Socialismo Real

El socialismo real

I

Lo que nació a principios de los años veinte fue un solo estado pobre y atrasado, mas que la Rusia zarista, pero de enormes dimensiones (1/6 del mundo) dedicado a crear una sociedad diferente y opuesta al capitalismo.

La mayoría de la zonas que Rusia perdió en la 1° GM y la revolución después de 1917, los recuperó también o los adquirió la URSS entre el ‘39 y ’45, también se produjo una ampliación en de la futura zona socialista en oriente: China 1949, corea 1945, Vietnam, Laos y Camboya 1945-75. En occidente: Cuba 1959.

Esta era la parte del mundo cuyos sistemas sociales, a partir de un momento en los ’60 pasaron a conocerse como países del socialismo real. Esto implicaba o sugería que podía haber otras clases distintas o mejores de socialismo, pero en la práctica era la que funcionaba.

Los sistemas políticos del mundo socialista se basaban en un partido único, fuertemente jerarquizado y autoritario, que monopolizaba el poder estatal y que gestionaba una economía de planificación centralizada e imponían un credo marxista-leninista único a sus habitantes.

Las comunicaciones entre el mundo capitalista y socialista eran casi nulas. La emigración de personas e información entre ambos estaba controlada. Los motivos fundamentales de separación eran sin duda políticos: después de la revolución de octubre, la Rusia soviética veía en el capitalismo al enemigo que había que derrocar lo antes posible mediante la revolución mundial y en el mundo capitalista, muchos gobiernos deseaban impedir la consolidación de este centro mundial de subversión y eliminarlo lo antes posible. La URSS se vio obligada a emprender un desarrollo autárquico, aislada de la economía mundial, y esto le permitió ser inmune a la Depresión de 1929. Después de 1945 la guerra fría congelo las relaciones políticas y económicas.

En los ’70 y ’80 el campo socialista se estaba integrando a la economía mundial: fue el principio del fin de socialismo real.

Como resulto evidente que la Rusia soviética iba a ser el único país donde había triunfado la revolución proletaria, los bolcheviques optaron por transformas su economía y sociedad de atrasada en moderna lo antes posible. Lanzaron una campaña en todos los frentes en pos de una modernización tecnológica y de la revolución industrial. El comunismo soviético se convirtió en un programa para transformar países atrasados en avanzados.

La guerra condujo a la nacionalización de todas las industrias y al comunismo de guerra (1918). Las economías de guerra comunistas tendían por naturaleza a sustituir la propiedad y la gestión privadas por las públicas, y a prescindir del mercado y del mecanismo de los precios. El comunismo de guerra no proporcionaba ningún método eficaz para restaurar la economía.

En 1921 Lenin introdujo la NEP y esto suponía un capitalismo de Estado. Esta se vio como una derrota al comunismo. Trotsky quería romper con la NEP y emprender una campaña de industrialización acelerada que fue la política que adaptó Stalin. La NEP fue como una breve edad de oro para Rusia rural y pudo restaurar su economía. Para 1926, la producción industrial soviética había recuperado el nivel de antes de la guerra. Hasta que hubiese un desarrollo industrial mucho mayor, era poco lo que los campesinos podían comprar en las ciudades. Este hecho, conocido como crisis de las tijeras, seria la soga que estrangularía a la NEP.

Tras la muerte de Lenin en el 24, Stalin llegó al poder. La economía de dirección centralizada responsable de llevar a cabo esta ofensiva industrializadora estaba más cerca de una operación militar que de una empresa económica. La industrialización salvaje de los primeros planes quinquenales, gano apoyo gracias a la “sangre, sudor y lágrimas” que impuso a la gente. Estos planes, sustituyeron a la NEP en 1928.

Los planes quinquenales consistían mas en crear nuevas industrias que en gestionarlas, dando máxima prioridad a las industrias pesadas básicas y a la producción de energía. A pesar de que la economía se mantuvo en un nivel de semi-subsistencia, puso los cimientos de la industria modera, por ende, funcionó. (Convirtió a la URSS en una economía industrial en pocos años). Además. Le proporcionaba a la gente trabajo, comida, ropa y vivienda de acuerdo con precios y salarios controlados. También proporcionó educación.

Esta industrialización se hizo a cosa de la explotación del campesinado, quienes no solo tenían que pagar más impuestos a cambio de menos protección, sino que la política agrícola que sustituyo a la NEP era un desastre. El efecto inmediato fue el descenso de la producción y esto provocó hambruna en 1932-1933 (la agricultura soviética dejo de ser capaz de alimentar a la población).

La decisión de emprender la revolución industrial desde arriba, obligó al sistema a imponer su autoridad. La dirección política unificada del partido concentro el poder absoluto en sus manos subordinando todo lo demás. Esto, bajo la dirección de Stalin, se convirtió en una autocracia que intentaba imponer su dominio sobre todos los aspectos de la vida y el pensamiento de los ciudadanos.

Stalin gobernó su partido por medio del terror y del miedo. La terrorífica carrera no tiene sentido salvo si se la ve como la persecución terca e incesante del objetivo utópico de una sociedad comunista, a cuya reafirmación consagro Stalin la última de sus publicaciones pocos meses antes de morir.

Todo lo que habían conseguido los bolcheviques con la revolución de octubre era el poder, la única herramienta para cambiar la sociedad. Solo la determinación de usar el poder de manera consistente y despiadada con el fin de eliminar todos los obstáculos posibles al proceso podía garantizar el éxito final.

Tres cosas llevaron la política basada en este principio a extremos absurdos y mortíferos: En primer lugar la creencia de Stalin de que el era el único que sabia cual era el buen camino y que estaba decidido a seguirlo. Solo quienes disfrutan del poder absoluto están en situación de obligar a los demás de compartir esa creencia 

Lo que confirió a este terror una inhumanidad sin precedentes fue que no admitía límites de ninguna clase. No era tanto la idea de que un gran fin justifica todos los medios necesarios para conseguirlo, sino la aplicación constante del principio de guerra total.

Tras la muerte de Stalin, sus sucesores llegaron a un acuerdo para poner punto final al derramamiento de sangre. Los gulags se vaciaban a finales de los 50, pero la URSS seguía siendo una sociedad que trataba mal a sus ciudadanos según criterios occidentales aunque ya no los encarcelaba y

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