Formacion Social Mexicana

EL LABERINTO DE LA SOLEDAD

Octavio Paz, fue sin duda uno de los más grandes escritores mexicanos del siglo pasado. Su obra extensa, nunca carente de interés, a menudo ha sorprendido por su claridad narrativa. A través de su poesía, novelas y ensayos, nos lleva de la mano por el camino de la reflexión y la pregunta, de la vida y de la muerte. Una de la temática principal que aborda el autor, es sobre la inconformidad que sufre existencialmente el mexicano en cuanto a su origen.

Su obra en prosa “El laberinto de la soledad”, en un carácter analítico, hace un estudio del mexicano, no del criollo ni del mestizo, no del indígena ni del descendiente de padres o abuelos extranjeros; sino de todos ellos y muchos más. Propone encontrar la mexicanidad en nuestro interior para así llegar a nuestra autenticidad, encontrar nuestra propia identidad, la verdad de nosotros mismos.

El laberinto de la soledad contiene ocho capítulos en los cuales recorre la historia de México; sus momentos más simbólicos y dramáticos; “Conquista y Colonia” no es la excepción. En este capítulo el autor hace una breve reseña histórica de México partiendo desde el surgimiento de las culturas Mesoamericanas y de cómo fue la transformación que sufrieron éstas bajo el dominio de los españoles y con la influencia de la religión católica.

CONQUISTA Y COLONIA

La conquista y la colonia son eventos decisivos que afectaron de manera dramática el desarrollo de la historia de nuestro país y de toda América.

El descubrimiento de Colón trae consigo la llegada de los conquistadores y religiosos europeos al nuevo mundo, ellos traen sus costumbres, tradiciones, idioma, religión y muchas otras cosas a un mundo que, en términos prácticos, nunca habían tenido contacto con la cultura occidental.

Al llegar los españoles a México, esperaban encontrarse con tribus bárbaras o primitivas, pero se sorprendieron al encontrar una civilización perfectamente estructurada: Mesoamérica, territorio que comprendía el centro y sur del México actual y una parte de Centroamérica; lo que más tarde se convertiría en la Nueva España.

Mesoamérica se encontraba poblada con distintas culturas peleadas entre sí y con un enemigo común: los Aztecas, quienes fueron los últimos pobladores del Valle de México; en aquel entonces llamado Tenochtitlán.

Cuando se reflexiona en lo que era nuestro país a la llegada de Cortés, sorprende la pluralidad de ciudades y culturas, contrastantes con la relativa homogeneidad de sus rasgos más característicos. Mesoamérica estaba constituida por un conjunto de pueblos, naciones y culturas autónomas, con tradiciones propias.

La agricultura, el uso del maíz, el juego de pelota, y los sacrificios humanos, eran rasgos característicos de todos los pobladores de Mesoamérica. Y todos también, se regían por un sistema teocrático y militar. Dentro del mismo culto, los dioses Tláloc, Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Mixcóatl etc., contemplaron sin duda, la llegada del invasor. El choque cultural es entonces inevitable y esto acarrea conflictos de toda índole: sociales, militares, religiosos, etc.

Al arribo de los españoles, todos los pueblos sometidos por los aztecas, vieron una posible liberación, por ello, muchos o no ponían resistencia, o se dejaban llevar por la indiferencia.

La meta de Cortés era llegar a Tenochtitlan. En su marcha siguió una táctica astuta: atemorizaba a los indígenas con su fuerza militar y su crueldad, y al mismo tiempo los invitaba a que fuesen sus aliados. Así fue como los tlaxcaltecas, enemigos irreconciliables de los aztecas, decidieron apoyar a Cortés, cuando al principio habían luchado en su contra.

Al llegar al valle de México, los españoles fueron bien recibidos por el emperador Azteca, Moctezuma, quien siendo un guerrero experimentado, ahora estaba dominado por la indecisión y el temor. Hombre supersticioso, pensaba que tal vez los extraños visitantes eran dioses, como lo anunciaba una antigua profecía. Todos esperaban el regreso de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada que juró regresar. Moctezuma recibe a Cortés con presentes,

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