ENSAYO DE COMO HACER UN LIBRO

LA CREACIÓN ENTRE HOJAS

DE UN PEQUEÑO MUNDO DE SABIDURÍA

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

SEMINARIO

La comunicación humana comenzó a desarrollarse desde los primeros tiempos a partir de formas gestuales y formas orales. Ante la necesidad de conservar en la memoria colectiva e individual todo tipo de información, se fueron generando diferentes fórmulas lingüísticas, rituales, musicales, pictóricas, etc. y métodos nemotécnicos (cuerdas de colores, nudos, muescas en palos, tejidos bordados, etc.), que se fueron transmitiendo de generación en generación hasta que la mayor complejidad de la organización de los grupos y las sociedades propició la aparición de la escritura.

Esta palabra libro derivada del latín liber, libri (membrana, corteza secundaria de los árboles), figura en el Diccionario de la R.A.E como: “conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen”. Una definición más acorde con los últimos avances tecnológicos (e-books, audiolibros, etc.).

Los primeros libros consistían en planchas de barro que contenían caracteres o dibujos incididos con un punzón. Las primeras civilizaciones que los utilizaron fueron los antiquísimos pueblos de Mesopotamia, entre ellos los sumerios y los babilonios. Mucho más próximos a los libros actuales eran los rollos de los egipcios, griegos y romanos, compuestos por largas tiras de papiro —un material parecido al papel que se extraía de los juncos del delta del río Nilo— que se enrollaban alrededor de un palo de madera.

En la actualidad, todo este proceso de creación de un libro se inicia desde antes de plasmarse en el papel, primero, alguien crea la obra en su cabeza y después escribe lo que más adelante será el contenido del libro, una novela, un ensayo o una memoria. Para poder llevar a cabo este proceso se siguen una serie de pasos que mencionaré a continuación:

1) Planifica tu libro. Se debe pensar bien que queremos contar, cómo debemos organizar la información en capítulos y cómo vamos a terminarlo.

2) No dejarse vencer por la página en blanco. No hay que olvidar que todo lo que se escriba puede ser después corregido, re-escrito o incluso borrado, así que, simplemente, hay que escribir. Sin prisa, sin presiones, pero con constancia.

3) Lee. La lectura es el oxígeno del escritor, nos inspirará y motivará. Si se está escribiendo una novela o un poemario, debemos leer novelas y poemas.

4) Imponer un horario fijo de escritura. Puede ser dos horas cada tarde, las mañanas del fin de semana, o tres horas el jueves por la noche… No importa. Lo esencial que, una vez se decida el horario de escritura semanal, sea respetado.

5) Tener siempre a mano un diccionario. Es la herramienta básica del escritor, tanto para escribir una novela como un libro de no-ficción; en especial el Diccionario de Sinónimos y Antónimos. Ayudará a expresarnos mejor y a no repetir palabras.

6) Buscar nuestra propia voz. No intentar escribir de forma complicada, con frases largas o con un lenguaje complejo, debemos ser nosotros mismos. Se debe tener en cuenta que el primer propósito del lenguaje es transmitir ideas, por lo que

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