Cronica De Una Muerte Anunciada

REPORTE DE LECTURA

Crónica de una muerte anunciada

Introducción

Este libro trata sobre un joven de veintiún años que es asesinado el día después de la boda Ángela Vicario y Bayardo San Román, el cual descubre que la persona con la que se casó ya no era virgen y decide regresarla a su casa. Sus hermanos hacen que confiese el nombre de la persona que causó su deshonor. Los hermanos buscan a Santiago Nasar para matarlo quien es el responsable de lo ocurrido. Todo el pueblo se entera de esto pero no hacen nada para impedirlo.

Argumento:

Este libro comienza relatando que el día que iban a matar a Santiago el se había levantado muy temprano exactamente a las 5:30 de la mañana ya que iba a llegar un buque en el llegaría el obispo. El siempre soñaba con árboles y esa mañana había sido igual, había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna. La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendrados. Esos sueños eran presagio de lo que iba a ocurrir. Ese día había amanecido con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar los cuales pensó que eran estragos de la parranda de bodas de la noche anterior. El como si nada salió a la calle y las personas que lo vieron recordaban que él había dicho que era un día muy hermoso pero muchas personas no sabían si se refería al estado del tiempo. Algunas coincidían en que era una mañana radiante con una brisa de mar. Pero la mayoría coincidía en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio, y en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto Santiago en su sueño. El día de su muerte él se vistió de blanco por si tenía ocasión de besarle el anillo al obispo, pero su madre, Plácida Linero no mostro interés ya que ella sabía que no se bajaría y solamente echaría una bendición de compromiso, como siempre y se iría porque odiaba ese pueblo. Santiago sabía que era cierto, sin embargo el fue. Ese día el salió por la puerta del frente la cual siempre estaba cerrada y solo se habría en ocasiones festivas por lo que su salida fue rara porque él nunca salía por allí y era por ese lado donde lo esperaban lo hombres que iban a matar. Nadie podía entender todas las coincidencias que había. Al preguntarle a Victoria Guzmán que si sabía que a Santiago lo iban a matar, ella dijo que ni ella ni su hija sabían eso. Pero después de unos años ella admitió que si lo sabía y que se habían enterado gracias a una mujer que pasó después de las cinco a pedir un poco de leche y les había revelado los motivos y el lugar donde lo estaban esperando y no lo previno porque pensó que eran habladas de borracho. También alguien que nunca fue identificado había metido un papel dentro de un sobre por debajo de la puerta, en el cual le avisaban a Santiago que lo estaban esperando para matarlo y muchos otros detalles de la confabulación. Este mensaje estaba en el suelo cuando Santiago salió de la casa pero no lo vio ni él ni nadie más hasta mucho después cuando el crimen fue consumado. El único lugar abierto en la plaza era una tienda de leche a un costado de la iglesia, donde estaban los dos hombres que estaban esperando a Santiago para matarlo y Clotilde Armenta la dueña del negocio fue la primera que lo vio pasar. Los hombres que lo iban a matar se habían quedado dormidos con los cuchillos envueltos en periódico. Esta reprimió el aliento para no despertarlos, pero el instinto los despertó por completo cuando Santiago Salió de su casa y estos rápidamente agarraron los cuchillos en el periódico y empezaron a levantarse. Clotilde exclamo con un murmullo “déjenlo para después, aunque sea por respeto al señor obispo”. Entonces estos reflexionaron y se volvieron a sentar.

En el puerto muchas personas sabían que lo querían matar pero no le previnieron ya que pensaron que era imposible que él no lo supiera.

Luisa Santiaga después de enterare se eso decidió avisarle a la mamá de Santiago lo que le iban hacer a su hijo ya que se encontraba en parentesco con ella (era la madrina de bautizo de Santiago), en su camino ella escucho mucho ruido como si se hubiera hecho de nuevo la fiesta de bodas de la noche anterior. Apresuró el paso en dirección a la plaza pero alguien que iba en dirección contraria se compadeció de su desvarío y le grito al pasar: “no se moleste, ya lo mataron”.

Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos, hija de Poncio Vicario, era orfebre de los pobre, y la vista se le había acabado de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre había sido maestra de escuela hasta

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