ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El hombre que Calculaba Cap. 1-3


Enviado por   •  25 de Marzo de 2017  •  Resúmenes  •  757 Palabras (4 Páginas)  •  393 Visitas

Página 1 de 4

EL HOMBRE QUE CALCULABA

 (Malba Tahan)

Capítulo I

Un hombre viajaba a paso lento sobre su camello por la ruta de Bagdad de vuelta de una excursión, cuando vio a un viajero que parecía descansar.  El hombre se disponía a seguir su camino, cuando sorpresivamente, vio que el viajero se levanta y decía: -un millón cuatrocientos veintitrés mil setecientos cuarenta y cinco...

El viajero se sentó en seguida y quedó en silencio, el hombre se detuvo a cierta distancia y se quedó observando, momentos después el viajero se levantó de nuevo, y con voz pausada y clara, canto otro número fabuloso, y así varias veces, el raro viajero repetía la misma acción una y otra vez.

El hombre sin poder frenar se acercó al desconocido y, después de saludarlo, le pregunto el significado de aquellos números.

-Forastero, respondió el hombre que calculaba, voy a atender a tus deseos. Pero para ello antes debo contarte mi vida.

Y relato lo siguiente:

Capítulo II

-Me llamo Beremiz Samir, y nací en una pequeña aldea, en Persia. Siendo aún muy joven empecé a trabajar como pastor al servicio de un rico señor de Khamat.

-Todos los días al amanecer, llevaba al rebaño a los campos y me veía obligado a devolverlos antes del anochecer. Por miedo a perder alguna oveja y ser castigado severamente por tal negligencia, las contaba varias veces al día.

-Así fui adquiriendo poco a poco tal habilidad para contar, a veces de una ojeada todo el rebaño. No contento con eso pase luego a contar las bandadas de pájaros que volaban por el cielo.

-Poco a poco fui volviéndome habilísimo en este arte. Mi generoso amo poseía, grandes plantaciones de datileras, e informado de mis habilidades matemáticas, me encargo dirigir la venta de sus frutos. Trabaje así cerca de diez años. Contento con las ganancias, mi bondadoso patrón acaba de darme un reposo de cuatro meses y ahora voy a Bagdad. Y para no perder el tiempo, me ejército durante el viaje contando los árboles, las flores y los pájaros.

Y señalándole al hombre una vieja higuera que se erguía a poca distancia prosiguió:

-Aquel árbol, por ejemplo, tiene un total de noventa y ocho mil quinientas cuarenta y ocho hojas.

El hombre maravillado a continuación le comento que su habilidad podía procurarle inmensas riquezas.

Beremiz se asombró incrédulo, ya que jamás se le había ocurrido pensar que contando se pudiera ganar dinero. El hombre le conto acerca de los inmensos casos en los que su habilidad podía emplearse, convenciéndolo, así, de que viajara a Bagdad.

Y sin más preámbulos Beremiz se acomodó como pudo en el camello del hombre y se pusieron a andar rumbo a la ciudad. A partir de ahí el hombre y Beremiz se hicieron amigos inseparables.

Beremiz era un hombre muy joven, alegre y comunicativo, que estaba dotado de una inteligencia extraordinaria y de notables aptitudes para los números, a veces formulaba sobre los acontecimientos más triviales de la vida.

Capítulo III

Después de pocas horas que llevaban viajando, vieron a tres hombres que discutían junto a un hato de camellos. Beremiz procuro saber el motivo de la discusión.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.5 Kb)   pdf (36.8 Kb)   docx (11.6 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com