La economía de las grandes superficies

en sus orígenes la palabra hacienda sirvió para designar los bienes que poseía una persona o comunidad, país o institución. El término se refería a la riqueza (la real hacienda, la hacienda pública); más tarde, al desarrollarse el régimen de haciendas en el campo mexicano- sirvió para definir las grandes explotaciones agrícolas que se extendían por los campos mexicanos, de las cuales, precisamente, me ocupo en las siguientes páginas. La exposición del tema está dividida en tres apartados: Las principales tradiciones analíticas que han servido para conocer la hacienda mexicana. -

Las haciendas en México fueron un sistema económico durante la etapa comprendida entre la

Conquista y la Revolución Mexicana. El origen se dio a un sistema durante este tiempo

mediante el cual otorgaban tierras a los conquistadores y españoles a cambio de servicios

militares. A medida que las haciendas crecieron se convirtieron en estados federales las cuales

eran autosuficientes y su principal objetivo era explotar las tierras y resguardarlas de

bandoleros y saqueadores. El diseño y estilo arquitectónico de las dependencias de una

hacienda estaban determinados por la actividad que en ella se desarrollara.

En esa época el peso de las reformas agrarias y el llamado milagro económico en la agri- cultura son muy fuertes y sin duda influyeron en esa visión

la hacienda mexicana del XIX como un elemento decisivo en el proceso de dominación de que son objeto los trabajadores. En cierto grado de abstracción, presenta las siguientes características: sus propietarios, más que tenerlas como negocio, a través de ellas buscan el prestigio y no tanto una explotación rentable de las tierras. El hacendado es un seáor feudal cuyo interés está cen- trado en la dominación, más que en la agricultura. Los sistemas de explotación son rutinarios, funda- dos en el alquiler de la fuerza de trabajo; la forma de cultivo es extensiva, sin irrigación y con instrumentos agrícolas simples. El éxito de esta empresa se basa en su carácter colonialista: se apropia de los recursos a su alcance (la tierra, el agua, la fuerza de trabajo, los mercados). Debido a tal condición, los liberales se pronuncian por terminar con el régimen de hacienda y sueñan con crear en su lugar el de los pequeños propietarios.

el éxito de la hacienda por seis factores:

I. La economía de las grandes superficies.

2. La economía del trabajo de los peones endeuda-

3. La economía del trabajo no remunerado.

4. La economía del pago en especie.

5. La economía del cultivo indirecto, dejando el riesgo de la siembra a otros productores.

6. La economía de cultivos de poco riesgo!

Esta tradición colonialista de una hacienda que incorpora espacios, hombres y mercados con tácticas como el despojo de los pueblos, el endeudamiento de los trabajadores, el pago con fichas, etc., está en el centro del análisis de Tannembaum. De su obra, por ejemplo, surgió la idea, combatida por Rabasa, de que un puñado de hacendados (836) eran propietarios de la mayor parte del territorio mexicano?

El mismo Tannembaum reconoce la imposibilidad estadística de saber cuál era la parte de la superficie que estaba en poder de los pueblos, y aunque menciona casos como Oaxaca, donde éstos conservaron en buena parte sus parcelas, su tesis es que muchos otros fueron devorados por los latifundios, gracias a la legislación liberal y porfirista."

Los supuestos combatidos por Rabasa han sido demostrados a posteriori como verdaderos gracias al análisis de censos y a la labor de equipo realizada por dicho autor y un conjunto de agrónomos, cuyas conclusiones coinciden con las de G. McCutchen

(1951), quien a su vez considera al hacendado más terrateniente que agricultor; más propietario asentista que ranchero y con un interés por la hacienda como propiedad hereditaria y no como posibilidad económica."

(1956) marcarían durante varias décadas una visión determinada de la hacienda, según la cual sus defectos gestarían su propia y sus opiniones constituirían

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