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EL HOMBRE QUE CALCULABA


Enviado por   •  5 de Febrero de 2014  •  1.669 Palabras (7 Páginas)  •  204 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El Hombre que Calculaba es, pues, una obra evidentemente didáctica que cumple con aquel consagrado aforismo de que es preciso instruir deleitando. Su protagonista se nos hace inmediatamente simpático porque es sencillo, afable, comunicativo, interesado en los problemas ajenos y totalmente sensible al encanto poético el cual ha de llevarle a la consecución del amor y, lo que es más importante, al conocimiento de la verdadera fe. La acción transcurre entre el fasto oriental, sin dejar por ello de darnos a conocer los aspectos menos halagüeños de aquellos países en los que la diferencia social, de rango y de riqueza, eran considerables y completamente distanciadas. Tiene, además, el encanto poético que nos habla de la sensibilidad árabe en todo lo concerniente a la belleza y por último la estimación del ejercicio y dedicación intelectuales al presentarnos un torneo, en el que juegan tanto el malabarismo matemático, como la poesía y la sensibilidad.

El Libro consta de 34 capítulos en 187 páginas en las que se narra la historia del personaje principal Beremiz Samir quien es un calculador y gracias a sus habilidades matemáticas y su habilidad hacia los números le ayuda a ser conocido e importante ya que él podía hacer grandes operaciones matemáticas y observaciones acerca de un determinado problema con gran precisión y tener resultados exactos. Su habilidad matemática causo gran asombro en todo lugar en el que resolvía un problema matemático, dando un resultado positivo a las personas que tenían el problema y él tomando provecho de sus habilidades.

DESARROLLO

Un hombre que iba camino a Bagdad se encuentra con un hombre que repetía constantemente el numero un millón cuatrocientos veinte tres mil setecientos cuarenta y cinco, el hombre intrigado preguntó él porque de la repetición de este número y el hombre le comenzó a contar su historia que comenzó cuando trabajaba con un rebaño de ovejas y que mientras pastoreaba podía contar cada cosa que miraba en su camino y al ver este su habilidad para los números decidió dedicarse a ser un calculados. El nombre de este personaje era BEREMIZ SAMIR.

El viajero se sorprendió y se puso a observarlo lentamente como si fuera un monumento histórico, al levantarse el hombre que calculaba pronunció nuevamente otro número “Dos millones, trescientos veintiún mil, ochocientos sesenta y seis”. El viajero todo intrigado le pregunto al hombre que calculaba que cual era el significado de aquellos números que pronunciaba en proporciones gigantescas.

Entonces el hombre que calculaba al ver la curiosidad de aquel viajero le cuenta su vida y su desarrollo en el arte de calcular de cómo fue aprendiendo y cuál fue el método. Al terminar de contar su vida, el viajero y Beremiz siguen en rumbo hacia Bagdad al llegar a una antigua posada medio abandonada, se encontró con un grupo de hombres que discutían acerca de la repartición de la herencia que su padre había dejado pero eran 35 camellos entre tres personas y este calculo que era imposible para ellos, para Beremiz, era fácil, solo tuvo que hacer unos cálculos y a cada uno le correspondió exactamente la herencia y con esto dejo satisfecho a los tres hombres. Al terminar de solucionar el problema Beremiz y el viajero continuaron su rumbo.

A lo largo del trayecto se encontraron a un viajero herido se llamaba Salém Nasair y era uno de los más ricos negociantes de Bagdad. Según cuenta Salem que lo habían atacado por una turba de persas y que todo lo que llevaba en la caravana se lo habían robado. Al terminar el relato, Salem les pregunta a los dos viajeros que si tenían algo para comer que cuando llegáramos a la ciudad de Bagdad le pagaban con ocho monedas de oro el pan que coma, entonces ellos buscaron entre sus mochilas unos panes y se repartieron. Al llegar a Bagdad, Nasair le dijo a Ibrahim quien le dio dinero para que pagara a Beremiz y a su viajero las ocho monedas que les corresponde por el generoso servicio.

Pero Beremiz encontró un error de la repartición del dinero y rectifico la operación dejando impactados casi a todos, de este misma manera resuelve el caso de un joyero que debía recibir cierta comisión por las ventas.

Beremiz, a más de ser un calculista original, tenía la manía de transformar las cosas más vulgares, de modo de darle forma geométrica y decía que la geometría existe y existirá siempre en todas partes hasta las formas regulares e perfectas que presentan algunos cuerpos. Como por ejemplo: las flores, las hojas, los animales, el disco del sol, el arco iris, la mariposa, en una estrella de mar, hasta el más pequeño grano de arena, etc.

Beremiz es invitado a enseñar matemáticas a una joven llamada Telassim dotada de gran inteligencia y mareada inclinación para el estudio. Así que el gran Beremiz le fue enseñando el camino de los números, las operaciones y todo lo que tenga que ver con la ciencia

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