ENCUBRIMIENTO DE LA MATANZA DE CAYARA

Amnistía Internacional

PERÚ

ENCUBRIMIENTO DE LA MATANZA

DE CAYARA

Noviembre de 1994

Índice AI: AMR 46/15/94/s

Distr: SC/CC

SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO

TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA

1 Quienes busquen un relato más pormenorizado de la matanza de Cayara, la posterior «desaparición» o

ejecución extrajudicial de nueve testigos y la impunidad que rodeó todo el caso, remítanse a los documentos

Perú: The Cayara massacre, índice AI: AMR 46/56/89, de septiembre de 1989; Perú: Derechos humanos en un

clima de terror, índice AI: 46/56/91/s, de noviembre de 1991; Amnistía Internacional Informe 1993, índice AI:

POL 10/01/93/s; Amnistía Internacional Informe 1994, índice AI: POL 10/02/94/s; y el informe de la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos, Demanda e Informes Sobre el Caso Cayara, OEA/Ser.L/V/II.83, del 12

de marzo de 1993.

2 Si desean documentarse sobre las circunstancias que rodearon el homicidio de Martha Crisóstomo,

remítanse a Perú: Ejecución extrajudicial de Martha Crisóstomo García, Acción Urgente 348/89, Índice AI AMR

46/68/89/s, septiembre de 1989.

Amnistía Internacional, noviembre de 1994 Índice AI: AMR 46/15/94/s

PERÚ

ENCUBRIMIENTO DE LA MATANZA DE CAYARA

Amnistía Internacional ha obtenido nuevos datos relativos a la matanza de Cayara, en la que

el ejército es presuntamente culpable de haber ejecutado extrajudicialmente a alrededor de una treintena

de campesinos en mayo de 1988. La información recibida apunta a una operación de encubrimiento

coordinada por diversos altos cargos del gobierno y un civil, e incluye denuncias según las cuales estos

individuos colaboraron en los preparativos de la presunta ejecución extrajudicial de testigos de la

matanza1.

En marzo de 1994, el doctor Carlos Escobar Pineda, ex fiscal especial que investigó la matanza

de Cayara, se remitió por escrito a Amnistía Internacional para informar a la organización de que, en

1988, Martha Crisóstomo García se había puesto en contacto con él en la localidad de Ayacucho para

pedirle protección; Martha era un testigo presencial de la matanza. Anteriormente, Martha Crisóstomo

había sido trasladada por su seguridad de Cayara a Ayacucho. Le pidió al doctor Escobar su traslado

a Lima, la capital, ya que en Ayacucho seguía temiendo que la mataran en represalia por haber

testificado ante él )Carlos Escobar) durante las investigaciones. El doctor Escobar asegura que remitió

la solicitud de Martha Crisóstomo a la sede central del Ministerio Público, y que posteriormente un alto

cargo de dicho ministerio le comunicó que había trasladado la solicitud a su superior. Pese a ello, el

doctor Escobar afirma en su carta que no se ha adoptado ninguna medida concreta que ofrezca

garantías de que realmente fue tramitada dicha solicitud y que, como consecuencia de esta negligencia

en el cumplimiento del deber, se produjo el homicidio de Martha Crisóstomo2.

El verano de 1994, Gustavo Gorriti, periodista peruano dedicado a la investigación, publicó un

artículo en Estados Unidos, en la revista Covert Action Quarterly. En el periódico peruano La

República apareció una traducción al español de dicho artículo el 4 de julio de 1994. En él, Gustavo

Gorriti trata de la matanza de Cayara y de la operación de encubrimiento que vino a continuación, que

incluía el homicidio posterior de testigos clave.

El artículo señala que, entre 1990 y 1992, Gustavo Gorriti realizó entrevistas a militares de alto

rango dentro del Ejército del Perú en las que obtuvo información sobre el caso de Cayara. Según el

autor, el alto mando del ejército «intervino para ayudar con el encubrimiento». Entre los que

2 Perú: Encubrimiento de la matanza de Cayara

3 Las denuncias sobre estas dos reuniones concuerdan con una entrevista concedida a Cecilia

Valenzuela, periodista peruana, por uno de los altos cargos del Ministerio Público identificado por Gustavo

Gorriti. La entrevista de Cecilia Valenzuela, que al parecer fue grabada, se publicó el 5 de noviembre de 1992

en la revista peruana Caretas. Cecilia Valenzuela cita las palabras con que este alto cargo afirmaba que hubo

dos reuniones en las que se debatió el caso de Cayara. El responsable del Ministerio Público mantuvo que

en el primer encuentro estuvieron presentes, aparte de él, un alto cargo del Ministerio de Defensa, el general

Valdivia Dueñas y su asesor civil, además de otros oficiales del ejército. La segunda reunión tuvo lugar en

«El pentagonito», sede central del Ministerio de Defensa. A esta reunión asistieron, según el alto cargo del

Ministerio Público, él, el mismo responsable del Ministerio de Defensa y «muchos oficiales más [de los que

estuvieron presentes en la primera reunión]».

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