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ALINEAMIENTO DE UN OBJETIVO ESTRATEGICO CON LAS VISION, MISION, VALORES Y CODIGO DE ETICA DE LA ORGIZACION


Enviado por   •  4 de Junio de 2014  •  2.038 Palabras (9 Páginas)  •  596 Visitas

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ALINEAMIENTO DE UN OBJETIVO ESTRATEGICO CON LAS VISION, MISION, VALORES Y CODIGO DE ETICA DE LA ORGIZACION

Toda empresa gira en torno a su misión y visión, lo que es en el presente y lo que quiere llegar a ser en un futuro. Para esto es necesario definir unos objetivos claros, precisos y que nos lleven a cumplir con los propósitos de la empresa. La definición de los objetivos debe corresponder a unas estrategias que serán las herramientas y medios por medio de los cuales se realizaran. Los objetivos no se pueden definir sin tener bien presente la realidad económica, organizacional y cultural de la empresa. Se deben tener en cuenta elementos como las necesidades, las oportunidades y riesgos a que se enfrenta la empresa. Se debe tener en cuenta tanto la realidad interna de la empresa como la externa. Sus competidores, proveedores y entorno tanto económico como político. Para sortear cualquier situación previsible o no, requiere de unas estrategias y unos objetivos que deben ir de la mano. Debemos saber para donde vamos, que debemos hacer para llegar y como lo haremos.

La empresa es el conjunto de actividades y procesos, y dada uno de estos cumplen un objetivo dentro de la empresa, y la sumatoria de todos los objetivos lleva la empresa a cumplir con su objeto social.

Cada sector, cada departamento cumple unas funciones, y para lograr su cumplimiento se requiere fijar metas y objetivos. Estos objetivos deben estar sincronizados de tal forma que se maximice su rendimiento y efectividad a la hora de alcanzar los propósitos para los que fueron desarrollados.

Partimos de una visión macro de la empresa. Se toma como partido la visión de la empresa, con base en esta se fijan las estrategias necesarias para lograr el cumplimiento de la visión. Con base a lo anterior se diseñan y se establecen los objetivos macros de la empresa y de acuerdo a esos se definen los objetivos individuales de cada unidad de la organización. Cada objetivo debe cumplir una misión y un espacio en el engranaje de la empresa, no se deben fijar objetivos aisladamente, cada uno de ellos, debe corresponder a las políticas y estrategias de la empresa. Cualquier objetivo suelto, desenfocado, puede causar traumatismos en el normal desarrollo de las actividades o puede llevar al uso inadecuado de recursos y de tiempo.

Debe existir una perfecta alineación entre cada uno de los objetivos, entre estos las estrategias y planes de la empresa. Un objetivo debe conducir a otro, esto requiere de planeación, y la vez deben existir unas estrategias para poder desarrollar el plan adecuado que contemple cada una de las estrategias y objetivos.

Las empresas en ocasiones y principalmente las pequeñas empresas de nuestro medio, fijan sus directrices sin ningún tipo de estudio previo, lo hacen prácticamente por intuición, no existe una investigación del medio, ni de la situación de la empresa, tampoco existe una planeación y al no tener un camino claro, tampoco hay estrategias que seguir. Cada quien dentro la organización hace lo que le parece correcto, pues no hay nada que lo pueda guiar, y si no hay parámetros ni lineamientos a los cuales ceñirnos, no podemos en un momento dado saber si las cosas se están haciendo correctamente o no, lo que significa que no existe la posibilidad de evaluar objetivamente lo que ese está haciendo y lógicamente no se pueden establecer correctivos a las posibles falencias que se estén presentando, pues estas mismas no se pueden detectar con claridad.

Cuando hablamos de un objetivo, este se establece con la intención de lograr algo, pero primero hay que determinar qué es lo que queremos conseguir y para esto necesariamente hay que hacer una investigación profunda que nos permita estar seguros de lo que se quiere. Y como estamos hablando de una empresa que se desenvuelve en un medio, se requiere entonces conocer primero ese medio para determinar si es posible lograr lo que queremos en ese medio y en las condiciones que nos impone; si nos equivocamos en este proceso nos habremos equivocado en la definición de los objetivos y con unos objetivos equivocados se andará por un camino equivocado que no nos llevara a cumplir con la misión de la empresa.

Una vez establecidos los objetivos se procede a establecer las estrategias necesarias para el logro de estos, y aquí volvemos al punto anterior. Para desarrollar una estrategia debemos saber en qué medio nos vamos a mover, que condiciones debes enfrentar, a que riesgos no podemos exponer eventualmente y lo más importante, que oportunidades podemos tener y aprovechar al máximo.

Sin el conocimiento profundo de los puntos anteriores difícilmente podremos comprender lo que la empresa debe sortear y buscar, por lo tanto no es posible definir estrategias claras y útiles. De nada nos sirve emprender una acción que lograrla no nos beneficia en nada, al contrario nos significa un consumo de recursos que no generan sino costos adicionales. Esto se comprende muy bien si observamos el comportamiento de los equipos de fútbol, un equipo con excelentes jugadores puede llegar a perder o a ganar solo por la forma en que el técnico disponga los jugadores en el campo, una decisión producto de una estrategia equivocada puede significar que un gran jugador quede anulado. Bien sabemos que jugadores como Claudio Pizarro son productivos de acuerdo a las estrategias de los equipos para los que juegue, es por eso que en el fútbol Alemán tenga un alto rendimiento pero no cuando juega en la selección Peruana en donde el técnico aborda otro tipo de estrategias.

Cuando se tiene los objetivos claros y correctos, y se han identificado las estrategias necesarias y adecuadas, nos ponemos en la tarea de planear, de realizar el plan de trabajo a seguir.

La planeación es el elemento esencial en el desarrollo de esta capitulo. Estamos hablando de la conveniencia de alinear estratégicamente los objetivos, y es a la hora de planear donde no se puede perder de vista este concepto.

Al planear se estructuran todos los objetivos, metas, estrategias y demás actividades a realizar, por tanto se debe procurar el logro de una absoluta coordinación que evite perder el horizonte de la empresa y que evite el uso inadecuado de procesos y recursos.

Toda organización es un conjunto de procesos y etapas en que la una depende de la otra, por ende cualquier inconsistencia puede afectar el producto final. Esto es como las matemáticas, si se equivoca en solo un paso, aunque todo el proceso este correcto el resultado estará mal, y es eso lo que se debe evitar y para eso, existe la planeación, que de la mano con las estrategias allanan el camino para el óptimo desarrollo de las actividades.

Siguiendo con la importancia de la alineación de los objetivos, existe un factor adicional sobre el cual se ha hecho mucho énfasis en este texto y es el factor humano. Cuando hablamos de la importancia de que exista una coordinación entre cada uno de los objetivos, cada una de las metas, procesos y actividades, no significa que es suficiente con esto. Una cosa nunca alcanza la perfección, siempre será posible mejorarla de una u otra forma. Y si nosotros no somos capaces de mejorarla, tenga la seguridad que la competencia si lo hará. De ahí la importancia de tener en cuenta también los objetivos de los empleados, porque si se logra una alineación de estos con los de la empresa se consigue una gran cohesión dentro de esta.

Miremos el caso de una de las empresas más tradicionales de nuestro país, la empresa brinda la posibilidad de que un empleado después de varios años de trabajo, pase a ser accionista de la sociedad, con lo que se logra precisamente que los objetivos de la empresa sean los mismos de sus empleados o en este caso socios. Esto es una estrategia para fortalecer la empresa que sin duda ha surtido efecto y ha logrado mantener la empresa fuerte y con una muy buena imagen y reputación.

Las estrategias no solo se deben tener en cuenta para el desempeño externo de la empresa. Generalmente tendemos a creer que hablar de estrategias es mirar como penetramos en el mercado, como sostenernos en el o como expandirnos en él. Las estrategias se deben proyectar desde adentro, una empresa entra fuerte al mercado cuando es fuerte, no hay otra forma.

A grandes rasgos se pueden identificar áreas de la empresa a las que se le debe prestar especial atención, tales como el mercadeo, la comercialización, la adquisición de materias primas, el servicio al cliente, la financiación y la producción.

Para cada una de estas se deben definir unos objetivos y estrategias claras que conduzcan a cumplir con sus funciones.

No hace falta profundizar sobre el porqué de darle importancia a estos elementos, solo se busca dar una idea general sobre la necesidad de que incluir dentro de los planes de la empresa cada detalle y asegurarnos que nada en la organización va a ser una rueda suelta que en cualquier momento se pude afectarnos una parte del proceso o mucho más que eso.

Las empresas a media que van creciendo, tienden a departamentalizarse y en este proceso existe vulnerabilidad en cuanto a la medida que se atomiza la empresa existe el riesgo de que algo se salga de control o se quede por fuera de los lineamientos generales de la organización. Para evitar esto se requiere previamente la existencia de una estructura organizativa con experiencia y con un amplio conocimiento de la empresa. Así se minimiza el riesgo de cometer errores o de improvisar. Una empresa con una administración madura puede de hecho ya tendrá fijadas una políticas claras, unas estrategias y unos objetivos bien definidos. Esa es la falencia de las pequeñas empresas, que no tienen una administración con el suficiente recorrido que le brinde la habilidad de manejar todas las variables que se deben tener en cuenta a la hora de reestructurar una organización con mira a enfrentar un cambio importante en cuanto a capacidad y alcance en su participación en el mercado.

Existen una gran cantidad de empresas familiares en las que no hay una estructura organizativa definida, donde los mismos dueños son los administradores y los que realizan los procesos internos de la empresa. Y en la medida en que estas empresas comienzan a crecer tienen problemas para adaptarse a las nuevas exigencias de su propio y desarrollo y algunas han fracasado al no poder enfrentar las exigencias de las nuevas condiciones y circunstancia.

Este problema se ve reflejado por la no existencia coherente de unos objetivos, metas, propósitos, que no han sido desarrollados porque carecen de lo básico que debe tener cualquier empresa por pequeña que sea que es la visión.

La razón por lo que en este texto se le da gran importancia a la visión de la empresa es por ser la estrella que la guía durante todo el proceso. Hacia ella deben dirigirse todos los esfuerzos, cada objetivo debe ir encaminado a ella, y para cada situación que se presente o se pueda presentar, se debe diseñar una estrategia para enfrentarla.

Ya habíamos mencionado que las estrategias no solo son para sortear situaciones negativas, como se suele creer. Un caso muy representativo es lo que ha sucedido con la globalización económica, en donde muchas se prepararon para enfrentar los efectos de la internacionalización de le economía y dedicaron valiosos recursos financieros y tiempo con los que a la final apenas pudieron sobrevivir ante la competencia de multinacionales que tenían todos los medios a su favor.

Si las empresas en lugar de esto, se hubieran preparado para aprovechar las oportunidades que la globalización conlleva, seguramente se hubieran posicionado en un mercado nuevo en el que no tendrían ni tantos ni tan fuertes competidores. En conclusión tan importante es prever los aspectos negativos como prever las oportunidades que nos trae el cambio. Y para esto se deben tener unos objetivos más que claros y perfectamente alineados para que a la hora de enfrentar las situaciones adversas o a la hora de aprovechar oportunidades, la empresa salga airosa y triunfante. No podemos en ningún momento perder la vista lo que se quiere y debemos saber con precisión como se debe lograr y en qué momento es preciso actuar con el fin de que el accionar de la empresa sea más efectivo y eficaz.

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