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SOBERANÍA AGROALIMENTARIA: DEFINICIÓN Y TAREAS PENDIENTES DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA


Enviado por   •  21 de Enero de 2014  •  1.486 Palabras (6 Páginas)  •  284 Visitas

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Una visión de la realidad

Temas para el debate político // Por César González

1 septiembre, 2011

SOBERANÍA AGROALIMENTARIA: DEFINICIÓN Y TAREAS PENDIENTES DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

Publicado en Política a 4:42 PM por César Alejandro González Castellano

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Más allá del deber del Estado de garantizar la alimentación del pueblo

Por César Alejandro González Castellano

Palabras y frases claves: Producción sustentable y sostenible. Cadenas productivas. Producción de insumos. Socialismo. Investigación. Comercialización. Formación. Consumo. Hábitos de alimentación.

INTRODUCCIÓN

Si bien en el discurso político institucional se aboga por trascender la visión productivista del concepto Soberanía Agroalimentaria, no menos es que los entes del Estado, responsables de la ejecución de las políticas agrícolas, se centran casi exclusivamente en la producción o en los elementos que contribuyen con el crecimiento de la producción: ampliación de la superficie de siembra, aplicación de tecnología depredante, etc.. Además es evidente la desarticulación institucional entre los actores gubernamentales que deben relacionar la producción (primaria, acondicionamiento, transformación), la distribución y el consumo. Esta es una tremenda debilidad estratégica del proceso político venezolano que muestra, a su vez, la poca fortaleza ideológica, teórica y política de los cuadros que dirigen las instituciones y con la cual nada o muy poco se contribuye en la consolidación del ideario socialista. Una de esas debilidades teóricas tiene que ver con la comprensión y alcance de la definición de Soberanía Agroalimentaria, tema de este documento.

El triunfo definitivo del socialismo frente al capitalismo se expresa en la inserción del ideario socialista en la conciencia colectiva, es la evidencia contundente de una verdadera, real y tangible transformación cultural, de una revolución de la conciencia individual y colectiva y de a) haberse convertido los medios de producción en propiedad de todos los miembros de la sociedad, b) que el trabajo, dentro de esa nueva relación ser humano-medio, se realiza con arreglo a un plan cuyos objetivos y metas están dirigidos a satisfacer las necesidades humanas; por lo tanto el trabajo deja de ser una actividad sin gozo y se convierte en permanente regocijo espiritual y c) que el ser humano de esa sociedad socialista sabe que con el producto de su trabajo resuelve una necesidad social, del mismo modo que otros trabajadores satisfacen alguna suya.

“La nueva sociedad socialista debe desarrollarse [al igual que lo hizo el capitalismo respecto a las estructura sociales precedentes]…mediante un proceso de subordinación de todos los elementos del capitalismo y de la lógica del capital, y mediante un proceso de inserción, en su lugar, de una lógica centrada en el ser humano” Lebowitz (2007, p. 9-10)[i]. En Venezuela, en lo que respecta a la agricultura y después de 11 años de revolución, ese “proceso de subordinación” es extremadamente primitivo, precavido y timorato. La concepción de la producción agropecuaria, forestal y pesquera como modelo industrial de producción, distribución y transformación de alimentos sigue prevaleciendo y, en gran medida, en manos de sectores adversos. Grandes cantidades de biocidas, que se compran a las trasnacionales golpistas, por ser recomendados por los técnicos de nuestra revolución, se siguen incorporando a los suelos; el uso intensivo de maquinaria evidencia la lógica capitalista del monocultivo, por señalar algunos indicadores de la realidad agrícola.

Buscando una respuesta a la pregunta de cómo avanzar en la construcción del socialismo, Lebowitz (2007, p. 9, ob.cit) nos propone reflexionar, citando a Meszaros, en que en la “…dialéctica compleja de producción-distribución-consumo ninguna parte puede actuar por su cuenta. Es necesario reestructurar radicalmente el conjunto de estas relaciones, si pensamos que el socialismo como el capitalismo es <una estructura de la sociedad en la cual todas las relaciones existen simultáneamente y se apoyan unas a otras (Marx)>”.

Al decir “reestructurar radicalmente el conjunto de esas relaciones” se reconoce que la estructura es un conjunto de componentes interdependientes, cuya existencia individual depende de las demás: la agroindustria requiere de una agricultura fortalecida, de la misma manera que el sistema de transporte amerita de ambas, la agricultura de un sistema de producción industrial de insumos, etc.

En el contexto de lo anterior se inscribe, especialmente la cuestión agroalimentaria, sobre la cual debemos sentenciar: sin Soberanía Agroalimentaria no será posible construir una sociedad socialista; sí no somos capaces de subordinar la lógica capitalista que concibe la producción de alimentos como medio para incrementar la ganancia (el hambre una mercancía) a la lógica socialista de producir alimentos para cubrir los requerimientos

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