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Descartes- Concepto de sustancia y sus tipos.


Enviado por   •  6 de Febrero de 2017  •  Apuntes  •  944 Palabras (4 Páginas)  •  764 Visitas

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La sustancia y sus tipos

Descartes define sustancia como una cosa que se necesita a sí misma para existir, definición aplicable solo a Dios, pero por analogía se aplica también al resto de las sustancias que percibimos de forma clara y distinta, ya que son mutuamente independientes y solo dependen de Dios para existir.

 La sustancia no puede ser percibida directamente sino que se percibe a través de sus atributos, que son las cualidades de la sustancia. Cada sustancia tiene un atributo esencial que constituye su naturaleza. Los atributos esenciales que percibimos clara y distintamente de las sustancias de res cogitans y res extensa son el pensamiento (todo aquello de lo que se tiene consciencia) y la extensión (todo aquello que  es longitud, anchura y profundidad).

En primer lugar, en el cógito aparece la sustancia del yo o alma y se le da la cualidad de independencia respecto del cuerpo. El atributo de la res cogitans es el pensamiento, y las formas variables de darse el pensamiento.

 Tras esto Descartes se ve obligado a demostrar la existencia de Dios porque si no únicamente podría demostrar su propia existencia y quedaría en el solipsismo. Decide basarse en el pensamiento y en las ideas innatas para conseguirlo. Para ello, aporta tres demostraciones que fundamentan la existencia de Dios.

  1. La primera demostración parte de la idea de un ser perfecto y el principio de causalidad. Las ideas tienen realidad o contenido objetivo que coincide con aquello que representan, y todo tiene una causa. Como consecuencia no puede ser más real el efecto que la causa. Por tanto, la idea de perfección no puede haber sido causada por algo menos perfecto. La idea de un ser perfecto ha de haber sido causada por un ser igualmente perfecto; por tanto, ese ser perfecto (Dios) existe.
  2. La segunda demostración parte de la primera demostración. Descartes tiene la idea de perfección. Pero la propia mente no puede ser la causa de la idea de perfección, ya que es evidente que no es perfecto.  Él no es la causa de la idea de perfección que hay en su mente. Caracteriza a Dios como un ser infinito, eterno, inmutable, omnisciente, todopoderoso y de naturaleza simple.
  3. La tercera demostración es el argumento ontológico, que fue formulado por primera vez por San Anselmo de Canterbury. Consistía en que todos los hombres tienen una idea de Dios y es imposible pensar en un ser  mayor que él, un ser así debe existir, no solo en el pensamiento sino también en la realidad. Si se examina la idea de un ser perfecto su existencia se sigue necesariamente de su idea, pues la existencia es una perfección. Por tanto Dios existe. Después de demostrar la existencia de Dios, este se convierte en garantía del criterio de verdad. Si Dios existe se refuta la hipótesis del Genio Maligno porque no es imaginable que Dios permita que lo que intuimos como claro y distinto sea falso. Por tanto, queda fundamentado el criterio de verdad como evidencia, es decir, todo lo que intuimos de forma clara y distinta es verdadero. Dios es autor de todo lo que está en nosotros, por lo que también es la garantía de su verdad y si tenemos ideas que se nos presentan de forma clara y distinta, estas son verdaderas.

Una vez el criterio de verdad queda fundamentado en Dios se tiene la posibilidad de conocer la res extensa. Dios no me puede engañar al creer que las ideas de cosas sensibles son producidas por objetos materiales fuera de mi mente. Por tanto, el mundo existe. La causa del error no es atribuible ni a Dios ni a nuestra razón ni a los sentidos. La causa del error está en nuestro juicio (voluntad) que, por precipitación o prevención, toma por evidentes ideas que son confusas.

Para Descartes el juicio es una operación originada en la voluntad. La voluntad es la que afirma o niega; el entendimiento se limita a presentar ideas a nuestra mente. Afirmar las claras y distintas, negar las oscuras y confusas, tal es el juicio. Y esa función es de la voluntad.

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