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Gobiernos De La 3ra Republica


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  8.294 Palabras (34 Páginas)  •  332 Visitas

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Tema: Tercera Republica, aspectos jurídicos, sociales y económicos.

Gobierno de Horacio Vásquez

Las decisiones del 1924 permitieron el retorno de Horacio Vásquez, el caudillo político más predominante en los albores del siglo XX.

En esta etapa Vásquez se define como un gobernante respetuoso de las libertades civiles. Con su gobierno no solo se inicia la tercera republica, sino que finalizan los años de control directo que origino la ocupación de los Estados Unidos. Pero quedo el control indirecto a través de la guardia-policíaca, de las finanzas aduaneras y de las inversiones en el comercio.

Aspectos de índole jurídica: en este gobierno se estableció la línea fronteriza entre la República Dominicana y Haití mediante un tratado entre ambas naciones, se modernizaron las finanzas públicas y se realizaron esfuerzos para proyectar el país en el orden internacional, especialmente en la América Latina. Pero también en ese período se volvió a la antigua costumbre de acomodar la Constitución a los caprichos del gobernante de turno y se acentuó la dependencia del país a los capitales y a la política de los Estados Unidos.

Dos de los primeras medidas legislativas del nuevo gobierno fueron aprobar el tratado de Evacuación firmado como resultado del plan de Hughes-Peynado, y la ratificación de la mayoría de las órdenes ejecutivas, contratos y disposiciones tomadas durante el período de la ocupación militar norteamericana. De ese modo el gobierno constitucional dominicano daba legalidad a las disposiciones legislativas o ejecutivas dictadas por un gobierno de facto interventor, cuyas disposiciones, y los derechos y obligaciones resultantes de las mismas, continuaron en vigor como leyes de la República. La ley No. 5 ratificó el tratado de la República. La ley lista de órdenes ejecutivas, órdenes departamentales, contratos y disposiciones que fueron enumeradas en esa ley. Las que quedaron excluidas de esta ratificación fueron casi todas las que ya habían surtido sus efectos y no procedía mantenerlas en vigor, o simplemente aquellas que dispusieron nombramientos en la administración pública durante la ocupación y naturalmente no tenían porque ser ratificadas. Pero los contratos generadores de derechos a favor de los particulares, las concesiones mineras o agrícolas a empresas nacionales o extranjeras, los préstamos y emisiones de bonos, etc., fueron confirmados por dicha ley No 5 del gobierno de Horacio Vásquez. Uno de los efecto más negativos de esta validación de órdenes ejecutivas dictadas por los militares norteamericanos fue el mantenimiento en vigor del arancel de adunas de 1919 (orden ejecutiva No. 332) que favorecía la introducción al país de artículos manufacturados en los Estados unidos, los cuales continuaron pagando poco o ningún impuesto de importación lo que desestimulo por varios años el establecimiento de fábricas locales, atrasando por décadas el desarrollo industrial del país.

Los Acuerdos Económicos de 1924

El nuevo gobierno de Vásquez empezó su gestión con un gran deseo de continuar las obras públicas comenzadas durante la ocupación militar y de iniciar algunas nuevas. Principalmente se quiso terminar la construcción de las tres grandes carreteras que unirían a la capital de República con las Regiones Sur, Este y Norte (Cibao), así como los puentes de esas carreteras sobre los principales ríos del país. Se consideró que la situación económica del país en esos momentos ameritaba una renegociación de la convención de 1907 y la suscripción de un nuevo instrumento que consolidara la vieja deuda externa con la nueva. Tras negociaciones en Washington, los gobiernos de Estados Unidos y de la República Dominicana suscribieron el 27 de diciembre de 1924 la llamada convención Dominico-Americana de 1924. En dicho acuerdo ambos gobiernos dejaron sin alteración el control de las aduanas dominicanas, tal como se consignaba en la convención de 1907, así como la prohibición del gobierno dominicano de aumentar la deuda pública sin el consentimiento previo, del gobierno norteamericano. La consolidación de la deuda externa ofrecía algunas condiciones de mayor alivio al país, al extender los plazos de pago de los bonos de las emisiones de 1908, 1918 y 1922, pero como se agregó la autorización Americana para que el país tomara otro préstamo de 25 millones de dólares, la situación de dependencia del país al control fiscal norteamericano se extendió en el tiempo. Los únicos dos puntos de la convención de 1924 que ofrecieron una mejoría frente a la del año de 1907 fueron que la nueva se suavizó la exigencia anterior de que el país no podía modificar sus aranceles aduanales sin el permiso norteamericano, puesto que en lo adelante sería permitido en caso de que los ingresos fiscales fueran tan elevados que hubiera seguridad de que con ello se pagarían las obligaciones extranjeras, y se creó el sistema de arbitraje obligatorio para caso de que habiendo desacuerdo entre ambos gobiernos sobre la ejecución de la convención, no lo hubieran podido resolver por la vía diplomática. Con ello quisieron los dominicanos protegerse de que no surgiera una situación de interpretación unilateral y una caprichosa parte de los norteamericanos de esta nueva convención, como la que provocó en 1916 la ocupación militar. Pero de todos modos con la convención del 1924 el país continuó atado, y por un tiempo aún más largo, al control fiscal y financiero ejercido por el gobierno de los Estados Unidos. Cuando Vásquez llegó al poder en 1924 la deuda externa del país ascendía a unos 14 millones de dólares, y con la convención de 1924 y las emisiones de bonos que esta autorizó en 1928 el país debía alrededor de 20 millones de dólares. La magnitud de dicha suma se comprende cuando se piensa que para el mismo año, 1928, el presupuesto total de la República Dominicana apenas llegaba a 12 millones de pesos.

El gobierno de Vásquez se mantuvo 5 años y 7 meses en forma pacífica y democrática; pero como presidente Vásquez dejaba hacer y dejaba pasar entre sus seguidores, el derroche y la corrupción estatal. La inescrupulosidad y el olvido de los intereses públicos en provecho de los intereses personales, se transforma en normad administrativas.

El periodo presidencial de Horacio Vásquez estaba llamado a terminar en 1928. Pero se pretendía prolongar el periodo hasta el 16 de agosto de 1930. Para esto era necesaria una reforma constitucional que entro en vigencia el 15 de junio de 1927.

Esta prolongación del periodo presidencial trajo muchos desacuerdos entre los mismos horacistas y se puede evidenciar por la ausencia de Vásquez

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