

Dirige la revista literaria Imaginación y el Centro Editor, en San Pedro Sula. Máster con especialidad en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Costa Rica. Fue jefe de la Unidad de Comunicación de la FHIA en La Lima, Cortés, Jefe de la División Editorial y Técnica del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas en Costa Rica. Fue Director Ejecutivo de la Revista Desarrollo Rural de las Américas; Director de la EPUCA. Premio Gabriel Miró, rama de cuento, en Alicante, España; Premio José Cecilio del Valle, rama de ensayo. Su obra El árbol de los pañuelos fue traducida parcialmente al inglés y al polaco y algunos de sus cuentos han sido en Alemania.

Galardonado durante el XII Recital de otoño (1994) en su ciudad natal. Columnista de diario El Heraldo. En su opinión, "el escritor... es en alguna forma el barómetro, el sismógrafo de la sociedad y debe aplicar su inteligencia en advertir sobre aquello que se ve o va mal para la nación. Es su función de orientador de opinión, si quiere ser honesto con sus principios, su creencia y su fe. Venderla al mejor postor es fácil, ha habido y hay tantos casos así en Honduras. Pero hacerlo es cruel, sobre todo en una comunidad tan ausente de luces, tan manipulada y prostituida, tan engañada por quienes buscan únicamente el usufructo del poder".

En opinión de Jorge Eduardo Arellano, Escoto es "el intelectual con mayor conciencia de la identidad hondureña... así lo ha demostrado en su obra tanto de creación como de pensamiento.

Ramón Amaya Amador

Ramón Amaya nació en la ciudad de Olanchito, en el departamento de Yoro. Comenzó su obra y aprendizaje trabajando en unas plantaciones bananeras ubicadas en las cercanías del mar Caribe, en la costa de Honduras. En esta zona sale a la luz su primer trabajo, en 1939 y titulado La nochebuena del campeño Juan Blas, editado y publicado por la revista ANC.

En 1941 comenzó una etapa como periodista, empleándose en el periódico El Atlántico de La Ceiba. Comenzó como redactor, escalando rápidamente hasta llegar a ser editor periodístico. En octubre de 1943 Ramón Amaya fundó una revista semanaria en la ciudad de Olanchito, llamada Alerta.

En 1944, escapando de persecución política, huyó buscando refugio en Guatemala, país que lo acoge por los siguientes diez años. Trabajó en el periódico Nuestro Diario y prestó colaboración en El Popular Progresista, Mediodía y Diario de Centroamérica. Tras el derrocamiento del presidente Jacobo Arbenz, buscó asilo en la embajada de Argentina para posteriormente migrar hacia este país, donde se radicó en la ciudad de Córdoba y trabajó para la editorial Sarmiento. Es en esta ciudad donde conoció a Regina Arminda Funes, quién sería posteriormente su esposa.

En mayo de 1957 regresó a Honduras, donde comenzó a trabajar para el periódico El Cronista y fundó la revista Vistazo en Tegucigalpa. En abril de 1959 abandona de nuevo el país junto con su esposa y sus dos hijos: Aixa Ixchel y Carlos Raúl, radicándose en Checoslovaquia. Tomó residencia en la ciudad de Praga, donde trabajó para una revista llamada Problems of Peace and Socialism hasta su muerte. Ésta ocurrió debido a un accidente de aviación acaecido en las cercanías de la ciudad de Bratislava, Eslovaquia.

En septiembre de 1977 los restos de Ramón Amaya fueron repatriados y regresaron a Tegucigalpa, pero su obra continuó

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