Resumen Emilio Y De La Educacion Segundo Libro

EMILIO O DE LA EDUCACIÓN

Rousseau, en su libro numero dos nos habla mucho acerca de lo que es conveniente o no que un niño aprenda, así como las formas de educar. El consideraba que las fabulas eran inadecuadas para la educación, especialmente de los niños, ya que promovían una moral del y para el adulto sin permitir el desarrollo moral natural de los niños, el justificaba esta idea diciendo que los niños muy probablemente no entienden lo que las fabulas realmente nos quieren dar a entender y estaba en contra totalmente de enseñar utilizando las fábulas como forma de instrucción.

Sin embargo sabía perfectamente que las fábulas han sido consideradas como un instrumento en la enseñanza y que puede ser útil en educación. Utilizándolas de una manera no impositiva, sino creando controversias sobre los comportamientos de los distintos personajes que aparecen en esos relatos.

Rousseau concebía a los libros como una tortura para los niños, el estaba de acuerdo con la idea de que debían aprender a leer, sin embargo también señalaba que hasta cierta edad, el saber leer no le servirá de nada, sino que por el contrario el niño se aburriría, incluso recalcaba el hecho de que al ser la lectura aburrida para los niños estos la utilizaban más que por gusto por obligación, lo que convertiría así al proceso de aprender a leer mucho más lento al no haber el deseo que los motive a querer hacerlo por si solos.

Rousseau se basaba en una formación del hombre en la que existía un equilibrio entre el cuerpo y el alma, aquí plasma la idea del movimiento corporal como necesidad para lograr una formación intelectual. Rousseau nos habla de la inconveniente educación de un niño en casa y bajo la mirada de la madre, pues el niño aprende mediante experiencias que ni siquiera en una clase puede adquirir y menciona que “las lecciones que los escolares aprenden entre sí en los patios de los colegios les son más útiles…” Incluso nos hace una analogía en la que plantea al niño como si fuera un gato, el cual no se está quieto, olfatea, observa y reconoce todo con el fin de aprender, quizá a defenderse del mundo, y que la única diferencia entre estos seres sería entonces la forma en que ambos aprenderían de su entorno, pues uno (el gato) utiliza el olfato y el otro (el niño) utiliza las manos, pero a fin de cuentas ambos fueron dotados con una naturaleza, en la que radica la diferencia entre ser hábiles, dispuestos, prudentes o ineptos, torpes y atolondrados.

Rousseau expresa en los fragmento de Emilio que “nada debe apresurar su crecimiento ni su movimiento” ya que esto puede ser perjudicial, esto se refiere a que todo tiene un procedimiento y este depende de la etapa o edad en la que se encuentre el niño, ya que por ejemplo, no es posible enseñar a un niño a formular frases, si no sabe que es una palabra, es importante tener en cuenta la edad en la que se encuentra el niño para saber que enseñarle o como enseñárselo, para que así se logre el aprendizaje que se pretende y se obtengan buenos resultados, con las buenas estrategias de enseñanza, interpretamos lo que Rousseau dice cuando expresa que “hay colores tristes y alegres”, y los alegres son los que más gustan a los niños, ya que al momento de educar a los niños es importante saber que les gusta tomar sus opiniones para saber cómo trabajar y así saber que estrategias emplear para que el proceso de enseñanza sea más llamativo y dinámico para el menor.

Otro punto muy importante que destaca el autor es: “Muy extraño es que cuando el niño tenga sed, sea menester darle de comer” por lo que se entiende es una contradicción en la que se cae, y aplicándolo en la actualidad se habla de que en muchos casos los adultos le decimos a los niño que no hagan tal cosa y son los mismos adultos los que lo hacen, es importante educar con el ejemplo, no es válido pretender que los niños no hagan las cosas que son incorrectas que nosotros los adultos si hacemos. Es muy importante la calidad de seres humanos que los adultos estamos formando, por lo tanto es importante la calidad humana de nosotros mismos.

Es importante y necesario cumplir las necesidades básicas de los menores y nos dice Rousseau en el “Emilio” los niños necesitan de mucho sueño, concordamos con su idea, ya que el sueño, el dormir, el descansar bien trae muchos beneficios, pues durante el mismo nuestro cuerpo descansa recuperamos fuerzas, ganamos concentración y rendimiento en la escuela. Con el descanso correcto durante la noche como al naturaleza nos señala, podemos conseguir durante el día la atención más precisa de los niños, por el contrario, la falta de descanso en los menores, no hace encontrarnos con niños indolentes, con inclinación a la pereza, y como el autor nos recomienda, es importante moverlos por algún apetito que los excite, con ello quiere decir que es necesario motivar a los niños, incentivarlos a que realicen sus tareas.

Las primeras facultades que e nosotros se forman y perfeccionan son los sentidos ,por lo tanto son las primeras que debemos cultivar y no echarlas al olvido ay que de ahí nos podemos basar para otros aprendizajes más complejos, el formar a un niño integro, implica un todo desde lo físico hasta lo emocional, desde su cabeza, hasta sus pies.

¡Un hombre educado así, cuantas ventajas saca de noche a los demás! acostumbrados sus pies a pisar firme en las tinieblas; Rousseau habla de un hombre educado en todas las formas posibles que lo ayuden a enfrentarse hacia cualquier adversidad, esta educación desde la niñez, en la vida adulta le traerá buenos recuerdos, al enfrentarse a la tiniebla de la que el habla, solo recordará lo bueno y no lo confundirá ni tendrá recuerdos malos de lo que ha aprendido.

“He visto algunas personas que, dando sustos a los niños los quieren acostumbrar a que pierdan el miedo de noche; esta idea para Rousseau es malísima debido a que relacionado con la idea anterior, en lugar de prepararlos, los asustara más hacia peligros que aun no existen o que no han podido enfrentar. Al mismo tiempo que el tacto es entre todos los sentidos el que mejor nos instruye de la impresión que en nuestro cuerpo pueden hacer los extraños, el sentido del tacto es de los más certeros, si se desarrolla como debe ser permite percibir todo aquello que nos rodea.

“Armemos sin cesar al hombre contra los azares inesperados”. Relacionado con el tacto, se habla de los pasos que han de seguir los hombres, según este autor la forma de pararse, y caminar hablará de la seguridad, la elegancia y la firmeza del hombre. Por lo que también menciona que para alcanzar estas posturas y firmezas adecuadas que se esperan se le deberá llevar a lugares o situaciones donde se ponga a prueba y logre alcanzarlo. Así es como debe enseñárselo

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