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Diez Mentiras De La Cultura Eduardo Galeano


Enviado por   •  7 de Junio de 2013  •  2.267 Palabras (10 Páginas)  •  1.451 Visitas

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RESUMEN ACERCA DE LOS DIEZ ERRORES O MENTIRAS FRECUENTES SOBRE LITERATURA Y CULTURA EN AMÉRICA LATINA, DE EDUARDO GALEANO.

Hablar de literatura, es abrir un sendero al pensamiento. Dentro de las sociedades, la literatura es un medio que va mucho más allá de lo que puede imaginar el ser humano. Ahora bien; cabe preguntarse, ¿sabemos cuándo estamos frente a una obra literaria? A lo largo del tiempo, quienes se atreven, de una u otra forma, a dar afirmaciones generalizadas referente a lo que puede ser o no literatura, nos han hecho un esquema, el cual nos atrevemos a llamar superestructura, sobre lo que ellos consideran que reúne ciertas características para ser llamado literario. Al respecto, Eduardo Galeano, escribe acerca de los Diez errores o mentiras frecuentes sobre literatura y cultura en América Latina. Un trabajo que recoge las opiniones que éste autor tiene para con las afirmaciones de esas diez mentiras relacionadas con América latina.

El primer tópico se refiere a que Hacer literatura consiste en escribir libros; es decir, que, según el concepto que nos proporcionan algunos interesados en que así sea, literatura es todo aquel libro que se publica. No es necesario ir más allá, después de leer los argumentos con los que Galeano defiende y define su postura de que es una de las grandes mentiras referentes a la literatura, pues, existen obras que no son publicadas que son estrictamente literaria. Existen obras que no son creadas para ser publicadas en libros, como bien lo explica Galeano, sino para ser cantadas, o para ser declamadas en otros casos, así como aquellas que son para ser contadas verbalmente. Literatura, según Galeano, es la que recoge el sentimiento de las sociedades, aquella que despierta la mente humana y que cautiva el alma de los seres humanos, es esa la verdadera literatura.

La segunda mentira frecuenta sobre la literatura que Galeano trata en su obra, se denomina “Por cultura se entiende la producción y el consumo de libros y otras obras de arte”; lo cual el autor considera que no es más que una mentira descarada. A lo largo de la historia, el consumismo ha sido un arma con la que el capitalismo ha obtenido grandes ganancias. El consumismo no es un arma que nos hiere físicamente, como un arma de fuego o un arma blanca, pero es mucho pero, puesto que nos destruye internamente, nos hace dependientes, nos hace consumir innecesariamente, debido a que el mejor amigo del consumismo tiene gran poderío sobre la mente de los seres humanos. Tal “amigo” del consumismo son los medios de comunicación masivos, muy particularmente, el televisor, no obstante, no quedan exentos los medios impresos y la radio. Ahora bien, qué hay detrás de todo este aparataje mediático, pues nada más que los intereses del capitalismo, que según Galeano, son quienes manejan las conductas humanas y es allí cuando entra en juego la transculturización, con lo cual, nos hacen adoptar conductas culturales que discrepan de nuestra cultura histórica y que nos hace ser adoradores de una cultura extraña. A través de estas acciones, nos venden como cultura, la producción y consumo, cuando realmente la cultura es aquella que forjan las masas de manera espontanea. La verdadera cultura no se trata de consumir, de compran grandes obras de arte, ni grandes libros, sino de llevar un acervo y una historia intrínseca que nos permita decir que estamos frente a una cultura propia. Galeano no está lejos de la realidad, más bien está estrechamente relacionado con ella. La cultura no es consumo.

La tercera de las diez mentiras o errores sobre la literatura en América latina, se trata de que “La cultura popular reside en las tradiciones típica”. Este punto, tiene mucho que ver con el anterior. A Lo largo del tiempo, la cultura ha sido una herramienta para la dominación de las masas. Las tradiciones, son trabajadas de manera estratégica con las que dominan a los pueblos latinoamericanos. Además de ello, como lo afirma Galeano, “a la par que la cultura dominante distribuye conocimiento - o, mejor dicho, distribuye ignorancia simultáneamente otra cultura, insurgente, va desencadenando la capacidad de comprensión y creación de las vastas mayorías condenadas al silencio. Hacen creer, los interesados, que lo típico forma parte de la cultura, con lo cual buscan cercenar la capacidad creadora de las masas populares, pues impiden la creación espontánea de las sociedades, y la participación en la que a cultura se refiere. En definitiva, Galeano afirma que la cultura popular no consiste solamente en las tradiciones típicas.

Galeano, expone como cuarto argumento, sobre la premisa de que “El escritor cumple una misión civilizadora”. Ante esto, cabe preguntarse ¿es realmente civilizador es trabajo de un escritor? Para quienes manejan los medios impresos, entrando en tal categoría los libros publicados, manejan la información a su antojo. Galeano afirma que civilizar no se trata de hacer creer que lo que se lee es toda una gran verdad acerca de un tema determinado. Leer un ensayo acerca de cualquier tema, producido por un personaje pro-capitalismo, no es leer la expresión civilizadora en cuestión, debido a que, evidentemente, esa argumentación sufrirá de sesgo, ya que se defienden allí intereses particulares y colectivos (de unos pocos, por cierto) que buscan realmente des-civilizar las sociedades.En su mayoría, los países latinoamericanos están lejos de una sociedad en que la creación deje de ser un privilegio para constituir un derecho colectivo. Galeano lo describe como “Una necesidad de todos, pero un lujo de pocos”. Los escritores, dice, provienen de una minoría y escriben para ella, aunque los anime la intención y la esperanza de comunicarse con todos los demás. Evidentemente, asegurar que los escritores cumplen una función civilizadora, estamos frente a una mentira, puesto que quienes manejan lo que llaman cultura civilizadora, son los de la sociedad burguesa, y ellos son quienes dominan. No hay entonces una oportunidad para quienes, desde las masas pretenden expresarse.

Continúa Galeano con el punto número cinco: “Una verdadera democracia, es la que garantiza libertad de expresión a los escritores y artistas”. Una y otra vez se ha visto, a lo largo de los siglos, que la democracia es uno de los temas más controversiales que se han planteado en toda sociedad. Decir que la democracia garantiza la libertad, dice Galeano, es realmente hilarante; la democracia es manejada por pocos. No se puede decir que un escritor puede expresarse de cualquier manera a través de sus libros, ni tampoco a través de una obra de arte. Los pobres, no tienen acceso a la literatura. Los pobres en América latina, han sido, a lo largo de la historia, víctimas del sistema. Los precios de los textos supuestamente democratizados, son inaccesibles para los pobres. Están a la

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