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El Poder De La Cultura-Venezuela


Enviado por   •  7 de Abril de 2012  •  1.516 Palabras (7 Páginas)  •  729 Visitas

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El Poder de la Cultura

Orlando Zabaleta

Recurro muy poco el término “cultura” en su acepción de creación intelectual, casi reducido a las “Bellas Artes”. Comúnmente uso y disfruto el sentido más amplio del término, esa “visión del mundo” que conformamos todos, que se segmenta, se estructura y se particulariza en capas, grupos sociales e individuos.

Esta preferencia no obedece a menosprecio a la creación artística. Dios me libre.

Pero el abismo que tradicionalmente se ha construido entre el que pinta un cuadro para la próxima bienal y el que hizo la elección (elaborada e inducida por múltiples factores sociales) entre el uso del papel toilettes y la tusa, me parece un barranco no solo mal entendido, sino, peor aún, construido de mala fe.

Así que no capto muy bien la especificidad de lo que se llama “Cultura” con mayúscula, pero sí creo en un mundo, varias generaciones más adelante, donde todos “corten espigas con amor y con gracia” (como también quería León Felipe), y donde un hombre siembre en la mañana y escriba un poema en la tarde, como quería Marx.

El Mundo Cultural

Pero efectivamente sí existe una especificidad en el hacer de individuos y/o grupos que llamamos Cultura, contraponiéndolo al sentido amplio del término. Se habla incluso del “Mundo de la Cultura”, con mayúscula y demás.

Y no es tan pequeño como a primera vista pudiera pensarse.

Incluso si usted es incapaz de parir una metáfora y es sordo para las sílabas métricas; si usted desentona hasta cuando canta el “cumpleaños feliz” y lo duerme la ópera; si es daltónico y su mujer lo regaña porque ni siquiera puede combinarse aceptablemente la ropa; no piense que no tiene cabida en el “Mundo Cultural”. No. Usted puede ser “Trabajador de la Cultura”.

No crea que el Mundo Cultural se conforma mayoritariamente de artistas y creadores. Aunque nadie lleve la cuenta precisa, no sería descabellado afirmar que el Mundo Cultural apenas tiene un 10 por ciento de artistas. El resto, la mayoría, la conforman los trabajadores de cultura, los promotores de la cultura, los directores de la cultura, y una amplia red de burócratas y los metíos de siempre (que no hay actividad venezolana que no los tenga).

Y si el Trabajador de la Cultura, puede suceder, tiene cierto manejo del idioma, podría incluso hasta ascender a ser “Crítico de Arte”. Actividad, o escalafón, que puede ser remunerativo, y si no lo es, al menos conlleva el placer de ser percibido como juez, la complacencia de ser una opinión autorizada, a veces hasta temida. Usted decide. Y decidir es poder.

El Poder: prestigio y dominación

Y ya que llegamos, como siempre, al asunto del Poder. Metámosle el diente al título de esta nota.

Por más primitiva que sea una sociedad, la creación cultural es expresión de ella, y también (es lo que le importa al Poder) influencia en ella.

Así que el Poder no es inmune al Mundo Cultural. Algo tiene que hacer con él. Si es poder político, le crea un Ministerio. Si es poder económico, le crea una Fundación.

El Poder sabe que la cultura da “prestigio”. Expresa así una relación simbólica que las clases pudientes y las clases medias tienen con el arte y la Cultura.

La Cultura es símbolo de prestigio. Hasta un protohumano como el dictador Pinochet, un quema libros, se dedicó a hacerse de una colección monumental, una gigantesca biblioteca personal, valorada en millones de dólares, que por supuesto pagó el Estado chileno.

Y nuestros ricachones se hacen de colecciones personales para dejar con la boca abierta a sus invitados. Y algunos de la clase media, más modestos, se hacen de una biblioteca.

Los libros no son para leer, ni los cuadros para verlos. No estamos hablando del disfrute. Son para impresionar, para poseerlos, para mostrarlos.

El Estado, pues, hace lo mismo. Y la empresa que vende cervezas también. Y la que produce cigarrillos. Porque mientras más dañina para la sociedad pueda ser acusada la actividad de la cual uno saca el dinero, más huérfano de prestigio se haya uno y más plata hay que invertir en la imagen.

Además la Cultura significa síntesis de visiones y valores.

Por más “abstracto” que sea en la forma, consigue siempre una vía hacia (y desde) el accionar social. El Poder, por más desprevenido que sea, lo intuye. Algún burócrata, público o privado, lo sabe.

La Cultura debe ser adecuada a la propuesta social del Poder. Y puede llegar a ser domesticada. Así el Poder define estilos y contenidos, recurrencias y desarrollos.

Cultura y mercado

Recordemos algo innegable: Venezuela es un país de una gran riqueza cultural. Ha tenido

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