Factore Que Contribuyeron A La Formacon Del Estado Mexicno

La formación del Estado Mexicano

El Estado mexicano se formó a través de diferentes periodos históricos: el Porfiriato, la Revolución Mexicana, la proclamación de la Constitución de 1917. El General Porfirio Díaz tras treinta años en el poder, había logrado una aparente estabilidad económica y social en México. Pero esto a consecuencia de la opresión del pueblo, mismo que estaba muy descontento con el gobernante. Cuando Porfirio Díaz vuelve a reelegirse en el año de 1910, se sabía de antemano que continuaría dando preferencia a los capitales extranjeros y a los grupos nacionales que estaban de acuerdo con sus políticas, esto fue un factor más para el descontento popular. Francisco I. Madero propició el levantamiento de 1910 y el derrocamiento de Porfirio Díaz. La lucha armada contra el gobierno de Porfirio Díaz se fue conformando y delineando el pensamiento político que habría de dar signo a la nueva legislación y al nuevo Código fundamental del país. Delgado menciona: “El movimiento revolucionario de 1910 se produjo a raíz de causas sociopolíticas y socio económicas que, a lo largo del Porfiriato, fueron gastándose y al final se conjugaron, al coincidir una grave crisis económica con el envejecimiento del régimen cuyas estructuras caducas ya no correspondían al dinamismo de una sociedad en transformación. La lucha armada que diera comienzo en el año de 1910, cuando diferentes grupos sociales atendieron al llamado del Plan de San Luis Potosí.”

Constitución de Apatzingán

Fue la primera constitución redactada en México, y promulgada por el Congreso de Anáhuac, el 22 de octubre de 1814, en Apatzingán, Mich., como Decreto Constitucional para la libertad de la América Mexicana. En ella están contenidas las ideas del Generalísimo José María Morelos y Pavón. Estaba compuesta por dos partes: elementos constitucionales y forma de gobierno, integrada en total por 242 artículos.

En esta constitución, destacaba el reconocimiento de la religión católica, la soberanía popular, la igualdad ante la ley, el respeto a la libertad y los derechos, y garantizaba la inviolabilidad del domicilio. Esta constitución nunca entró en vigor, por los tiempos en que se creó, en plena guerra de independencia.

Tratados de Córdoba

Los Tratados de Córdoba tienen su precedente en el Plan de Iguala. El 24 de febrero de 1821, Iturbide había elaborado este Plan que contó con la aprobación de Vicente Guerrero; en él logró concatenar los intereses contrapuestos que existían en la sociedad, bajo el entendido de “un nuevo imperio basado en la Religión, la Independencia y la unión, dentro de un moderno orden constitucional, bajo un gobierno monárquico pero limitado…”, encontrando así la fórmula para poner fin a la guerra de más de once años.

Los Tratados se firmaron el 24 de agosto de ese mismo año en la ciudad de Córdoba, Veracruz, por Juan de O’Donojú que, en términos formales, fue el último virrey que la Corona española envió a la Nueva España para restablecer el orden. Sin embargo, O’Donojú, al arribar a Veracruz y observar la situación imperante, entendió que España no podría retener por más tiempo los reinos de este continente, motivo por el cual decidió firmar ahí mismo los Tratados. En la mañana del 14 de septiembre de ese mismo año, Juan O’Donojú reconocía la autoridad superior de Agustín de Iturbide. Así pues, los Tratados de Córdoba fueron los primeros acuerdos que llevarían a México a la consecución de su independencia.

Constitución de 1824

El 3 de octubre de 1824 el Congreso Constituyente aprobó la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos. Entre quienes participaron en las discusiones y en la redacción de la misma destacaron los federalistas Miguel Ramos Arizpe, Valentín Gómez Farías y Prisciliano Sánchez, mientras que por los centralistas sobresalieron fray Servando Teresa de Mier, J. M. Luciano Becerra y José Ignacio Espinosa.

La Constitución de 1824 fue el primer ordenamiento jurídico del México independiente; en él se estableció un gobierno republicano, representativo y federal. Desde entonces el gobierno quedó dividido en tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El primero estaba integrado por dos cámaras: senadores y diputados; el Ejecutivo lo integraban un presidente y un vicepresidente y el último lo constituía la Suprema Corte de Justicia.

Siete leyes

En sesiones del congreso general del 24 y 25 de septiembre de 1835 se presentaron dos proyectos de ley por la comisión. Uno de estos proyectos se refería a la ley que contenía las bases para la nueva constitución y se publicó el 26 de octubre de 1835. Se establecieron los principios en que se fundamentaron las siete leyes. Continuó como oficial la religión católica, sin permitirse el ejercicio de ninguna otra, se suprimió la denominación y estructura de los estados, dividiéndose el territorio nacional en departamentos, y para su gobierno habría gobernadores y juntas departamentales.

Bases orgánicas de 1841

A finales de 1840, las siete leyes constitucionales, promulgadas cuatro años antes, habían demostrado tanto su ineficacia como su impopularidad.

El presidente Bustamante gobernaba con excesiva autoridad dejando a los departamentos sin recursos económicos; en esta inconformidad Jalisco capitaneado por el general Mariano Paredes y Arrillaga se puso en armas, siguiéndole Tabasco, Chiapas, México, Oaxaca y Veracruz.

. El presidente Bustamante se quedó titubeante y se encerró en la presidencia, mientras Valencia quedo inmóvil dentro de la ciudadela esperando noticias de Santa Ana, que por su parte estaba en las goteras de la ciudad y marchaba hacia Tacubaya.

El 8 de septiembre acompañado de los generales, jefes y oficiales sublevados, firmó las llamadas “Bases de Tacubaya” conforme a las cuales por “voluntad de la nación” cesaron los poderes supremos, nombró a una junta que designaría al nuevo presidente de la república, que luego convocaría a elecciones de nuevos diputados que se encargarían de constituir a la

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