PENA DE MUERTE, REHABILITAR O MATAR

OLA NEOLIBERALISTA EN MÉXICO.

PREVENIR Y REHABILITAR O MATAR.

Por: Licenciado Lázaro Sánchez Sánchez.

El nuevo ambiente político y la creciente ola de inseguridad que azota nuestra sociedad trajeron consigo nuevamente el debate en que se postulan en contraposición los dos sistemas penitenciarios que a lo largo de la historia han regido las sanciones y castigos de los delincuentes a efecto de restablecer el orden y el fiel acatamiento de la ley.

Hasta antes de la reforma en 2005 a los artículos 14 y 22 de nuestra Constitución Política, propiamente en el articulo 22 de manera irónica se encontraban establecidas las garantías mínimas en protección a la vida y la integridad física, asimismo en el ultimo párrafo se legitimaba la pena de muerte para los exclusivos casos de traición a la patria en guerra extranjera, parricidio, homicidio calificado, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, piratería, y a los reos de delitos graves en el orden militar; sin embargo la pena de muerte nunca fue una realidad en México al no haber sido regulada en los Códigos Penales y Procedimentales en materia, por lo que nuestro sistema penitenciario en los últimos 92 años, se ha caracterizado por la humanista idea de la rehabilitación del delincuente; tras la política talionaria del Dictador Porfirio Díaz en los primeros años del siglo pasado en que se ahorcaba y exhibía al delincuente que se encontraba con las manos en la masa, y que con ello haya logrado rescatar del clima de pillerismio que agobió al país en esa época, llegaron las nuevas reformas estructurales en el país que contenían la influencia y tendencia democrática garantista, normas que instauraron derechos elementales que debía salvaguardar el Estado a todo individuo.

En la Convención Americana de los Derechos Humanos celebrada el 22 de Noviembre en 1969, México suscribió con reserva un convenio intencional, donde múltiples países abolieron la pena de muerte, instaurando como derecho fundamental y ponderarte aquel relativo a la “vida” , irónicamente bajo el régimen del presidente Gustavo Díaz Ordaz, pues es reconocido por su tiranía y sus métodos represores, artífice de la matanza de Tlatelolco, el 02 de Octubre negro de nuestra historia.

De 2000 al 2004 se presentaron varias iniciativas al Congreso de la Unión con el objeto de eliminar constitucionalmente la pena de muerte, ésta se logro con publicación de la reforma a los artículo 22 de la Constitución Política Federal el 9 de Diciembre de 2005 del Diario Oficial de la Federación misma que entro en vigor al día siguiente, antes el Senado de la República había ya derogado la pena capital del Código de Justicia Militar el 16 de Abril de 2004 .

La exposición de motivos de la reforma alegaba, “En la materia penal se encuentra el termómetro de los derechos humanos de un país… Aún y cuando, nuestro país es considerado como “abolicionista de hecho” en este terreno, por el tiempo que lleva de no aplicar la pena de muerte, no es menor que nos planteemos la abolición de iure de esa sanción, como algo posible en nuestro sistema normativo.

Queremos trasladar esa sanción al terreno de lo imposible, de lo criminal”

Finalmente como complemento a estas reformas el Presidente Vicente Fox Quezada ratificó dicho tratado internacional en 2005 aceptando la competencia de la Corte Iberoamericana de los Derechos Humanos.

En abril del 2009, los legisladores del Partido Verde Ecologista hicieron pública su propuesta a reformar nuevamente el artículo constitucional

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