Final De La Revolución Francesa

La Asamblea Nacional aprovechó los problemas que había tras las rebeliones para acabar con el Antiguo Régimen y así quitarle a la iglesia su poder. Uno de los más grandes logros fue la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

En 1791 pasó a ser Asamblea Constituyente y terminó con la Constitución de 1791, la cual incluía lo siguiente:

• División de poderes.

• Principio de soberanía nacional (Los ciudadanos ya pueden elegir a sus representantes).

• Descentralización de la administración (Se divide el territorio en 83 departamentos, donde cada uno de ellos cuenta con un juez).

• Constitución civil del clero (Los sacerdotes ya son considerados como funcionarios públicos).

• Categoría de ciudadanos activos (Se empezó a considerar como ciudadano a todos los varones mayores de 25 años).

En Octubre del mismo año, se transformó en Asamblea Legislativa, la cual estableció una legislación muy estricta en contra de los opositores al nuevo régimen. Austria y Prusia, con el temor de que la revolución se expandiera a sus territorios, intervinieron militarmente en Francia.

Después de estos conflictos, se convocó a formar una nueva asamblea, la cual fue nombrada Convención Nacional y su primer acto fue declarar a Francia como república, y después llevar al rey a juicio. Fue ejecutado en Enero de 1793. Ante el doble peligro que acontecía a Francia, hubo un golpe de estado por parte de los jacobinos en contra de los girondinos. Eliminaron a los más importantes y se creó el Comité de Salud Pública, dejando al mando a Robespierre. Se creó una constitución republicana llamada Constitución del Año I (1793).

Durante esta época murieron cerca de 45 mil personas, incluyendo a Danton por haberse opuesto a la violencia. Pero esta situación no tardó mucho en traer otro golpe de estado, pero esta vez por parte de los girondinos, el 27 de julio de 1794. Robespierre y sus seguidores fueron atrapados y condenados a muerte. Tras la caída de los jacobinos se creó una nueva constitución, Constitución del Año III (1795).

En esta nueva Constitución, el poder ejecutivo residía en un Directorio, formado por cinco miembros llamados directores. La aplicación de la Constitución de 1795 duró 4 años ya que esta encontró la oposición de grupos monárquicos y jacobinos; esto a su vez fue aprovechado por el general Napoleón Bonaparte para dar un nuevo golpe de estado, el 9 de noviembre de 1799, y así establecer el Consulado.

Se redactó una nueva Constitución (Año VIII) en la cual el Consulado presentó a Napoleón como primer cónsul y a Sieyès y Roger Ducos como los otros 2 cónsules. Estos fueron

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