El león y el ratón

El león y el ratón

Narrador: (Música alegre de fondo) Había una vez, un pequeño ratoncito de la jungla que se llamaba Chao Pérez, pero los demás animalitos amigos de Chao lo llamaban “El pequeño Pérez”.

Chao era un ratoncito muy bueno. Todas las mañanas salía a pasear por entre las hierbas. Era amigable, trabajador y muy confiado; él a diferencia de los demás ratoncitos, no sentía miedo de que le hiciera algo malo el “¡gran león!” llamado Lío; constantemente expresaba:

Chao: El miedo sólo le evita a los seres a hacer cosas, el miedo imposibilita para actuar, para pensar, para dormir, para salir a jugar y no permite que hagamos muchas otras cosas. ¡NOOO, no debo tener miedo! Soy fuerte y muy valiente.

Narrador: Chao vivía con su familia en un agujerito de un árbol que estaba en un lugar muy cercano de donde vivía Lío el león. El agujero no era muy grande pero era muy cómodo, y allí no les faltaba nada.

Chao: Me encanta salir a conocer y a jugar bajo las enormes ramas de los árboles. Cada día aprendo algo nuevo. Jugar me ayuda a crecer sano, aprender me ayuda a ser más inteligente, trabajar me ayuda a tener comida y cosas en el agujero donde vivo.

(Sale de escena) (Música de miedo) (Entra Lío)

Lío: Me encanta comer y descansar. Cuando como, lo más sabroso son los ratones que viven por aquí. ¿Han visto alguno? Porque otro más me sirve de rica botana para mi estomago. (Música de miedo) (Se acuesta)

Narrador: Lío era un león muy malo. Todos en la selva le temían. Tan solo con un rugido era capaz de ahuyentar a todos los animales que se encontraban cerca de él. (Música de fondo) Durante mucho tiempo la jungla se veía amenazada por Lío.

Un día, después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol. Se estaba quedando dormido… empezó a roncar…entre su sueño pensaba solo en comer…

Lío: (Soñando) ¡Hooooo! Creo que he visto un delicioso alimento pasar. No, no se me fue…hay nooo…

Narrador: Chao el ratón se atrevió a salir de su madriguera y se puso a trabajar a su alrededor. De pronto, una de sus herramientas de trabajo voló y cayó en la melena de Lío, con tan mala suerte que lo despertó.

Chao: Hola amigo, ¿cómo te llamas? Disculpa que te moleste, pero una de mis herramientas cayó en tu melena y decidí bajarla con mucho cuidado para no despertarte pero….

Lío: ¡NNNooo! Creo que me agradas mas de alimento que de amigo. ¡No soy tu amigo ni lo quiero ser…!

Narrador: Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:

Lío: ¡RRRrrrraaaaaaauuuuuu! ¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a comerte para que aprendas la lección!

Narrador: El ratón, que

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