Caldea,Babilonia Y Asiria

INTRODUCCIÓN

El ser humano desde el momento de su origen y evolución empieza a mostrar ciertos comportamientos sociales, precisamente esta característica es la que le confiere la posibilidad de sobrevivir al encontrarse apoyado y protegido por otros.

Se dice que las primeras sociedades humanas verdaderamente organizadas se desarrollan en la zona conocida como Mesopotamia es decir “tierra entre ríos”, zona entre los ríos Tigris y Éufrates. El principal motivo del florecimiento de estas civilizaciones, es la fertilidad de los suelos sin dejar de lado el clima bastante favorable. Surgen grupos humanos incipientes también en otras zonas del cercano oriente.

Es interesante estudiar como desde estos tiempos ya los humanos empiezan a determinar la importancia de garantizar el ordenamiento para poder avanzar y sobrevivir. Para ello deben aparecer personajes que se encarguen de promover la convivencia, tal es el caso de los sacerdotes. Los sacerdotes surgen como respuesta a la conciencia de que existe un ser superior que vela por todo y todos y que por lo tanto debe ser respetado. Por lo tanto el papel principal de los sacerdotes es dar a conocer a los humanos cuales son los planes de dios. El papel de estos sacerdotes con el paso del tiempo se ve acompañado por el de un gobernante mejor conocido como rey.

Ya desde este génesis de la civilización se empiezan a plantear ciertas reglas o normas con el propósito de ordenar y de hacer cumplir la voluntad de dios. Aparecen entonces códigos con toda una serie de obligaciones, derechos y amonestaciones para el incumplimiento de estos. Inclusive dependiendo de la falta el castigo podía ser hasta la muerte. Es interesante como se regulaban las relaciones familiares, comerciales, penales, entre otras. Además se resaltan los roles ya asignados para mujeres, hombres, pobres, ricos, pueblo y gobernantes.

El sistema de gobierno se forma utilizando a las clases inferiores para mantener a las superiores en un buen nivel de vida, y el objetivo principal de todo gobernante es abarcar cada vez más territorios para aumentar sus terrenos y por tanto su poder.

En síntesis el derecho y su aplicabilidad empieza a surgir junto con la vida más social y civilizada del ser humano, pues al convivir aparecen contrastes de opiniones e intereses, En este florecimiento del ser humano como ser social, es en donde se resaltan las sociedades de Caldea, Babilonia, Asiria, Fenicia y Judea.

CALDEA

GÉNESIS DE CALDEA.

La localización geográfica de Caldea es el delta común a los ríos Tigris y Éufrates, en donde existía una increíble fertilidad por lo tanto existe un abundante desarrollo agrícola. Alrededor del año 4000 a.C, habitantes de los altiplanos situados al noreste inician el poblamiento de esta zona. Los centros caldeos se encuentran agrupados en estrecha vecindad, en las márgenes de las desembocaduras múltiples de ese delta; y como ambos ríos se confunden y se dan recíprocamente sus aguas, la comunicación fluvial es estrecha y fácil. La historia del Caldea gravita en sus relaciones con los nómadas de Arabia, también con las gentes de Elam, pueblo parcialmente sedentario que estaba compuesto por un fuerte grupo de hombres de bosque y montaña, que le daban una gran potencia cuando se lanzaban a la guerra. Además tenían gran dependencia de Asiria región creada por Caldea. Todo el territorio se encontraba repartido entre quince o veinte ciudades-estados perfectamente independientes unas de las otras, desde el punto de vista político, teniendo todas, una misma cultura, un mismo lenguaje y siendo interdependientes económicamente. El centro de cada una de estas ciudades los constituía el Temenos sagrado: recinto en el cual se encontraban los templos del dios de las ciudades y otras deidades importantes. Cada uno de los dioses personificaba verdaderamente una seria de fuerzas mágicas, como las ideas de la vida, la muerte y la reproducción, que encontraban su máximo exponente en los ritos agrícolas, como la siembra y la posterior cosecha. Los actores que daban fuerza y vitalidad a los dioses eran los sacerdotes como representaciones de la divinidad a la cual los hombres debían servir y agradar, para recibir favores del dios que era el dueño y seños del territorio que se habitaba.

Los documentos más antiguos son las cuentas que estos sacerdotes llevaban de las entradas del templo. El templo era el centro de las actividades de la ciudad, y la organización económica más poderosa de la misma. El dios era el más fuerte capitalista del conglomerado y su templo era un inmenso banco que hacía préstamos que se hacían en granos o metálico a los habitantes. El dios era más rico, cuanto más fieles fueran los creyentes y los sacerdotes; después de cada uno de los préstamos concedidos, exigían que se mostrara al dios agradecimiento por el favor económico deparado, que previamente se fijaba y que había de retornarse como limosna, eso sería lo que en la actualidad llamaríamos intereses de préstamo de dinero.

En el año 3000 a.C junto a la deidad había surgido un gobernante, que empezó a denominarse rey, quien era probablemente una desviación de la clase sacerdotal. Aparecen documentos y tablillas que oprimen al grupo sobre el cual reinaba.

A pesar de sus males el rey representó funciones económicas que eran básicas para el desenvolvimiento de la cultura sumeria (antepasados de Caldeos).Tenía en su poder el gobierno netamente civil y el dominio militar. El poder se concentraba en cuidar que las clases con intereses en conflicto no se consumieran a sí mismas, además de coadyuvar en el desenvolvimiento de la empresa privada y en el crecimiento del país. Los monarcas tenían intensas actividades económicas respaldadas en que recibían de los dioses los planos para todo lo que creaban. El monarca aceleró el crecimiento de la riqueza, que se guardaría como alimentos o en otros bienes económicamente valorables. Con esto pudo paras a sus ministros, músicos, cortesanos y hombres de armas. El ejército cuidaba de la ciudad, de sus campos de agricultura y de los rebaños, de los ataques de los nómadas bárbaros.

Pero surgen disputas cada vez más agrias en cuanto al uso de las tierras y disfrute de las aguas de los ríos. Además de dependía del comercio exterior para poder subsistir que se introducía por medio de los ríos. La incongruencia provocaba guerras al igual que los conflictos provocados por sucesiones dinásticas. Muchas de las tablillas encontradas contienen los relatos de estas guerras entre ciudades y los tratados celebrados entre ellas. La tendencia de cada uno de los reyes era obtener la hegemonía del poder y abarcar en su órbita a todas las ciudades-estado vecinas. Sin embargo

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