Fernando Savater

Fernando Savater

Yo considero que el mayor problema ético de la profesión de diseño grafico es aceptar solo encargos de empresas de moral intachable, o el hacer bien nuestro trabajo no importando el cliente, el ser moral en la ética profesional es algo que no nos implica un gasto o malgasto de tiempo o dinero en nuestro trabajo como diseñadores, si no hay ética todo es un desorden social porque hay que recordar que los medios de comunicación son creados para modificar a la sociedad sin pasarse de hecho que la finalidad social de las tareas de los diseñadores son propuestas por los que encargan los trabajos, trabajando con todos por igual aportando un grano de arena a la cultura de la sociedad. En las ventas se llevan a cabo sobornos que violan la intimidad de las personas, en la publicidad, anuncios falsos donde convencen a las personas de comprar, en el aspecto de productos garantizar la calidad, seguridad y servicio, en el aspecto de distribución como tratos exclusivos y acuerdos vinculante, en el aspecto de presentación recursos escasos, aspecto competitivo competencia desleal, aspecto de producción y adquisición de materia primas calidad e impacto ambiental. Ante estas problemáticas debemos saber escuchar y aprender reconocer el problema tomar decisiones que no afecten a los trabajadores o consumidores dejando de lado sentimientos negativos como el enojo o el poder.

El libro de Fernando Savater nos ayuda a resolver estos problemas haciéndonos reflexionar sobre el criterio que manifiesta el diseñador de que hacer lo que se quiera no se refiere a hacer lo que se le da la gana sin considerar las consecuencias que tienen sus acciones ante los demás, así que hacer lo que se quiere significa buscar la satisfacción del cliente y complacerlo en todo, teniendo en cuenta nuestros valores y contexto en el cual nos hemos desarrollado, La vida, en cambio, siempre es complicada y casi siempre complicaciones laborales y domesticas. Si huyes de toda complicación lo favorable en tu vida es buscas la gran simpleza de la vida.

Y es que buscar la buena vida no es un querer cualquiera vida como cuando uno quiere, lujos, cuadros, electrodomésticos o dinero. Es el ser feliz con la simpleza de la vida y lo sencillo que puede ser.

En este sentido diríamos que el diseñador es un egoísta al no pensar en los demás, es capaz de cometer cualquier irregularidad en lo que le pidió el cliente por satisfacerse el mismo y el más simple de sus caprichos. Estas personas y otros parecidos suelen ser considerados ególatras y desde luego no se distinguen por lo exquisito

de su conciencia ética ni por su empeño en evitar hacer el mal.

Los remordimientos de la conciencia no nos permiten actuar con tranquilidad porque son reflejos del miedo que sentimos ante el castigo que podemos merecer por nuestro mal comportamiento,

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