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La trama del libro de Leviathan. Thomas Hobbes


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  3.244 Palabras (13 Páginas)  •  673 Visitas

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THOMAS HOBBES

(5 de abril de 1588 — 4 de diciembre de 1679), fue un filósofo inglés, cuya obra Leviatán (1651) estableció la fundación de la mayor parte de la filosofía política occidental.

Hobbes es recordado por su obra sobre la filosofía política, aunque también contribuyó en una amplia gama de campos, incluyendo historia, geometría, teología, ética, filosofía general y ciencia política.Más tarde diría respecto a su nacimiento: "El miedo y yo nacimos gemelos", dado que su madre dio a luz de forma prematura por el terror que infundía la Armada Invencible española acercándose a costas británicas.Ha sido considerado a lo largo de la Historia del pensamiento como una persona oscura, de hecho en 1666 en Inglaterra se quemaron sus libros por considerarle ateo. Posteriormente, tras su muerte, se vuelven a quemar públicamente sus obras. En vida Hobbes tuvo dos grandes enemigos contra los que mantuvo fuertes tensiones: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. La obra de Hobbes, no obstante, es considerada como línea de ruptura con la Edad Media y sus descripciones de la realidad de la época son brutales. Estuvo siempre en contacto con la Real Sociedad de Londres, sociedad científica fundada en 1660.

Leviatán (en inglés Leviathan) –CAPITULO 17

Es el libro más conocido del filósofo político inglés Thomas Hobbes, escrito en 1651. El nombre leviathan hace referencia a un monstruo de la Biblia que posee un poder descomunal. En este libro, Hobbes establece su doctrina de derecho moderno como la base de las sociedades y de los gobiernos legítimos.

La finalidad del Estado es la seguridad individual, que se obtiene respetando la Ley Natural ( o sea la vida pacífica, dentro del contrato social, respetando las leyes, los magistrados, el gobierno). Esto se logra si el colectivo se pone de acuerdo, no sirve que lo hagan unas pocas familias o individuos. Además es necesario, imprescindible que ese colectivo le delegue el poder a un único criterio, no puede haber divisiones. Este poder debe continuarse en el tiempo, no puede interrumpirse, ya quien ese caso, se pierde la estabilidad y la seguridad. Obviamente, es difícil lograr la unanimidad en el respeto de las reglas, entonces aparece la necesidad de la coercibilidad, o sea, el poder tiene la posibilidad de llegar al uso de la fuerza si no recibe obediencia. No hay otra forma de manejar al colectivo, se respetan sus derechos, pero si no cumple con las reglas de la sociedad, necesita una sanción. Para ello el poder debe estar facultado para aplicar las medidas necesarias, que obviamente, deben ser conocidas por toda la sociedad. Quien las viola, lo hace en forma consciente, en uso de su libertad, pero recibe un castigo por ello. Esto beneficia y protege al resto del colectivo.

Quien posee el poder es el Estado y el colectivo son los súbditos.

El poder puede alcanzarse de dos formas,

- natural por decisión de los súbditos -Estado por instituciòn

-por la fuerza de las armas - Estado por adquisición

JEAN-JACQUES ROUSSEAU

(Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 – Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) fue un escritor, filósofo, músico, franco-suizo; usualmente es definido como un ilustrado, pero parte de sus teorías prefiguran el posterior Romanticismo.

Las ideas políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución Francesa, el desarrollo de las teorías Liberales, y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en su más célebre frase, contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado».

Nació en Ginebra el 28 de junio de 1712. Era hijo de Isaac Rousseau (Ginebra, 1672 - Nyon, 1747), relojero como su padre y su abuelo, y de Suzanne Bernard (Ginebra, 1673 - Ginebra, 1712), que muere el 7 de julio de 1712, a sólo nueve días del nacimiento de Jean-Jacques, ella también era hija del relojero Jacques Bernard. Huérfano de madre, a los nueve años, pasa a ser criado por su tío materno Samuel Bernard, pastor protestante, que Jean-Jacques toma como si fuera su abuelo. Su familia, de origen francés, debe exiliarse a Ginebra en 1549 a causa de la persecución religiosa. Su padre lo abandona a sus 10 años, teniendo una infancia, una educación y un debut muy difíciles. Pasa dos años en casa del pastor Lambercier, en Bossey (al pie del Salève, al sur de Ginebra) (1722 - 1724). Su tío le consigue trabajo como aprendiz de relojero, y en 1725 con un maestro grabador.

« Renunciar a su libertad, no es renunciar a su calidad de humano. »

Rousseau era, uno de los primeros seres humanos de la época al que se le ocurre la brillante idea de que hay que repensar la historia de la política como organización de la sociedad. Rousseau, trata con esta obra plantear respuestas a una serie de preguntas que podemos encontrar en sus Confesiones (1756), referentes a la naturaleza del gobierno capaz de formar al pueblo más virtuoso, mejor seguidor de la ley... y, por supuesto, responder con ello la pregunta de qué es la ley. A partir de esto, escribe una obra que, por amplia y de ideas demasiado vagas y abstractas, deja sin terminar (aprendan algunos pensadores actuales), llamada Principios de Derecho Político. Fruto de este esfuerzo, logra condensar las ideas mejor planteadas y las refunde, perfecciona y ordena en :

EL CONTRATO SOCIAL

La obra se divide en cuatro libros:

El libro primero se refiere a encontrar las condiciones las condiciones de existencia legítima de una sociedad. Comienza el capítulo I con palabras que lo dicen todo: “El hombre ha nacido libre, y en todas partes está encadenado. Hay quien se cree señor de los demás y es más esclavo que ellos. ¿Cómo se ha producido este cambio? [...]”. Finalmente, termina anticipando lo que pensaríamos que diría al final, estableciendo qué es el pacto social.

El libro segundo nos habla de ya en extenso de la voluntad general y sus características, además de referirse a la ley y su fuente, el legislador.

El libro tercero nos habla de algo muy importante: La colectividad aplica las leyes a los actos particulares, y lo hace a través del Gobierno.

Rousseau desecha la democracia como forma de gobierno, considerando críticas como:

1.- Va contra el orden natural el que gobierne el gran número en desmedro de la minoría poderosa

2.- Es imposible) que el pueblo esté permanentemente reunido, lo que conllevaría necesariamente a la representación, con la consiguiente creación y aristocratización de una clase política.

3.- Requiere altísimos esfuerzos para que todos los ciudadanos estén informados para tomar decisiones serias

4.- Requiere una gran sencillez en las costumbres de los sectores del Estado, que impidan las discuciones espinosas

5.- Se hace imposible prescindir de un importante grado de igualdad entre las clases sociales y en las fortunas, sin lo cual la igualdad social no puede sobrevivir en el derecho.

6.- Por su forma, tendiente siempre a cambiar de forma y amoldarse a situaciones sociales “inestables” dentro de los procesos históricos propios de renovaciones y revoluciones, es un gobierno muy expuesto a las guerras civiles y agitaciones internas

7.- Por último, se hace imperativa la inexistencia o escasa existencia del lujo, factor que corrompe al rico y al pobre: a uno por su posesión y al otro por su codicia.

Finalmente, en el libro Cuarto : El individuo, al aceptar el pacto social, colabora a que la voluntad general sea la voluntad de todos, dando libertad a las leyes para que sean aceptadas, aún cuando lo castiguen si viola alguna. La obligación social del contrato no se fundaría en la fuerza, ni en la autoridad natural, ni en ninguna autoridad “superior” sino que deriva, sencillamente, del libre compromiso del individuo que se obliga. El pacto social es legítimo cuando nace de un consentimiento unánime.

KARL HEINRICH MARX

(Tréveris, Prusia, 5 de mayo de 1818 – Londres, 14 de marzo de 1883) fue un filósofo, historiador, sociólogo, economista, escritor y pensador socialista alemán. Padre teórico del socialismo científico y del comunismo, junto a Friedrich Engels, es considerado una figura histórica clave para entender la sociedad y la política.

Karl Marx fue el tercero de siete hijos de una familia judía de clase media. Su padre, Herschel Mordechai (luego Heinrich) Marx, quien era descendiente de una larga línea de rabinos, ejercía la abogacía en Tréveris, su ciudad natal. Era además consejero de justicia, sin embargo recibió fuertes presiones políticas, por parte de las autoridades prusianas que le prohibieron continuar con sus prácticas legales de acuerdo a su religión y le obligaron a abrazar el Protestantismo para poder mantener el cargo en la administración de Renania. Su madre fue Henrietta Pressburg, nacida en Holanda, sus hermanos fueron Sophie, Hermann, Henriette, Louise, Emilie y Caroline.

Realizó sus estudios de Derecho en la Universidad de Bonn pero los dejó para estudiar filosofía en Berlín. Se doctoró en 1841 en Jena con una tesis titulada Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro. Pronto se implicó en la elaboración de trabajos en torno a la realidad social, colaborando en 1842 junto con Bruno Bauer en la edición de la Gaceta Renana (Rheinische Zeitung), publicación de la que pronto llegó a ser redactor jefe. Durante este período también frecuentó la tertulia filosófica de Los Libres (Die Freien). La publicación finalmente sería intervenida por la censura, y posteriormente, Marx tuvo que marchar al exilio.

EL MATERIALISMO HISTÓRICO

El materialismo histórico, al que Marx se refiere como la concepción materialista de la historia, puede ser contrastado con otras teorías de la historia (que los marxistas llamarían idealistas) que colocan el rol causal para los cambios históricos y sociales en la política, la filosofía, el arte, Dios, o cualquier otro fenómeno cultural.

Es importante destacar que en ningún momento Marx se refirió a su teoría como "materialismo histórico" y que jamás hace la distinción de éste con el "materialismo dialéctico". Esta separación resulta de suma importancia para ciertas corrientes del marxismo actual, que atribuyen esa separación dicotómica a las teorías propias de la epistemología de la Academia de Ciencias de la URSS; por tanto, políticamente identificables con el estalinismo. Desde esta óptica, tal dicotomía sería forzada ya que además de los presupuestos epistemológicos de la ontología materialista soviética (a la que el italiano Antonio Gramsci se refirió como "Materialismo Metafísico"), conlleva una visión fragmentaria que niega lo que para una escuela de filósofos marxistas es lo fundamental en la teoría de Marx, a saber, que es una visión totalizadora de la historia mediada por la praxis humana cuya única ortodoxia responde a ser una teoría consciente de su carácter revolucionario y de clase (ver Lukacs, Historia y conciencia de clase).

La visión de Marx del materialismo histórico, resalta el carácter dinámico de las relaciones sociales de tal modo que, por ejemplo el capitalismo, resulta una etapa histórica y por lo tanto transitoria en el desarrollo de la humanidad, y no un sistema estático o el producto de una evolución "natural" del ser humano.

A partir del análisis que Karl Marx realizó de la historia de la humanidad, desarrolló una concepción materialista de la historia según la cual los seres humanos cambiaban sus relaciones de producción y por lo tanto el resto de sus relaciones sociales a medida que el desarrollo de las fuerzas productivas exigían el paso de un modo de producción a otro. Los principales modos de producción serían, conceptualmente, el comunismo primitivo, el despotismo oriental, el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. Sin embargo, Marx no utiliza estos conceptos más que como guías para el análisis concreto. Marx concibió el socialismo como la etapa que sobrevendría luego de la superación del modo de producción capitalista, para luego llegar al ideal comunismo pleno.

Entre otros conceptos importantes del materialismo histórico, Marx desarrolló en distintas obras los conceptos de: modo de producción, explotación, plusvalor o plusvalía, crisis cíclicas, sobreproducción, y fetichismo de la mercancía, entre otros.

FRIEDRICH ENGELS

(Barmen-Elberfeld, actualmente Wuppertal, Renania, entonces parte de Prusia, 28 de noviembre de 1820 – Londres, 5 de agosto de 1895) fue un filósofo y revolucionario alemán.

Amigo y colaborador de Karl Marx, fue coautor con él de obras fundamentales para el nacimiento de los movimientos socialista, comunista y sindical, y dirigente político de la Primera Internacional y de la Segunda Internacional.

Pensador y dirigente socialista alemán (Barmen, Renania, 1820 - Londres, 1895). Nació en una familia burgesa, acomodada, conservadora y religiosa, propietaria de fábricas textiles y vitilvinícolas. Sin embargo, desde su paso por la Universidad de Berlín (1841-42) se interesó por los movimientos revolucionarios de la época: se relacionó con los hegelianos de izquierda y con el movimiento de la Joven Alemania. Enviado a Inglaterra al frente de los negocios familiares, conoció las míseras condiciones de vida de los trabajadores de la primera potencia industrial del mundo; más tarde plasmaría sus observaciones en su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845).

En 1844 se adhirió definitivamente al socialismo y entabló una duradera amistad con Karl Marx. En lo sucesivo, ambos pensadores colaborarían estrechamente, publicando juntos obras como La Sagrada Familia (1844), La ideología alemana (1844-46) y el Manifiesto Comunista (1848). Aunque corresponde a Marx la primacía en el liderazgo socialista, Engels ejerció una gran influencia sobre él: le acercó al conocimiento del movimiento obrero inglés y atrajo su atención hacia la crítica de la teoría económica clásica. Fue también él quien, gracias a la desahogada situación económica de la que disfrutaba como empresario, aportó a Marx la ayuda económica necesaria para mantenerse y escribir El Capital; e incluso publicó los dos últimos tomos de la obra después de la muerte de su amigo.

FERNANDO SAVATER

Filósofo y escritor español. Nació en San Sebastián en 1947 y desde muy temprana edad manifestó su inquietud en el ámbito de las letras y el pensamiento, hasta el punto de conmocionar el panorama filosófico de su país al publicar en 1972, Nihilismo y acción y La filosofía tachada. En estos ensayos, que nada tenían de juveniles, se manifestaba ya, influido por Friedrich Nietzsche y por E. M. Cioran, su empeño por innovar los modos en que discurría la reflexión en España, obsesión a la que ha sido fiel a lo largo de la incesante actividad periodística, teórica, pedagógica y literaria que desarrolla desde entonces. De otra parte, al compaginar con ingenio, acierto e ironía crítica, filosofía y escritura, Savater ha cultivado diversas pasiones que articulan sus compromisos intelectuales y su evolución como pensador. En primer término, lo que le costó un periodo de exilio voluntario en Francia en los últimos años del régimen de Franco, situado en un antiautoritarismo radical, muy próximo a las tesis anarquistas; acto seguido, alternando sus preocupaciones críticas y estéticas con las políticas, lo que descubrió su faceta como cinéfilo y mitómano ilustrado que, descreyendo de géneros y fórmulas convencionales, reivindicaba el placer como alternativa emancipatoria frente a una modernidad asfixiada por la razón. Más tarde, al conjugar sus inquietudes éticas con la elaboración de una teoría liberadora y crítica de la cultura y la política, polemizó con dureza con el filósofo Javier Sádaba, a propósito de los conflictos del independentismo vasco en particular y, en un orden más amplio, del poderoso renacer del nacionalismo y las doctrinas xenófobas, neofascistas y racistas en el mundo. En 1973 apareció Apología del sofista, título al que siguieron Apóstatas razonables (1976), Conocer Nietzsche y su obra (1977), Panfleto contra el Todo (1978), Humanismo penitente (1980) y la obra con la que conseguiría el Premio Nacional de Literatura de 1981, La tarea del héroe. Este ensayo reflejaría el acusado interés de Fernando Savater por desentrañar la ética de sus engañosos vínculos con la moral y convertirla en una empresa creativa abierta, con autonomía propia, propósito que se decantó asimismo en el ámbito de la ficción literaria. En aquellos años publicó novelas como Caronte aguarda (1981), Diario de Job (1983) y en homenaje a Robert Louis Stevenson, El dialecto de la vida (1985); estrenó textos dramáticos como Último desembarco (1987), Catón. Un republicano contra César (1989), así como ensayos de manifiesta intención divulgadora: Invitación a la ética (1982), El contenido de la felicidad (1986), Ética para Amador (1991) y, en consonancia con la exitosa línea del anterior, un atípico best-sellers en diversos países europeos, Política para Amador (1992). Polifacético, incisivo y heterodoxo, Savater es profesor en la facultad de filosofía de las Universidades de Madrid y Euskadi, tarea que compagina con su tarea como conferenciante, articulista asiduo en el diario El País y director de la revista Claves, verdadero foco de debate intelectual y filosófico.

CONCEPCIÓN ETICA DE LA POLITICA

"El problema no es la corrupción; el problema es la impunidad. El hombre libre no se pregunta qué va a pasar, sino qué está dispuesto a hacer para que las cosas pasen."

cada país tiene su propia .

Hay que vivir bien

Savater buscó el fundamento de la ética en la necesidad de vivir bien. "Es una aplicación de la libertad de los hombres, el deseo del ser humano de vivir lo mejor posible."

Indicó que la política tiene que ver con valores, pero señaló que ante los trastornos políticos y sociales no basta decir que hace falta más ética. "Si a un ministro se le da plata para hacer un colegio y se gasta el dinero en fiestas, él podrá tener un problema moral, pero la sociedad tiene un problema político. Tenemos la tentación del mal porque somos humanos, pero el problema no es la corrupción; el problema es la impunidad."

¿Qué espera Savater de los políticos? "Que sean buenos gobernantes, no excelentes personas, pero incompetentes." Comentó que si viaja a Europa en avión y le dicen que el piloto tiene Parkinson y no ve bien, pero es una persona moral porque cuida bien a sus hijos, él tiembla: "Prefiero un sinvergüenza que sepa manejar bien".

Estimó la moral como un instrumento para salvar el sentido personal de la vida -hacer mejores personas- y a la política como medio para hacer buenas instituciones. Aunque los países requieren buenas instituciones incluso para que vivan mejor las personas.

¿Hay crisis de valores? "Mientras veamos los abusos como abusos, no hay crisis de valores; ésta existiría si todo nos diera igual." Pero como hay abusos y atropellos -xenofobia, explotación-, hay que enseñar ética. Savater está preparando un diccionario del ciudadano, para mover la reflexión autónoma. "Hay razones éticas para participar en política", sostuvo.

Apuntó que los griegos llamaban idiota al que creía que podía vivir solo, abstenerse de participar en los debates que competen a todos. Y lamentó que la sociedad estuviera "llena de hiperidiotas que se jactan de ello, como espectadores de un circo, que sólo aplauden o silban".

Juzga importante dar a conocer las propias razones, ser capaces de persuadir y de ser persuadidos. Y se queja: "Vengo de un país donde todo el mundo se enorgullece de ser inmune a la persuasión".

¿Los derechos humanos son iguales para todos, en Europa y en China? "Los seres humanos nos debemos solidaridad, reconocer la humanidad de los otros; hay una ética común a todas las personas. Debemos vernos como hermanos unos a otros. Un ser humano para otro no es un objeto."

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