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Antologia De Literaturas Antiguas.


Enviado por   •  19 de Marzo de 2013  •  5.780 Palabras (24 Páginas)  •  706 Visitas

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LITERATURA EGIPCIA

LIBROS IMPORTANTES: “El libro de los Muertos”

“El Misántropo y su Sombra”

CARACTERISTICAS:

*Su escritura es jerogrifica, fue el francés Champollion quien descubrió la escritura egipcia en 1822 y la tradujo al francés.

*Los egipcios veían la muerte como un camino hacia la eternidad, así como creían en el mas allá.

*Era un cultura sumamente religiosa (creían en varios dioses).

*Los egipcios eran alquimistas y creían en la existencia de la medicina Espagírica o la Panacea.

*Los egipcios creían en la existencia de un doble, es decir era el alma que les pertenecía a los muertos que se desprendían de los cuerpos para ir al otro mundo (el mas allá).

*Momificaban a sus muertos en una ceremonia llena de excentricidades.

*El “Libro de los Muertos” es un libro que le ayudaba a esa cultura a conocer y sobrellevar la muerte.

CARACTERISTICAS ESTILISTICAS:

Moral: Es una consideración de la conducta que repercute para que el ser humano se encamine hacia el bien de si mismo y de su comunidad.

Mitología: Esta característica se enfoca hacia la historia de los dioses a si como hacia los héroes y trata de dar una explicación del origen de estos a si como de su entorno, los mitos pueden suelen ser inverosibeles y colocan personajes que en ocasiones suelen ser animales.

Fantasía: Esta característica trata sobre las apariciones o los espectáculos o imágenes que surgen en la mente del lector en el momento que se sucinta situaciones determinadas en un relato. Se describen ambientes, personajes inexistentes y exagerados.

Simbolismo: Se expresan ideas por medio de figuras o imagines que tienen un significado convencional.

Temática Primaria: En esta se explica el origen y la creación del mundo a si como la creación del primer hombre y la primera mujer, el origen del cosmos y el origen de un diluvio como en la literatura Hebrea y la sumeria.

Recursos Estilísticos: Aquí se repiten las ideas y las estructuras gramaticales los cuales son:

Paralelismo → en el que una frase se repita continuamente en uno o varios párrafos pero solo es la frase del inicio que puede tener una o dos palabras, que es cuando un verso se repite intacto en la siguiente estrofa, etc.

Fragmento de:

El misántropo

Es feo pasar por tonto dos veces, y la segunda vez ante mujeres, quiero decir, ante la opinión pública, que es tornadiza y burlona. Pero hay algo en mi que me fuerza a hacer pública mi extraña experiencia de hace un año en la isleta Cedrón. Las homéricas carcajadas de mis compañeros al día siguiente, cuando cometí la imprudencia -inevitable, dada mi emoción- de relatarles los hechos, no me pueden mortificar mucho. Yo veo claramente que, a la luz del sol y en la ciudad, el suceso es perfectamente risible, y yo mismo, ahora, en este momento, no lo creo; pero con otro fondo, en aquel islote pantanoso en medio el inmenso río desolado, es otra historia. "En este mundo, todo es cuestión de fondos -decía D. Pedrito Cormick-, la misma cosa es blanca o es negra según el fondo". En cuanto a creer que mi camarada misterioso de aquella noche fuese un fantasma, un criminal o un loco, primero creería, palabra de honor, que soy loco yo mismo. Lo cual se me hace difícil.

El hecho de que Lázaro no se halle más en el Cedrón, ni en parte alguna, no prueba absolutamente nada contra mía; ni mucho menos prueba "que se lo haya llevado el diablo", como dicen los supersticiosos boteros de San Fernando. Creo que han transformado en una capillita o ermita su sólido rancho de pinotea en medio del islote. Tampoco creo yo que lo haya barrido una riada o se haya suicidado; no me pareció hombre de eso. ¿Qué fue de él? Me abstengo de conjeturarlo, y me limito a aferrarme a los hechos. No impongo interpretación alguna, pero respondo de los hechos. Yo pasé una noche cerca de aquel hombre y oí, quizás el único en el mundo, su extraña confesión. No tengo documentos, sus partidas de nacimiento y defunción no las hallará la historia nunca; pero Lázaro es para mí un hecho por lo menos teológico, vale decir, más real que esta realidad material que me circunda.

Estaba pasando por prescripción médica dos semanas de descanso absoluto en el Tigre, cuando oí los rumores acerca del huraño solitario del gran río, y luego pude ver desde mi casa la luz persistente hasta altas horas de la noche, como una estrella caída, de su alto nido emperchado sobre las aguas; y me tentó la curiosidad. Achaque de ocioso, ¡vive el cielo! ¡Cansancio mental! ¿Me pueden decir ustedes qué cansancio mental puede tener un hombre que no ha hecho en su vida absolutamente nada capaz de cansar la mente, si es que puede cansarse la mente? Pero los médicos tienen de esas cosas, y hay que obedecerlos, aunque uno se aburra mortalmente y el remedio sea absurdo. El caso es que, sin soplar verbo al doctor Cormick ni a mis compañeros de hotel, el aburrimiento me movió a sobornar al botero que cada quince días hacia dos viajes hasta la choza del solitario desconocido para llevarle los víveres y el correo, el cual consintió en llevarme consigo con el mayor sigilo, a precio de salada propina; y en el día señalado, al alba, me hallé surcando hacia el islote Cedrón las aguas grises y rosas del inmenso Paraná melancólico. Una neblina perla borraba las estrellas. El río estaba alto.

Cuando apareció a mis ojos el chato montón de tierra en forma de yacaré, increíble refugio de un ser humano, que llamaban islote Cedrón, y es en realidad una especie de banco de lodo, yo estaba del todo consciente de la temeridad de mi acto. ¡Qué curiosidad científica ni echo cuartos! Me devanaba la cabeza pensando cómo podía decentemente presentarme; o como amigo del botero, 0 como repórter de un diario de la Capital, o como miembro de la policía; y las tres cosas eran igualmente peligrosas. Descartada la hipótesis de la locura, que el botero isleño pronunciaba absolutamente imposible, no quedaba para explicar aquella elegante casilla color verdoso que se agrandaba ante nosotros, con su inconcebible propietario sentado en la escalerita frontera, sino las hipótesis

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