Historia De Limonal

Breve historia de limonar

“Un destino un camino”

No se puede hablar de limonar, sin tomar en cuenta a El Chuaral y La Guasimilla, luego retrotraernos al siglo XIX, porque ya para 1.809, ya existían estas comunidades, no como organización vecinal, sino como un centro ganadero, ubicado al este de Cumanacoa.

La historia es el documento, dicen los historiadores, pero el caso que nos ocupa no tiene documentación, que nos indique quién o quienes fundaron estos pueblos; pero si existe una historia sentimental que ha ido tejiéndose en la conciencia de cada uno de sus habitantes y va pasando de generación en generación que, hoy podemos llamar “historia coloquial”.

Si tomamos como referencia o punto de partida el “Centro Ganadero”, que en tiempos pasados constituyeron Limonar, El Chuaral, La Guasimilla, estaríamos hablando de 202 años de “historia Coloquial”, incluyendo los nuevos pueblos que se han ido formando a lo largo de estos caminos, y que hoy constituyen una hermosa comunidad variopinta producto de esa mezcla de blancos, negros, mestizos, indios y zambos. De ella los retoños de una nueva generación, gente bondadosa, generosa y emprendedora, que harán perdurar hasta los confines del tiempo el nombre de estas comunidades.

Así como han heredado de los primeros pobladores: Los Barrios, Los Núñez, Los Sánchez, Los Rodríguez, Los Lanza, Los Longart y otros que perdieron en la distancia sus apellidos, también han heredado el coraje y la grandeza de seguir construyendo el tejido histórico presente y futuro de nuestros pueblos.

Hablar de Don Esteban Barrios y Rubio, es recordar a un personaje de hace 150 años, que llegó a estas tierras detrás de una punta de ganado y un lote de bestias de carga y junto a su mujer Carmen Rafaela, fomentaron la cría de ganado y el cultivo de ciertos frutos.

Venía Don Esteban de los Llanos del Estado Portuguesa (Guanare) descendiente de Don Antonio del Barrio, fundador de El Tocuyo, tenia don Esteban, sangre de aventurero y emprendedor.

Es así como funda esa dinastía, que con el tiempo se va mezclando con otros aventureros como él y que hoy perduran; vivieron estas comunidades un gran esplendor que se reflejó en la subsistencia de los pueblos de abajo, la economía rural mantenía la economía colonial, los pueblos de la parte alta alimentaban a los pueblos de la parte baja, trabajo, progreso y crecimiento se daban por igual.

Todo tiempo cambia y así también cambiaron estas comunidades, la ganadería dio paso a otros rubros, las economías se vieron afectadas por guerras internas y externas. Otros productos, los de exportación llamaron poderosamente la atención del hombre del campo, el maíz, el café, el cacao, la caña de azúcar,, el casabe, trajo a estos campos de tierras fértiles y abundante agua, a otras corrientes humanas, que enriquecieron el trabajo y la producción. Algunos se quedaron sembrados acá, otros buscaron nuevos horizontes, pero los pueblos viejos, nuestros pueblos se quedaron para siempre. Todo pueblo tiene su historia, bien por referencias o por que sus hijos se dedicaron a escribirla, pero lo que sí es cierto es que Limonar – El Chuaral y La Guasimilla, tienen su

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