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Asimetria Dell Modelo


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2012  •  14.094 Palabras (57 Páginas)  •  450 Visitas

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Tomado para efectos educativos de: Lascaris, Constantino. (1980). Fundamentos de Filosofía. San José Costa Rica. Editorial Fernández Arce. (Páginas 7-39) FILOSOFÍA Y FILOSOFAR La filosofía no es más que un resultado del filosofar. La Filosofía en sí no es nada. No se la encontrará nunca por la calle; lo que podría encontrarse es el hombre concreto que está filosofando sobre los problemas de, la existencia, el hombre que se preocupa por qué ha venido a este mundo. Este hombre que se está preguntando por esos problemas está filosofando, y la filosofía no será más que lo que sobre esos problemas se le ocurra pensar a este hombre. Si el filosofar es una obra humana, la filosofía fruto del filosofar, también será una obra humana, y como toda obra humana será una obra sujeta a riesgos, a equivocarse, y realmente es más grave equivocarse cuando uno se pregunta por qué y para qué estoy en el mundo, que cuando uno se pregunta si dos más dos son igual a cuatro. La pregunta por uno mismo, repercutirá en las acciones que uno vaya realizando después. Si algo diferencia al hombre del animal, es precisamente esta capaci-dad que el hombre tiene de replantearse él a sí mismo, ante sí mismo, su propio ser, y después obrar en consecuencia. El hombre es capaz de formarse una imagen de lo que él es o quiere ser, y después realizarla. Al fin y al cabo, esto en gran parte es obra de la filosofía. Así, el filósofo ya no es un sujeto muy raro que se dé de cuando en cuando, sino que, de una manera más o menos desvelada, filósofo es todo hombre en cuanto que obre en cuanto hombre. Todo hombre que quiere saber qué es él y cómo debe ser, de una manara clara o implícita está filosofando, porque la mayor parte de los hombres aspiran a sabios o se niegan a aspirar a sabios. El hombre que diga "yo soy sabio", este hombre o está enfermo o es un pedante porque ser sabio es algo que supone saber la solución de las grandes preguntas que han ocupado a todos los hombres, y ¡quién se atreve a decir: "yo con mis fuerzas sé la solución de estos problemas; yo soy sabio"! Esto es algo muy arriesgado. 7

Uno se encuentra con que realmente, cuanto más sabe, menos sabe. Esto no es una vulgar paradoja; es una realidad; cuando más sabe uno, más se da cuenta de todo lo que le falta por saber; el horizonte se va alejando conforme uno se va acercando a él. Entonces, este hombre que quiere ser sabio y que "sabe", puesto que va sabiendo, sin embargo no es sabio porque va sabiendo todo lo que le queda, por saber, sin saberlo. Este hombre no es al mismo tiempo ignorante, puesto que, si lo fuera, no sabría qué es lo que le falta por saber. Platón acostumbraba a contar mitos cuando quería dar una doctrina especialmente profunda, difícil, y nos dejaba a los demás el cuidado de interpretarlos; en una de sus obras, Platón, da la explicación de que es el amor es narración de Diótima, que cuenta a Sócrates qué es el amor. Es hijo de la Abundancia y de la Miseria; la Abundancia estaba en un banquete y se había emborrachado; la Miseria que como auténtica miseria, no tenía nada, quiso aprovecharse de la ocasión y quedó embarazada de la Abundancia- de esta unión nació el Amor, que tiene caracteres de su padre y de su madre. El Amor no es un dios, sino que es hijo de un dios; no es inmortal, en el mismo día el amor muere y renace y vuelve a morir. El amor no es rico, sino que a veces tiene toda la riqueza y a veces sufre la mayor penuria; el Amor no es feliz, como los dioses, sino que a veces tiene la mayor felicidad y a veces cae en la desesperación mayor; el Amor – termina diciendo Platón- es filosofo, porque el Amor no tiene lo que desea y sin embargo lo conoce para poder aspirar a tener; el Amor es filósofo en el sentido de que, conociendo algo de aquello que no tiene, desea poseer aquello que no tiene. Ahora bien, si venimos al punto de partida, nos encontraremos cómo al filósofo le sucede algo semejante de lo que le sucede al Amor pintado por Platón. El que es filósofo sabe que existe algo, que el día en que lo domine le hará sabio; pero no posee ese saber, porque si lo poseyese ya no sería simplemente filósofo, sino que sería sabio. Pero al mismo tiempo, el filósofo no es un simple ignorante; el ignorante no sabe que exista el problema y el saber sobre el problema y entonces para él no hay nada, no se mueve. El filósofo se encuentra en un trance intermedio entre el ignorante- y el sabio y precisamente la palabra filósofo expresa esto: amigo de saber no significa, el que sabe sino ―el que desea saber"; es decir el que, no sabiendo, quiere saber lo que no sabe. En este sentido, podríamos llamar filósofo a todo el que está aprendiendo algo, sea lo que sea, pero se suele reservar la

8 palabra para aquél que quiere saber lo que no sabe sobre los grandes problemas, del hombre y del mundo. . Ahora bien, ¿por qué el filósofo, hombre que se plantea como instancia entre la ignorancia y la sabiduría, se sitúa como filósofo y no como sabio? El filósofo terminará especulando una filosofía, pero no se atreve a decir yo soy sabio yo poseo la sabiduría. Lo que dirá es yo poseo la aspiración a saber. Explicaciones se pueden dar muchas. En primer lugar, el hombre es un ser limitado imperfecto — esto es una constatación empírica—, y por consiguiente todo lo que el hombre haga o piense estará afectado por la imperfección. El hombre quisiera llegar a ser sabio, plena y perfectamente sabio, y se acercará a ello más conforme más ponga sus fuerzas en este camino, pero, ¿lo logrará del todo? . Incluso es muy posible que haya enigmas a los cuales no acierte nunca a dar una contestación. El filosofar como aspiración a una sabiduría, no a toda Sabiduría. Al filósofo no le interesa todo, sino algo o mucho de todo, es decir, ciertas aristas de las cosas, las que le interesan a todo hombre. Son las preguntas más elementales, más directas. Lo que sucede es que el filósofo se las plantea ya de una cierta manera técnica, más complicada. A todo el mundo le interesa saber "por qué estoy aquí en este mundo" y "qué me pasará el día que ya no esté aquí", y en este sentido todo hombre que se hace esta pregunta es filósofo. Ahora bien, se llama filósofo en sentido restringido, a quien se pregunta de una manera técnica, aunque esto no invalide el filosofar espontáneo de todo hombre. Este filosofar y este filósofo aspiran a la sabiduría, a querer saber estas soluciones; aunque no logren la respuesta, son filósofos; si logran la respuesta, siguen siendo filósofos que casi llegan a ser sabios. Que alguien haya llegado a ser realmente sabio en el mundo, no lo sabemos. El filósofo es un hombre "perdido" en sus pensamientos; es lo que pensaba la criada de Tales de Mileto, el primer filósofo que se ha conocido en la historia. Tales se dedicaba a

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