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A Colonización Portuguesa Del Brasil, 1500-1580 / H. B. Johnson


Enviado por   •  4 de Junio de 2013  •  3.338 Palabras (14 Páginas)  •  1.469 Visitas

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H. B. Johnson

Capítulo 8 La colonización portuguesa del Brasil, 1500-1580

Paradójicamente, la primera alteración en lo que se iba a convertir el imperialismo de la Europa moderna, emergió de una sociedad encontracción. Portugal, como el resto de Europa, había sufrido un grave descenso de población a mediados del siglo XIV; el consiguienteabandono de las tierras marginales, junto con la despoblación de ciudades y pueblos, había creado una clásica «crisis feudal» en los altosestratos de una sociedad económicamente oprimida por la pérdida de muchas de sus rentas habituales. En otras partes de Europa, esta crisistuvo el efecto de lanzar a miembros de la nobleza en expediciones de pillaje en busca de botín y nuevas fuentes de ingresos; la conquista portuguesa del puerto marroquí de Ceuta en 1415 debe considerarse con atención dentro de este aspecto. Pero Ceuta y la visióncomplementaria de un sugestivo imperio del Norte de África, resultó ser un callejón sin salida.En cambio, el empuje portugués se desvió hacia el oeste, adentrándose en el mar y bajando la costa de África. Aquí la resistencia fuemínima.

La aproximación tradicional a estas exploraciones se ha atribuido (al menos antes de 1460) casi exclusivamente a la inspiracióndel príncipe Enrique «el navegante». Pero, aunque Enrique fomentara estos descubrimientos para crear un

appanage

ultramarino para símismo, implicaba también a otros miembros de la familia real, además de numerosos seguidores de su corte. Igualmente importante fue la participación de miembros de la comunidad mercantil italiana en Lisboa (naturalizados o no), que aportaron al proceso su pericia yconexiones mediterráneas. Sin embargo, la acometida exterior portuguesa no se limitó a bajar la costa oeste de África, aunque finalmentese probó su importancia. Estas navegaciones les llevaban inevitablemente a entrar en contacto con las islas del Atlántico, cerca de Ma-deira y las islas Canarias primero, con las Azores y Cabo Verde después. Fue la experiencia portuguesa aquí, incluso más que en África, laque creó el modelo empleado después en la colonización de Brasil.

Según se encontraron estas islas o grupos de islas, fueronincorporándose progresivamente dentro de un sistema económico centralizado en Lisboa, que era dirigido conjuntamente por la corte portuguesa y los ricos comerciantes (algunos de origen italiano) de la capital.Los portugueses habían evitado, por norma, cualquier intento de colonización significativa a lo largo de la costa: la población nativa erademasiado densa para ser dominada fácilmente, y la zona era poco atractiva ecológicamente. Para explotar la costa, eligieron en cambio unmodelo que adoptaron de las ciudades comerciales italianas mediterráneas de fines de la Edad Media. Aquí la clave constitucional era lafactoría

(feitoria)

o fortaleza comercial. Ésta está defendida por la guarnición del castillo encabezada por un caballero y administrada por un factor

{feitor)

o agente comercial encargado de las compras a los comerciantes nativos o jefes. Finalmente, cuando llegaron a la India(Vasco de Gama, 1498) el sistema que los portugueses impusieron, fue el «africano». Encontrándose con una cultura en su «edad de oro»,difícil de penetrar o conquistar, recurrieron a la implantación de un «imperio» basado en factorías, defendido por patrullas marítimas paracontrolar los barcos sin licencia que navegaban en su zona. Brasil, «descubierto» en el curso del segundo viaje a la India, presentaba unaimagen más ambigua. Solamente en posteriores exploraciones se fue mostrando gradualmente la auténtica naturaleza de Brasil. Tratado dela misma manera que la costa africana en sus primeros 30 años, se colonizó posteriormente según el modelo de las islas atlánticas.

Descubrimiento y primera exploración El período de las factorías

Solamente en posteriores exploraciones se fue mostrando gradualmente la auténtica naturaleza de Brasil. Tratado de la misma manera quela costa africana en sus primeros 30 años, se colonizó posteriormente según el modelo de las islas atlánticas. Para el desarrollo de los pocos productos comerciales que se podían encontrar (palobrasil, monos, esclavos y loros), la corona optó por arrendar Brasil a un consorcio decomerciantes de Lisboa encabezado por Fernáo de Noronha, que era ya importante en los mercados de África y la India. Se desconoce larentabilidad de estos viajes, pero cuando el contrato del grupo expiró en 1505, hay signos evidentes de que la corona asumió directamenteel control comercial de Brasil, tal como hiciera al mismo tiempo con respecto al comercio de la India.

Restablecido de este modo el controldirecto de Brasil por parte de la corona en 1506, duraría hasta 1534, cuando de nuevo las tierras fueron arrendadas, no como en un principio, a mercaderes para comerciar, sino más bien a los señores de la tierra con el propósito de colonizar. Durante los años deintervención real en la explotación (1506-1534), la corona portuguesa continuó ajustándose al modelo que había funcionado en Áfricadurante el siglo XV, por ejemplo, manteniendo las factorías reales en un número de puntos estratégicos a lo largo de la costa, peroconcedió licencias a barcos privados para comerciar con los nativos bajo sus auspicios.Sin embargo, el interés por Brasil no era exclusivamente de tipo económico. Representaba también un problema geopolítico para los poderes ibéricos. Si, como muchos pensaban, era una isla realmente grande (aunque relativamente pobre), ¿se podría inspeccionar sucontorno en busca de un paso hacia el oeste, hacia las islas de las especias de las Indias Orientales, mucho más lucrativas? Más importanteque el resultado final de los sondeos españoles bordeando Brasil, fue la ilegítima intromisión de los franceses en el comercio de palobrasil.La respuesta inicial portuguesa fue aplicar las tácticas que tan bien habían funcionado en el océano índico: enviar una flota para patrullar elmar con instrucciones de apresar o destruir los barcos extranjeros sin licencia. En contraste con los castellanos que aceptaron las bases jurídicas de las reclamaciones portuguesas y cuyas discusiones versaban solamente acerca de las lindes, los franceses constituían un

desafío fundamental para los derechos exclusivos de Portugal sobre Brasil. Éstos reposaban, como en África, en las bulas papales queencarnaba la tradición canonista medieval sobre la jurisdicción universal del papado sobre el mundo.

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