Izquierdas, régimen político, cuestión étnica y cuestión social en Argentina (1890-1912)

R. FALCÓN

“Izquierdas, régimen político, cuestión étnica y cuestión social en Argentina (1890-1912)”

El desfasaje entre formalidad y realidad (planteado por Botana) comienza a mostrar signos de desequilibrio a partir de 1900 y sufre cuestionamientos tanto exógenos (impugnación de los nuevos partidos de ideas) como endógenos (fragmentación interna y enfrentamiento entre dirigentes). Económicamente, el modelo de “granero del mundo” continua funcionando sin mayores problemas. Políticamente, existen dificultades de envergadura que se suman a la CUESTIÓN SOCIAL y la situación de los inmigrantes.

El régimen político restrictivo y exclusivista que viene siendo cuestionado por la oposición (reclamo de mayor participación política) es ahora criticado por parte de sus miembros. La “solución” es el reformismo oligárquico que busca sacar presión al conflicto para mantener la lógica del orden. El ejemplo paradigmático es la Ley de reforma electoral de 1912 (Ley Sáenz Peña): voto universal, masculino, secreto y obligatorio; reconocimiento de los derechos políticos de los ciudadanos así como el de las minorías a participar en la gestión de gobierno. Se intenta encauzar el pasaje de un régimen oligárquico a uno democrático [importante aclaración: se amplia la ciudadanía, pero no se crea ciudadanía política].

El gobierno conservador debe lidiar en esta etapa con los movimientos de izquierda, que toman un inesperado peso político – sindical en la escena social. Éstos son movimientos políticos de “contestación social” o anticapitalistas. Las tres tendencias que más destacan son: anarquismo, socialismo y sindicalismo revolucionario.

El anarquismo es la fuerza política de mayor importancia hasta 1910. Tiene un fuerte tono antipoliticista y antiestatista. Su poder de convocatoria reside en corresponder su visión de la situación político – social con la de los inmigrantes y obreros en general. Los anarquistas se oponen al régimen político por considerarlo fraudulento, elitista y clientelista: la vida política está negada para la mayor parte de la población. En este marco la nacionalización de extranjeros no supone un ingreso en la vida institucional; tendencia a la persistencia de la identidad étnica, a la heterogeneidad. Promueven la acción directa sin restricción, la huelga general insurreccional.

Los socialistas buscan la conformación de un partido político que persiga mejoras económicas y sociales para los trabajadores, y reformas democráticas profundas. Su medio de lucha es la acción parlamentaria legislativa. A partir de esta actitud de introducirse en el sistema político puede decirse que tienen una visión “positiva” sobre él [confían en la institucionalización y la acción legislativa]. Están a favor de la naturalización de los extranjeros para lograr la unidad

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