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LA OBESIDAD, UN DILEMA ÉTICO DEL MARKETING Y EL COMERCIO


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2021  •  Ensayos  •  2.242 Palabras (9 Páginas)  •  147 Visitas

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LA OBESIDAD, UN DILEMA ÉTICO DEL MARKETING Y EL COMERCIO

 

 

CURSO: FILOSOFÍA Y ÉTICA

SECCIÓN: S- 004

PROFESOR: PORTUGAL LARCO, VANIA

 INTEGRANTES:

Álvarez Ruiz, Walter Andreas

Berto Monte, Jhonny Daniel

Reyes Cruzado, Miguel 

Tinoco Illanes, Diego 

 

 LIMA-PERÚ

2021

La dinámica social ha cambiado sustancialmente, ni siquiera es necesario salir del hogar para comprar los alimentos, basta con hacer una llamada telefónica y cualquier pedido con comida bien sea cruda o preparada llega a la puerta del hogar. Esta coyuntura ha traído también un cambio en la forma en que las cadenas de comida rápida también llamada comida chatarra distribuyen sus productos, ya no es posible hallar estos locales llenos de gente disfrutando y compartiendo, debido a la pandemia, debe hacerse desde casa. Sin embargo, lejos de bajar las ventas, la nueva modalidad permite seguir distribuyendo sus productos, es más, se podría decir que con mayor facilidad.

Todas estas circunstancias generan una mayor propensión a la obesidad, debido como ya se mencionó, al aumento del sedentarismo y los otros factores descritos. La lógica indica que el mundo debería estar más preocupado por alimentarse mejor, es decir, sanamente, si ya no es posible realizar tantas actividades que ayudan a quemar calorías, la ingesta de comida no saludable o chatarra debería estar reducida al mínimo. La salud, el bienestar del consumidor, parece haber pasado a un segundo plano, el consumo de comida chatarra, se promociona sin que el consumidor tenga acceso, por ejemplo, a algún tipo de advertencia sobre las implicaciones de su consumo en exceso y más con hábitos sedentarios. En vista de este panorama, surge el siguiente dilema ético:

¿Resulta moralmente ético promocionar el consumo de comida chatarra sabiendo que es perjudicial para la salud del consumidor?  Como en todo dilema, existen implicados, quienes serían las personas directamente involucradas, para el caso planteado son los restaurantes, locales y corporaciones dedicadas a la venta y producción de comida chatarra, las empresas de marketing, el Ministerio de la Salud y finalmente los consumidores. Cada uno de estos implicados tiene su punto de vista, sus valores, así como su grado de responsabilidad. Veamos detenidamente cada uno de ellos. En el caso de los restaurantes, según su punto de vista, tienen la potestad de promocionar libremente el consumo de sus productos. En cuanto a sus valores, buscan generar ganancias económicas con la distribución de sus productos. Además de ello, son la fuente de empleo e ingresos de muchas familias. Por otra parte, su grado de responsabilidad en el caso es el más alto, pues ellos producen dichos alimentos a pesar del gran contenido en grasas y azúcares, además de su efecto en aumento de la grasa corporal.

Por su parte, las empresas de marketing, según su punto de vista deben dedicarse a crear campañas publicitarias que garanticen un aumento en las ventas de sus clientes, independientemente de los componentes del producto y sus posibles efectos. En sus valores tienen el deber de cumplir la función para la cual son contratadas, en su caso, ellos no producen la comida chatarra, pero se sabe que en sus campañas estos productos lucen mucho más atractivos. Por consiguiente, su grado de responsabilidad también es alto pues, tienen campañas que “generan deseos” de consumir comida chatarra. Es bien conocido que usan productos no comestibles para hacerlos ver más atractivos visualmente y generar “hambre”.

Otro implicado es el Ministerio de la Salud, ellos tienen como punto de vista advertir a los consumidores acerca de la comida chatarra y su incidencia en el aumento de la obesidad. Sus valores son: cuidar la salud de los consumidores, y señalar los peligros de mantener una dieta a base de comida chatarra. Por ende, su grado de responsabilidad es medio, ya que sus “advertencias” sobre grasas y azúcares se encuentran en productos “pre empacados”, sin embargo, en cuanto al consumo de comida chatarra preparada, encontramos pocas campañas de advertencias.

Por último, no se puede dejar de lado a los consumidores en este caso, su punto de vista sería Comer comida “rica”, rápida, comer “lo que me provoque”, ya que, según sus valores, solo se preocupan por satisfacer su hambre con este tipo de alimentos sin importar si suben mucho de peso. En consecuencia, su grado de responsabilidad también es alto, pues son los directos responsables por consumir estos productos en exceso, a parte de otros hábitos que derivan en obesidad.

En cuanto a la evaluación del caso, existen distintos marcos de referencia que resultan útiles al momento de analizar el problema.  Para tal fin, se hace necesario recurrir a la filosofía. Aunque muchos filósofos han disertado sobre la ética, la moral de la sociedad y el hombre, es interesante, resaltar lo que Santuc plantea como la supremacía de lo económico sobre cualquiera de los otros aspectos, sociales y políticos; ya que, según este autor, en una sociedad lo económico y lo político, aunque parecieran interactuar análogamente en el mismo contexto, en la realidad es la esfera de lo económico la que domina a todas en simultáneo con la política, aunque no siempre se desarrollen en la misma dirección. En el caso analizado, el deseo de los propietarios por ganar dinero con la venta de comida chatarra, la necesidad de empleo de la población y la prestación de un servicio a los clientes de la empresa de marketing aparentemente se yuxtapone a la ética y la moral. Así mismo, Nicolás Maquiavelo planteó que todo individuo está ligado a un interés egoísta y defiende su poder con virtud o valor, pero también con fortuna que no es otra cosa que aprovechar las oportunidades o circunstancias.

Para Nietzsche, el hombre es un ser egoísta y solo los que ostentan poder y posición social generan cambios positivos o negativos sobre las masas oprimidas, donde conciencia y culpa no van de la mano con la ética ni siguen lo moral. Por otro lado, Giusti plantea esta dualidad entre la ética y la moral, conceptos empleados generalmente como términos sinónimos cuando en realidad la ética se refiere a la manera en que una persona o sociedad se comporta efectivamente en la vida y la moral corresponde con los valores y normas intrínsecos de la sociedad donde se producen. Entonces, ¿Responde la libertad de los restaurantes y corporaciones de promocionar libremente la comida chatarra a la norma ética y moral de la sociedad? Hume también diserta sobre la ética y la moral en el supuesto de la buena, mala o desinteresada voluntad del hombre si obra buscando el bienestar de todos o es acaso buscando su propia satisfacción.

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