LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA GERENCIA EDUCATIVA

CENTRO DE INVESTIGACIONES

PSIQUIATRICAS, PSICOLOGICAS Y

SEXOLOGICAS DE VENEZUELA

Reconocido por CONICIT (1.981)

Autorizado por el C.N.U (1.991)

Gaceta Oficial N° 34678

RESUMEN

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA GERENCIA EDUCATIVA

Autores:

Chiguita, Deyanira

García, Omar

Marín, Ninoska

Romero, Ana María

Zapata, Lilibeth

La presente investigación tuvo como propósito determinar las implicaciones que tiene un gerente educativo inteligente emocionalmente. Se utilizó una monografía de tipo documental con un nivel descriptivo y analítico de los argumentos esgrimidos por los autores citados. En la parte A se exponen los referentes teóricos y conceptuales de la inteligencia emocional remontándose sus inicios con las investigaciones de Thorndike, en 1920, quien fue el primero en utilizar el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas. En la parte B se estudió la relación que existe entre inteligencia emocional y la educación, determinándose que el desarrollo de actividades que fomenten la inteligencia emocional permitirá fortalecer los recursos emocionales del alumno así como la optimización de sus habilidades sociales y personales. En la parte C se analizó la relación de la inteligencia emocional con la gerencia educativa determinándose que el liderazgo directivo con inteligencia emocional es un elemento esencial para lograr una adecuada conducción de una organización escolar, el cual ante un conflicto debe analizar: por qué se produce, como evoluciona, quienes intervienen, como intervienen, es decir situarse para poder revertirlos. Como conclusiones se expuso la importancia que tiene para cualquier institución educativa estrategias que fomenten en sus integrantes la inteligencia emocional ya que esto que permitirá mejorar las relaciones interpersonales y el cumplimientos de las actividades y objetivos establecidos.

Palabras claves: Inteligencia, emociones, gerencia; educación.

INDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN

El hombre como ser único pensante, ha desarrollado naturalmente dos tipos de mentes, una racional y una emocional; que, consecuentemente, conllevan a distintos tipos de inteligencias de la misma índole. En este sentido, es a través de la mente emocional donde surge un modo de inteligencia aplicada a los sentimientos y a la sensibilidad, que es conocida como “Inteligencia Emocional” la cual consiste en aplicar la conciencia sensible para discernir los sentimientos que subyacen en la comunicación interpersonal.

En otras palabras, el término de inteligencia emocional comprende la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás; no obstante, no implica contener o ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas. Todo lo antes expuesto, supone la forma correcta de actuar frente a una situación planteada que requiera una respuesta inmediata que la mente racional no puede suministrar.

En este orden de ideas, se puede decir que la inteligencia emocional permea todos los sectores sociales del ser humano como amor, trabajo, amistad y, por supuesto, el ámbito educativo. De acuerdo con este planteamiento, resulta necesario que los docentes aprendan a controlar sus emociones y a enfocarlas hacia la solución de los problemas bien sea académicos o conductuales; todo esto con la finalidad de que los niños, niñas y adolescentes internalicen los cambios positivos y puedan desenvolverse en la vida diaria de forma segura.

Para ejemplificar lo antes mencionado, es preciso comprender que el maestro que siempre está estresado y angustiado es un individuo incapaz de actuar de forma efectiva, manifestando por su parte, baja autoestima, irritación y coacción; menoscabando, por ende, las relaciones interpersonales tanto con sus estudiantes como con sus compañeros de trabajos y superiores. Como resultado de esto, el docente tiende a ser un profesional incompetente en el desarrollo de sus funciones.

Resulta oportuno considerar, que los educadores son modelos a seguir por sus dicentes, sobre todo en las primeras etapas de formación (Inicial - Primaria) por tanto, es menester que éstos tengan excelente dominio de sus emociones positivas y negativas, de manera que puedan orientarlas en beneficio del aprendizaje de los estudiantes. Un buen maestro es aquel cuya actuación va siempre en miras de garantizar un ambiente de trabajo armonioso, activo, protagónico y respetuoso; donde sus sentimientos negativos no afloren frente a cualquier circunstancia, sino que se conduce de forma tranquila, serena, comunicativa y reflexiva.

Sobre la base de las consideraciones realizadas, es importante desarrollar una inteligencia emocional eficaz en los educandos, tomando en cuenta que la misma está íntimamente comprometida con la formación del concepto de autovaloración y autorespeto; de manera que puedan relacionarse de forma armoniosa, empática y tolerante para que así den inicio a la construcción de una sociedad cada vez más sana emocionalmente.

Actualmente es necesario que la inteligencia emocional debe estar mediada por la capacidad de reconocer los sentimientos propios y de los demás, lo que le asigna a la gerencia educativa un sentido más humano que privilegia la capacidad de regular sentimientos propios y ajenos, direccionando las emociones hacia un pensamiento que active de manera razonable la capacidad resolutiva del gerente educativo.

En este orden de ideas, este talento se pude aprender a cultivar en las organizaciones, además es tarea del directivo, determinar si posee dichas actitudes, lo que permite desempeñar sus funciones bajo un estilo de liderazgo estimulado, visionario y transformacional, para dirigir el esfuerzo humano hacia la efectividad, tanto en los docentes como en las organizaciones educativas.

De todo esto se desprende el siguiente trabajo monográfico el cual es una recopilación documental y está dividido en tres partes las cuales son: Parte A: Referentes teóricos y conceptuales de la inteligencia emocional, Parte B: La inteligencia emocional en la educación y Parte C: La Inteligencia Emocional en la gerencia educativa En suma, el liderazgo gerencial es un asunto que incumbe

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