Causas Externas

Independencia

Una de las causas externas que influyeron para la Consumación de la Independencia fue que Napoleón y sus ejércitos se quedaron en campaña en Rusia y abandonaron a España y las guerrillas españolas exigieron la convocatoria a la Corte Española (reunión de diputados) y la elaboración de una Nueva Constitución. Esta fue totalmente democrática y abolía el absolutismo monárquico que hasta entonces había. Esta Constitución fue redactada en el Puerto de Cádiz en 1812, fue herencia de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa y constaba de diez títulos que estaban divididas en 384 artículos y entre los puntos más importantes establecía lo siguiente:

Ø La soberanía del pueblo español residía en el pueblo y no en el rey, así pues el soberano es el pueblo, no el monarca.

Ø Que a partir de la Constitución ya no sería facultad del monarca la elaboración de leyes, sino de los representantes del pueblo reunido en la Corte de Cádiz.

Ø Las colonias y en consecuencia la Nueva España, deberán nombrar sus representantes a la Cortes.

Ø Todos inclusive los antes privilegiados nobles, deberán pagar impuestos de acuerdo con sus ingresos.

Ø La educación pública dejaba de ser patrimonio exclusivo de la iglesia y a partir de la promulgación de la Constitución, pasaba a ser obligación del Estado, por lo menos las primeras letras.

Esta Constitución fue promulgada en España el 19 de marzo de 1812 y en la Nueva España el 30 de septiembre de 1812. Pero como aún es España no ocurría la Restauración de Fernando VII (fue restaurado hasta 1814) el Virrey de la Nueva España, Francisco Javier Venegas no estaba de acuerdo con dicha Constitución pretextó el tener que esperar a recibir las órdenes de un inexistente monarca para poder poner en práctica la mayoría de los acuerdos.

Pero como una vez que Fernando VII volvió al trono no juraba la Constitución y no la hacia cumplir un grupo de militares masones, fuertemente influidos por los “Derechos del hombre” , se reunieron en juntas secretas de sus logias, y bajo las ordenes del general Rafael del Riego y el Batallón de Asturias secundados por las tropas de los generales también masones Antonio Quiroga, Francisco Espoz y Mina y Juan de O´Donojú, ocuparon el Palacio Real y obligaron a Fernando VII a jurar cumplir la Constitución de Cádiz de 1812 , el 7 de marzo de 1820.

La Constitución de Cádiz en la Nueva España

Las noticias corrieron el la Nueva España y los generales Riego, Quiroga y O´Donojú , llegaron a la Nueva España en marzo de 1820 y en abril se supo que Fernando VII había aceptado jurar la Constitución de Cádiz, lo que provoco el disgusto en el virrey Juan Ruiz de Apodaca entonces en funciones en la Nueva España. Los criollos liberales con un inusitado júbilo recibieron la noticia Entre ellos se encontraban: Vicente Guerrero y Pedro de Ascencio que seguían luchando en el sur.

Algunos militares que también habían abrazado la masonería y los profesionales españoles exigieron al virrey Apodaca que obedeciera a Fernando VII e inmediatamente jurase, promulgase y cumpliese la Constitución de 1812 a partir del memorable 31 de mayo de 1820 se obtuvieron en la Nueva España los siguientes acuerdos.

Ø Se abolió la Santa Inquisición.

Ø Se decreto la absoluta libertad de pensamiento, la libre expresión de las ideas y como consecuencia de lo mismo la absoluta libertad de imprenta.

Contando ya con la colaboración del virrey Apodaca, de los gobernantes y otras autoridades que ya habían abrazado la masonería todos los sacerdotes empezaron a hacer desde el púlpito de todas las iglesias tenaz y feroz propaganda en contra de la Constitución de Cádiz.

Dicha Constitución obligaba los aristócratas que compartían privilegios con el virrey a no usar más estos privilegios y tener que pagar igual que cualquier comerciante el tanto por ciento que les correspondiese por concepto de impuestos. A su vez la Constitución le reducía su diezmo a la Iglesia a solo la vigésima parte y se limitaban los envíos periódicos de fuertes sumas de dinero a la Santa Sede.

De acuerdo con la Constitución de Cádiz el pueblo de la Nueva España tenía que nombrar a sus representantes en la Corte entre uno de los más destacado defensores del pueblo Don Andrés del Río quien gestionó la libertad de los insurgentes: Nicolás Bravo, Ignacio Rayón y el doctor Sixto Verduzco. Tal fue su enojo del virrey Apodaca que nombró al General Agustín de Iturbide que era uno de los realistas más sanguinarios de la Nueva España.

Iturbide al frente de tres mil quinientos soldados salió de su cuartel general en Teloloapan seguro de vencer a Vicente Guerrero y a Pedro Ascencio. Pero no contó con la astucia de Pedro Ascencio el cual lo derroto y tuvo que huir. Así mismo Vicente Guerrero derroto en Acapulco al regimiento que comandaba Carlos Moya.

Al ser derrotado Iturbide mando una carta a Don Vicente Guerrero ofreciéndole cooperar con él e incluso hasta servir a las órdenes del propio Guerrero siempre y cuando éste aceptase continuar los vínculos con España y que la Nueva España siguiese siendo una monarquía.

A lo cual Vicente Guerrero contestó con una carta sencilla y enérgica, cuyo párrafo principal dice así:

“ No insista, ni me mote de impolítico, porque ni me ha de convencer nunca a que abrace el partido del rey, sea el que fuere, ni me amedrentan los millares de soldados con quienes estoy acostumbrado a batirme. Obre Ud. Como le parezca, que ya la suerte decidirá, y me será más glorioso morir en la campañas que rendir la cerviz al tirano”.

Iturbide comprendió que Guerrero no era sensible a las ambiciones, al poder y al dinero. Para demostrar su

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