Sujeto Social Y Formación

Sujeto social y formación

Autor: Roselver Gómez Padilla.

6 de mayo de 2006.

El presente ensayo, pretende describir muy sucintamente la problemática de la formación en relación con los principales sistemas epistemológicos y solamente desde el origen del conocimiento, pues dependiendo cómo se conciba el conocimiento, se podrá concebir y construir la FORMACIÓN del sujeto. He utilizado un ejemplo en forma literaria, con la intención de darle un matiz didáctico, en virtud que mi actividad fundamental es la docencia.

Cuando hay luna las cosas cambian.

El camino cambia. Uno cambia.

Asoman cosas del fondo de los ríos.

Eraclio Zepeda.

Diógenes vio la luna resplandeciente, brillante. Bajó la vista y quedó absorto pensando en su infancia, cuando la luna le sugería otros pensamientos; nunca imaginó cuánto habría de cambiar él y cuánto también la luna. Recordó sus anteriores impresiones del mundo. Cuando tenía como seis años, regresaba más tarde de lo acostumbrado a su casa, y tenía mucho miedo a los espantos, aunque también la luna lo acompañaba; era la Mamá de las estrellas. También influía en las parturientas y a los viejos les apretaba las rodillas. Su abuelo le dijo que cuando la luna estaba llena, era tiempo de sembrar.

Diógenes se preguntó ¿Cómo sabía su abuelo qué era tiempo de sembrar, cómo se había formado esa idea del mundo? Veamos una posible respuesta: la gente común y corriente no se pregunta si su forma de insertarse en el mundo es producto de una Educación o de una Formación. Si los sujetos, aún aplastados por la estructura social en que viven, sienten, gozan y mueren, no hubiesen tenido espacios de formación alternos a la propia estructura que los somete no habrían sobrevivido y mucho menos el desarrollo de las culturas. En este sentido, la formación del abuelo de Diógenes, no fue producto de un proceso de reflexión, dado que casi no había pasado por el sistema educativo formal.

El abuelo de Diógenes conocía y vivía el mundo porque se había FORMADO en él y junto con Otros campesinos. Esto es que el trabajo, después de la familia, había sido el mediador entre la Formación Profesional (campesino) y la realidad social.

En efecto hemos de considerar al trabajo como una característica peculiar de la especie humana... Todo organismo biológico, vive en constante metabolismo con la naturaleza, continuamente da y toma algo del mundo exterior. Pero lo hace directamente, sin intermediario. Sólo el trabajo humano es un metabolismo mediato. El medio ha precedido al fin; el fin se revela, se evidencia con el uso de los medios. Con la utilización de los instrumentos, al hombre casi nada le es inalcanzable. Con ello, el hombre ha obtenido un poder sobre la naturaleza. Este descubrimiento constituye una de las raíces de la “Magia” y del Arte. Este último, pieza fundamental de la Formación Humana.

Sin embargo, el Sistema Educativo Formal SE HA APROPIADO DE LA REALIDAD HISTÖRICA DE LA FORMACIÖN HUMANA Y AHORA TRATA DESDE LO RACIONAL darle un status científico; entender cómo un albañil o campesino en determinado momento han tenido que reflexionar sobre ¿Qué hago en este mundo, en este espacio (calle, colonia, etc.) y en este tiempo (día, mes año)? es absurdo, ¿por qué necesariamente la construcción del sujeto debe ser sometido al análisis de la ciencia? y ¿A Cuál ciencia?. Según Meneses, la formación, que implica un trabajo del ser humano sobre sí mismo, sobre sus representaciones y sus conductas, viene a evocarse como el Advenimiento ineludible de un ORDEN DE COSAS…. ES DECIR LA FORMACIÓN INVADE TODOS LOS DOMINIOS; DEL MUNDO Y DEL CONOCIMIENTO. Veamos entonces cómo es este mundo en que los sujetos sociales nos formamos y de dónde vino la racionalización que hemos hecho.

Pero antes de continuar es necesario considerar que Diógenes no sabía, a los seis años de edad, que sus miedos correspondían a lo que en epistemología se llama Subjetivismo, corriente que le da prioridad a la IDEA que el hombre tiene del mundo. Este pensamiento se remonta a los estadios más elementales de la construcción del conocimiento sobre la realidad externa. En esa etapa de creó el sistema llamado Animismo, que considera la existencia de espíritus que animan a las cosas y los seres vivos. Esta postura nació en sociedades de escaso nivel de desarrollo tecnológico, de incipiente construcción de conocimientos sistematizados. Esta postura derivó más tarde en un sistema mucho más globalizador que se le denomina Idealismo, del cual Platón fue representante fundamental, pues fue el primero en plantearlo como un sistema racional en el campo de la filosofía y en el cual todavía creen muchos científicos. En este sistema existen varias interpretaciones que fueron resultado del desarrollo tecnológico de la Época Moderna y hasta la fecha, nos siguen “Formando” con autores cuya preocupación, son problemas que no tienen mucho que ver con los sujetos de la realidad mexicana; siempre leemos la realidad con ojos de los europeos (este trabajo es un ejemplo). Las preocupaciones de ellos han sido distintas a las nuestras. Ellos sufren porque su condicionamiento social los ha llevado a la pérdida de su identidad con el mundo; todavía lloran junto con Hegel y Kant por el encuentro con lo Absoluto, lo Universal. ¿Cuándo el hombre ha sido así? Nunca. La realidad, como una la construcción social, nunca es absoluta ni universal. Así, cada cultura construye su realidad y cada sujeto que se forma en ella también se diferencia de otro sujeto.

Esto es muy importante porque la necesidad de redefinir o asir la Formación parece ser una tentativa más de control sobre la vida en su totalidad, de convertirla en ciencia. Solamente demos un vistazo entonces a los momentos actuales, en que los medios de información han modificado el concepto del mundo y del hombre: tanto el mundo como el hombre se han empequeñecido, basta con entrar a la red para quedar perdido en el océano de la información. Pero ¿qué sentido tiene para el hombre actual mantenerse informado si la información que recibe le es impuesta? Veamos como se ha llegado a esa situación del hombre en este periodo histórico concreto.

Empecemos por reconocer que desde el nacimiento del capitalismo la clase hegemónica necesitaba abrir los mercados a nivel mundial, lo que implicó no sólo la exportación de productos sino también la exportación intelectual, esto es, las manifestaciones culturales. En este sentido, desde

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