ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Divicion Del Imperio Romano Oriente Y Occidente


Enviado por   •  23 de Octubre de 2013  •  537 Palabras (3 Páginas)  •  680 Visitas

Página 1 de 3

Con la victoria de Octavio sobre Marco Antonio, la República se anexionó de facto las ricas tierras de Egipto, aunque la nueva posesión no fue incluida dentro del sistema regular de gobierno de las provincias sino convertida en una propiedad personal del emperador legable a sus sucesores. A su regreso a Roma el poder de Octavio fue enorme, tanto como lo fue la influencia sobre sus legiones.

En el año 27 a. C. se estableció una ficción de normalidad política en Roma, otorgando a Augusto, por parte del Senado, el título de Imperator Caesar Augustus (emperador César Augusto). El título de emperador, que significa «vencedor en la batalla», lo convertía en comandante de todos los ejércitos. Aseguró su poder manteniendo un frágil equilibrio entre la apariencia republicana y la realidad de una monarquía dinástica con aspecto constitucional (Principado), en cuanto compartía sus funciones con el Senado, pero de hecho el poder del príncipe era completo. Por ello, formalmente nunca aceptó el poder absoluto aunque de hecho lo ejerció, asegurando su poder con varios puestos importantes de la República y manteniendo el orden sobre varias legiones. Después de su muerte, Octavio fue consagrado como hijo del divus (divino) Julio César, lo que lo convertiría, a su muerte, en dios.

En el plano militar Augusto estableció las fronteras del Imperio romano en lo que él consideraba debían ser sus límites máximos de extensión al norte; el limes Elba-Danubio. Asimismo, finalizó la conquista de Hispaniadoblegando a las últimas tribus del norte de las montañas cantábricas: cántabros y astures, que permanecían aún al margen del control militar romano. Esta sangrienta lucha final sería conocida como las Guerras Cántabras. Tan difícil fue la tarea que Augusto se trasladó personalmente con toda su corte a la península Ibérica estableciendo Tarraco como capital provisional imperial. En este periodo la urbe experimentó un gran crecimiento urbanístico. Hacia el 17 a. C. Hispania pasa a dominio romano por completo, y su territorio queda organizado en 3 provincias: Lusitania, Tarraconensis y Baetica, además de la provincia Transduriana, que organizaba los territorios recién conquistados del Noroeste, de cuya existencia tenemos noticia por un epígrafe recientemente descubierto en el Bierzo: el Edicto del Bierzo.

Al norte, Augusto también obtuvo grandes victorias y anexionó Germania Magna, con lo que el Imperio se expandió hasta el río Elba. Pero esta situación no duraría mucho: Augusto confió la dirección de la provincia a un inexperto gobernador, Publio Quintilio Varo. Su ineptitud y su escaso entendimiento de las culturas locales, nada acostumbradas a plegarse ante un conquistador, incrementaron los recelos de los lugareños. Así fue como en 9 a. C. una revuelta protagonizada por Arminio aniquiló las 3 legiones de Varo en una brutal emboscada conocida como la batalla del bosque de Teutoburgo. La reacción romana permitió evacuar no sin problemas el resto de cuerpos militares acantonados en Germania. Augusto, escandalizado ante el desastre militar, exclamaría: «¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!». Finalmente, y a pesar de los deseos iniciales de Augusto, las legiones se retiraron a defender el frente del Rin. Así el sistema de limes septentrional se mantendría estable hasta el colapso del Imperio en la menos firme frontera Rin-Danubio. Augusto recomendó a su sucesor Tiberio que no tratara de extender más allá sus dominios

...

Descargar como  txt (3.4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
txt