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MUSEO DEL VIRREINATO


Enviado por   •  16 de Junio de 2014  •  2.897 Palabras (12 Páginas)  •  651 Visitas

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ÍNDICE

1. Introducción

2. Etapas Constructivas del Edificio

2.1. Los Inicios

2.2. El templo de San Francisco Javier

2.3. Ampliaciones

2.4. Esplendor Ornamental

3. Museo Nacional del Virreinato

4. Salas del Museo Nacional del Virreinato

5. Exposiciones Permanentes

5.1. México Virreinal

5.1.1. La Conquista

5.1.2. Primera Sociedad Virreinal

5.1.3. Integración de la Nueva España

5.1.4. Las Reformas Borbónicas y la Crisis de la Sociedad Virreinal

5.2. Monjas Coronadas “Vida Conventual Femenina”

5.3. Artes y Oficios de la Nueva España

5.4. Oriente en Nueva España

6. Las Colecciones

7. Conclusiones

8. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El edificio en el que se encuentra el museo nacional del virreinato fue construido a lo largo de casi dos siglos (1580-1767) y en cuatro etapas, por mencionar algún ejemplo la portada lateral del templo corresponde al siglo XVII y la fachada principal de estilo barroco fue elaborada un siglo después. El conjunto está hábilmente resuelto en tres niveles. Tiene una red de circulación de corredores internos y cerrados que están conectados entre sí y que unen las dependencias de los diferentes patios aprovechando la topografía del lugar. Los atrios y la huerta rodean el edificio.

Este edificio cuenta con una larga historia, fue fundado por la orden de los Jesuitas, se instauraron aquí tres colegios para los niños indígenas y para los propios jesuitas y a pesar de que fue abandonado durante un largo periodo después de la expulsión de esta orden, sus cualidades estéticas y artísticas lo salvaron de la destrucción total, sin que por ello estuviera exento del deterioro. Por sus características particulares hicieron de este lugar el sitio idóneo para albergar un museo nacional que resguardara la historia del México virreinal.

ETAPAS CONSTRUCTIVAS DEL EDIFICIO

1. Los inicios

En 1606, con el donativo de don Pedro Ruiz de Ahumada, se inició la edificación del claustro de los aljibes para albergar a los primeros habitantes del colegio jesuita. Al mismo tiempo, se comenzó a levantar la capilla doméstica que se cubrió con bóveda de cañón y cúpula. Al parecer, a esta etapa pertenecen también la hospedería (hostería) y el portal de peregrinos.

2. El templo de San Francisco Javier

En 1670, con el donativo de la familia Medina Picazo, se inició la construcción del templo de San Francisco Javier, la sacristía, la cripta y las capillas anexas. De esta construcción original del templo se conserva aún el pequeño campanario, visible desde el lado norte de la fachada principal. Su disposición se desconoce, pero aún se mantiene la portada lateral del siglo XVII.

3. Ampliaciones

A partir de la última década del siglo XVII y con el apoyo de benefactores como Juan Caballero y Ocio, se iniciaron importantes obras de construcción. Los dos niveles del claustro de los naranjos fueron concluidos, según la inscripción que todavía se observa en la fuente de ese patio, en 1708

Posteriormente se realizaron otras obras como el refectorio, el anterrefectorio, la cava y el frigorífico en torno al patio de la cocina donde puede observarse la fecha de 1740. Cabe mencionar que en este periodo se concluyó el sistema hidráulico que abastecía de agua al noviciado y cuyo cauce desemboca en la fuente de este espacio.

4. Esplendor ornamental

El auge económico que alcanzaron los colegios con la administración de sus haciendas posibilitó que a mediados del siglo XVIII el padre rector, Pedro Reales, emprendiera trabajos de ornamentación. El templo de San Francisco Javier fue revestido con diez retablos dorados de acuerdo con los cánones artísticos de la época. En 1760 se inició la construcción de la actual fachada terminándose, junto con la torre campanario, dos años más tarde. De este periodo data también el trazo y barda del atrio de los olivos.

MUSEO NACIONAL DEL VIRREINATO

Como parte de una política gubernamental orientada a mostrar en distintos recintos la historia de México en sus diversas etapas, se inició la restauración de este edificio para que albergara el Museo Nacional del Virreinato. Al nuevo museo se le dotó de un acervo con numerosas piezas de valor artístico e histórico que, por su variedad y calidad, pronto constituyeron una de las colecciones más importantes, incluyendo pintura, escultura y artes aplicadas como la platería, la cerámica, la porcelana, el vidrio, la herrería, las lacas, los textiles, la plumaria, etc.

En 1964, bajo el mandato presidencial de Adolfo López Mateos, el Museo Nacional del Virreinato fue inaugurado y desde entonces muestra a los visitantes dos espacios distintos y complementarios: el museo de sitio y el museo histórico. El museo de sitio ocupa la construcción original del colegio y muestra la historia de la Compañía de Jesús, así como la evolución estilística del edificio. El museo histórico lo componen las salas de exposición permanente que informan sobre la historia del México virreinal, desde el siglo XVI con la llegada de los españoles hasta el siglo XVIII.

El Museo Nacional del Virreinato depende del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que se dedica a investigar, preservar y difundir la cultura de la época virreinal.

Este museo se localiza en Plaza Hidalgo 99, en el Barrio de San Martin, en Tepotzotlán en el Estado de México, su horario servicio es de los días martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas, permaneciendo cerrado los días lunes. Este año cumplirá cincuenta años de su inauguración que se celebrará en septiembre próximo, para esto se reabrieron cuatro salas totalmente remodeladas, en la que destaca la sala Oriente en Nueva España la cual está integrada por 110 piezas entre marfiles, porcelanas, enconchados y taraceas.

SALAS DEL MUSEO NACIONAL DEL VIRREINATO

La muestra está organizada en cuatro salas temáticas, dos dedicadas a piezas de marfil, la tercera a porcelanas y la cuarta a obras taraceadas y enconchadas, además de una sección introductoria en la que se muestran videos y se incluye un mapa en el que los visitantes podrán ver que Oriente es mucho más que China.

Entre las obras que se pueden observar en las salas de marfiles, se hallan vírgenes, niños Dios, ángeles, demonios, Cristos y otras piezas de carácter civil, algunas con marcados rasgos orientales. En tanto que en la sala de porcelanas se exhiben cuencos, tazas, tibores, platos de porcelana azul y blanca y porcelana japonesa.

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