Metodo Historico

¿QUÉ ES EL MÉTODO HISTÓRICO ANALÍTICO?

El método histórico anaítico es aquel específico de la historia como ciencia social. Comprende el conjunto de estrategias y técnicas específicas para transformar los recursos que se disponen en interpretaciones fiables de hechos pretéritos. El objetivo final es aclarar un problema de interés actual empleando los materiales existentes para obtener información.

FASES DEL MÉTODO HISTÓRICO

El método histórico se desarrolla en una serie de fases que posibilitan la investigación histórica. A continuación se mencionan y se explican.

Definición del problema

Al realizar una investigación sobre el pasado es esencial definir si el problema elegido es adecuado para estudiarlo mediante el enfoque histórico. El investigador ha de delimitar un problema al que sea aplicable el método histórico. Debe ser un problema concreto y abarcable en un tiempo razonable.

Otra característica principal en la elección del tema es su vinculación al pasado. Lo más común será encontrar formulaciones de problemas empleando verbos en pasado. Existen muchos ejemplos sobre este modo de delimitación de una temática (¿Cómo se originaron las normas de higiene escolar en la ciudad de Nueva York?). Del mismo modo podemos encontrar problemas a los que aplicar el método histórico, que no siendo formulados de forma pretérita requieren de la visión al pasado para encontrar soluciones a los mismos (si queremos investigar acerca de las potencialidades de un método educativo para el presente, y sabemos que se han hecho investigaciones en el pasado podríamos decir que el objetivo de la investigación “es encontrarel mejor modo de esneñar el español a niños inmigrantes”, por poner un ejemplo)

Determinación de la población de datos necesaria

El investigador que emplea el método histórico para investigar algún hecho no crea los datos, los busca y los selecciona para poder llevar redactar en informe con los resultados obtenidos. Por eso su población va a abarcar todas aquellos datos y fuentes que estén relacionadas de un modo u otro con la temática a tratar.

El investigador histórico ha de llevar a cabo un proceso de muestreo que le facilite el acceso a datos y fuentes necesarias. No resulta sencillo acceder a las mismas, pues gran parte de la población existente será desconocida o estará fuera del alcanzace del investigador. Del mismo modo, aun teniendo una cantidad de datos adecuada, la muestra puede no ser lo suficientemente representativa pues se emplean los datos ya conocidos o descubiertos por el propio investigador.

Se puede deducir, por tanto, que del universo de datos existente sobre una temática, el investigador tendrá acceso a una pequeña parte de los mismos; además del escaso porcentaje de datos a los que puede acceder un investigador, no todos serán pertinentes para llevar a cabo el proceso de investigación. De este modo el investigador tendrá que hacer un balance aproximado de los datos a loa que no tiene o ha tenido acceso, teniendo en cuenta su posible representatividad. Solo de este modo sabrá si aquellos de los que dispone son los suficientemente representativos para su fin.

El proceso de muestreo presenta otras problemáticas no menos importantes. La historia ha sufrido una gran evolución en las formas de estudios. Durante muchos años los historiadores trabajaron sin tener en cuenta factores como la economía o la política. Sin embargo, con la evolución de los estudios interdisciplinares se desarrollaron métodos de análisis mucho más completos. Este hecho obliga al investigador a acercarse a las fuentes con distinta mentalidad dependiendo de la época y del tipo de estudio.

Cabría añadir otra problemática referente al universo de datos. Concretamente se puede hablar del significado que adquiere los conceptos dependiendo de su contexto. Por ejemplo, el investigador que quiere preparar una historia sobre la enseñanza rural en EEUU tendrá que

saber qué se entendía por rural en esa época y en ese país. El historiador se enfrenta a un reto incluso mayor que encontrar datos representativos para su estudio; ha de empaparse de la cultura de la época en la que se inserta aquello que va a estudiar para poder traducir, literalmente, lo que lee.

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