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Carlos Magno Y Julio Cesar


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2013  •  2.071 Palabras (9 Páginas)  •  503 Visitas

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¿Qué pudieron haber tenido en común Alejandro Magno, César Augusto y Carlomagno? Además de compartir el hecho de haber marcado un precedente en la historia de las sociedades de sus respectivas épocas, estos tres personajes también compartieron la forma en la que lograron retomar y unificar civilizaciones que estaban a punto de colapsar y darse por perdidas, a través de la audacia, las estrategias, la popularidad y el sentido de poder que los caracterizaron como líderes respetables y honorables dignos de obediencia y servicio.

Pero no sólo son ellos quienes tienen aspectos en común. Las sociedades en las que vivieron también. Tanto el imperio helenístico, el imperio romano y el imperio carolingio sufrieron el mismo proceso por el que todas y cada una de las civilizaciones a lo largo de la historia han experimentado, proceso en el cual una civilización comienza a nacer, a desarrollarse y a crecer, llegando poco a poco a la cúspide de la grandiosidad que hace que sobresalgo del resto de sociedades y a partir de la cual inicia a descender, algunas veces incluso de manera violenta y forzada, hasta que por fin la sociedad es sustituida por otra o simplemente es enterrada en el olvido.

Y es, precisamente, a partir de la cúspide y del momento de esplendor cuando empiezan a surgir los primeros inconvenientes para quienes están a la cabeza de sus sociedades, como enfrentarse a los problemas de manejar tantas riquezas o tantos territorios conquistados o a los problemas de invasiones y guerras contra pequeñas o grandes ciudades. Además de agentes externos como estos, existen otros conflictos de orden interno que debilitan la estabilidad de una sociedad en desarrollo, como es el caso de la difícil tarea que un dirigente tiene a la hora de elegir al mejor candidato que sepa sucederlo en el poder y conservar los ideales de su predecesor.

En las próximas paginas hare un recuento del contexto en el que se desarrollaron estos tres personajes, los grandes aportes que dejaron a la humanidad y los problemas de sus sucesiones, que lamentablemente fueron uno de los detonantes para el debilitamiento de sus imperios.

Alejandro Magno y el imperio helenístico

Luego de la caída de Grecia, a causo de las muchas guerras que la destruyeron, un reinado que de cierta forma era subestimado por sus vecinos, comenzó a interesarse por recuperar los vestigios de una civilización tan importante e influyente, como la griega. Fue el reinado de Macedonia, al mando de Filipo II, el encargado de rescatar el legado de Grecia y sobretodo de la ciudad de Atenas, que admiraban tanto los macedonios.

A la muerte de Filipo II, le sobrevivió su hijo Alejandro Magno, un joven bien educado y entrenado para la guerra y para crear estrategias de combate excepcionales que lo dotaron de tanto respeto y admiración entre sus compañeros y subordinados en la batalla, y que pronto se erigió como rey sucesor de su padre Filipo.

Fue gracias a su excelente entrenamiento como soldado de batalla y a las ganas de ver realizado su sueño de ver a todo el mundo conocido hasta entonces formar parte de una sola y gran nación formada por sociedades multiétnicas que supieran asimilar el importante legado de la Grecia que el tanto admiraba, que el joven Alejandro Magno decidiera ir mas allá de conquistar y revivir Grecia, sino que también decidió que sería una gran idea expandir e implantar en cada lugar conquistado la condición de que dichos pueblos se helenizaran. De ahí el nombre de su imperio.

Las numerosas y exitosas campañas de expansión y conquista que se lograron gracias al liderazgo de Alejandro Magno, dieron como resultado la unificación de pueblos tan diferentes cultural, política e ideológicamente. El imperio llego a alcanzar dimensiones enormes, pero gracias a la popularidad y a las políticas de conquista que caracterizaron al joven Alejandro, la cultura griega llego a ser difundida a lugares como Egipto, Persia, Mesopotamia hasta los confines del mundo que Alejandro conocía, llegando incluso hasta la India.

Después de conquistar las civilizaciones de oriente, Alejandro Magno tuvo las intenciones de regresar a occidente y expandir también ahí los límites de su enorme imperio helenístico, pero sus deseos no pudieron cumplirse debido a su repentina muerte durante su regreso a las tierras desde donde había partido antes de haber logrado la creación de su gran imperio.

Lamentablemente, antes de su pronta muerte no pudo dejar una descendencia que lo sucediese en el poder, tal como él lo hizo a la muerte de su padre Filipo II, y tampoco pudo dejar clara su decisión de que a quien le correspondería heredar su legado y dirigir su gobierno a continuar la expansión de la cultura griega, pues en su lecho de muerte expreso que heredaría su imperio “al más fuerte” de sus generales que lo acompañaron durante todo el recorrido por su mundo unificado y helenizado, como lo fueron Tolomeo, Seleuco y Antígono.

Esa ambigua decisión provoco que a su muerte una serie de disputas entre sus generales más poderosos desestabilizara la unión entre los pueblos que el mismo logro. Así su sueño de ver a tantos pueblos fusionados por una sola forma de pensar y contagiados por la cultura griega solo logro ser realidad hasta su muerte.

César Augusto y el imperio romano

Luego del asesinato de su padre adoptivo y último gobernador de la república romana, Julio Cesar, el joven Octaviano, mejor conocido como Augusto Cesar, recibió una gran tarea. No solo le correspondió suceder a Julio Cesar, sino que también le toco rescatar a la historia romana de lo que pudo haber sido un desastroso final causado por guerras civiles y por las codicias de poder.

Claro que la misión no le resulto tan fácil, pero gracias a su ingenio político y militar logro ir creciendo en poder e influencia. Al iniciar su temprana carrera como gobernador de Roma, tuvo que compartir su poder con los otros dos integrantes del segundo triunvirato romano, Marco Antonio y Lépido, quienes poco a poco y con gran astucia fueron destituidos por el joven e inteligente Augusto Cesar. Una vez convertido en el único gobernante de Roma, se encargo de instituir en Roma, uno de sus mayores aportes a su sociedad: la Pax Romana.

Durante su gestión procuro agradar al Senado, aunque solo haya sido un disfraz de la realidad, pues era él quien en realidad

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