Resumen De La Revolucion Mexicana

REVOLUCION MEXICANA

Los comienzos

1910, Francisco Madero, en el nordeste México, lanzó al país un manifiesto desde la ciudad de San Luis de Potosí. Denunciaba que el gobierno de Porfirio Díaz, estaba basado en la violencia, en la corrupción y en el fraude electoral.

Ese mismo año, Madero se había presentado en las elecciones pero fue encarcelado y sus seguidores fueron censurados. Así, Díaz había conseguido el triunfo. La victoria del oficialismo se debía al engaño y a la persecución de los disidentes.

Madero dio a conocer un plan en el que declaraba que las últimas elecciones eran nulas y que él asumiría como presidente provisional. Era preciso revisar ciertas disposiciones legales y que le habían permitido cometer gran cantidad de abusos. Era imposible pensar que el gobierno accedería a reflexionar sobre sus propios abusos. Madero convoco así: “el 20 de noviembre, todos los ciudadanos de la Republica deberán tomar las armas para echar las autoridades que actualmente gobiernan”

Su plan recorrió el territorio mexicano. Ese 20 de noviembre no sucedió demasiado, campesinos, trabajadores y miembros de las clases medias se preparaban para levantarse contra el poder central.

Los primeros alzamientos se produjeron en el norte del país liderados por Pancho Villa. A comienzos de 1911 se sumo el sur, encabezados por Emiliano Zapata. Así se inicio la revolución mexicana.

El porfiriato: consolidación estatal y modernización económica

Es necesario analizar los profundos cambios que vivió ese país desde Porfirio Díaz.

Durante su gobierno México se consolido como una nación unificada.

Para mantener la paz social y desarrollar una modernización basada en una economía liberal, Porfirio Díaz impuso un régimen político autoritario, control político que limito las libertades individuales y acoto las posibilidades de muchos para participar en política. Su ascenso al poder hasta su caída en 1911 se conoce como porfiriato.

Durante el porfiriato, el poder estatal se expandió. Los antiguos poderes regionales fueron eliminados. Las distintas regiones fueron perdiendo su autonomía a medida que el Estado nacional se fortalecía.

El poder central conto con importantes medios financieros para desarrollar su administración. Eso le permitió fundar diversas dependencias estatales, se fueron estableciendo nuevos centros administrativos, tribunales judiciales, instituciones educativas y destacamentos militares. Garantizo el orden y la obediencia al poder central, el porfiriato fue capaz de desarrollar una profunda transformación en la economía. La administración porfirista creó un ambiente favorable para las inversiones extranjeras. Con la llegada de los capitales extranjeros, México tuvo importantes cambios en sectores económicos, la explotación minera y petrolera y la producción agrícola para la exportación, avanzó en el sistema de comunicación y transportes.

La agricultura sufrió importantes transformaciones.

Todas las actividades se vieron favorecidas por el avance en la construcción de las vías de ferrocarril. Los estadounidenses se empeñaron en unir las zonas más ricas y pobladas del país con los puertos y con el sistema ferroviario de los Estados Unidos. El transporte de materias primas de exportación a ese país se realizaría con mayor rapidez y eficacia. El gobierno porfirista les otorgo concesiones, México se transformo en un proveedor de materias primas y en un mercado en el que podían venderse las mercancías de los países industrializados.

La otra cara de la modernización

La administración de Porfirio Díaz se rodeo de un grupo de intelectuales, proyecto convertir en México en una nación “civilizada” e independiente, el porfiriato construyó una nación que dependía enormemente de las inversiones extranjeras e importantes sectores de la economía estaban en manos de capitales extranjeros. La administración de Díaz no pudo lograr un desarrollo económico homogéneo, había muchas diferencias ni tampoco pudo solucionar la extrema pobreza de la mayoría de la población.

El norte era una zona fronteriza periférica y casi sin importancia económica. Se había convertido en una región agrícola y minera que exportaba su producción hacia los Estados Unidos. Su crecimiento económico se vio favorecido por el tendido de vías férreas, la llegada de inversiones extranjeras y por la existencia de abundante mano de obra.

El sur se caracterizo por una escasa diversificación agrícola, pocos cultivos, con bajas inversiones de capital y menos avances en las técnicas de producción.

Se generaron serios conflictos en el sector agrícola. El desarrollo del agro mexicano dependió muy poco de la adquisición de nuevas tecnologías. Impulsaron la sanción de leyes que les permitieron apropiarse de las tierras de las comunidades indígenas. Pudieron adquirirlas a precios muy bajos.

En 1856 se había sancionado la Ley Lerdo, que había dispuesto la venta de las tierras de labranza que pertenecían a la Iglesia. Durante la administración porfirista las expropiaciones se transformaron, a los ojos de la clase dirigente, avanzaron sobre los pueblos y comunidades.

Además de suprimir la propiedad colectiva, la administración porfirista otorgo concesiones sobre el uso del agua.

Muchos campesinos indígenas, quedaron sin su sustento y no tuvieron otra alternativa que emplearse en las grandes haciendas. Las condiciones de vida y de trabajo eran muy duras. Eran obligados a endeudarse con el propietario y no podían abandonar la hacienda hasta pagar lo que debían. Campesinos conseguían trabajo solo en temporadas de siembre y de cosecha, la mayoría era víctima de malos tratos, de jornadas de trabajo agotadoras y de pésimos salarios.

La modernización económica porfirista solo favoreció a unos pocos y se apoyó en la pobreza de la gran mayoría de la población.

Plan de San Luis de Potosí

“Numerosos pequeños propietarios, han sido despojados de sus terrenos. Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojo de un modo tan arbitrario. Tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombres libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria”

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