Equidad De Genero

LA EQUIDAD DE GÉNERO A TRAVÉS DEL TIEMPO

La búsqueda de la igualdad, en todo sentido, entre hombres y mujeres se ha venido dando desde hace mucho tiempo, iniciando con la primera mujer profesionalmente intelectual Christine de Pisan, quien vivió entre los siglos XIV y XV, y que paso su vida en la corte del rey Carlos V de Francia y cuya obra principal trata de refutar las críticas que los hombres estudiosos de esa época habían hecho contra las mujeres.

En toda la historia nunca se ha encontrado una prueba que estipule que las mujeres son menos que los hombres:

No existe ley ni tratado que les otorgue el derecho de pecar más que las mujeres ni que estipule que los defectos masculinos son más disculpables. En realidad ellos se van cargando de tanta autoridad moral que se atribuyen el derecho de acusar a las mujeres de los peores defectos y crímenes, sin saber nunca comprender o disculparlas. (...) Así, el hombre siempre tiene el derecho a su favor porque pleitea representando a ambas partes (de Pisan, 1404,p.22).

El error de la sociedad es criticar a las personas según su raza, sexo, creencia religiosa, etc. sin darse cuenta que de esta manera dañamos más a nuestras ciudades, infestándolas de estereotipos de “machismo y feminismo”.

1.2 Evolución de la equidad de género

Desde las sociedades más antiguas se ha dejado a la mujer de lado, sin saber que el rol que cumplen es de gran importancia en la vida de cada ser humano. Por otra parte, en culturas como la Mochica, en el Perú, se le dio a la mujer el rol de gobernante, demostrando así, que las mujeres también pueden cubrir los roles del hombre.

Por ejemplo, hace diez o incluso cinco años (hemos atravesado una época muy obstinada en materia sexual) se han escrito abundantes novelas y comedias cuyos autores criticaban furiosamente a las mujeres (particularmente en los Estados Unidos, pero también en Inglaterra), retratándolas como bravuconas y traidoras, pero, sobre todo, como zapadoras que segaban la hierba bajo los pies. Sin embargo, en escritores masculinos, estas actitudes solían admitirse y aceptarse como bases filosóficas sólidas y normales, y en ningún caso como reacciones propias de individuos agresivos o neuróticos o misóginos. Desde luego que todo sigue igual, pero, aun así, alguna mejora se advierte (Lessing, 1972, p.4).

1.2.1.La equidad de género en la sociedad antigua

Antiguamente la mujer era degrada constantemente por no poder hacer lo mismo que los hombres, ya que se pensaba que incluso, en la antigua Grecia, que la mujer era la reencarnación del mal.

Los estándares sociales de evaluación de la mujer en las diferentes épocas de la antigüedad varían en gran medida oscilando entre la negligencia y la desmesura, privados de cualquier estado de moderación. La mujer, en primer lugar, era vista como una criatura de baja categoría, imperfecta. Por lo tanto se la juzgaba como un demonio que inspiraba el pecado y el mal. Luego, se la calificó como la señora de la sociedad que poseía el control absoluto sobre todo. Y después se la consideró como un trabajador que debía ser ejercer todos sus esfuerzos para salvar su vida. (Gonzales, 2011,p.3).

Las funciones de las mujeres han cambiado enormemente, Las funciones sociales tradicionales de las mujeres de la clase media consistían en las tareas domésticas, ya que la necesidad económica las ha obligado durante mucho tiempo a buscar un empleo fuera de casa, aunque las ocupaciones en que se empleaban tradicionalmente las mujeres de clase obrera eran inferiores en prestigio y salario que aquellas que llevaban a cabo los varones. Eventualmente, el liberar a las mujeres de la necesidad de un trabajo remunerado se convirtió en una señal de riqueza y prestigio familiar, mientras que la presencia de mujeres trabajadoras en una casa denotaba a una familia de clase inferior.

En la actualidad todo es totalmente distinto, las mujeres ahora trabajan como los hombres, aunque su trabajo no es equitativamente remunerado, las mujeres han logrado muchas cosas a través de su lucha constante contra la discriminación por género a través del tiempo.

La Convención sobre los derechos políticos de la mujer fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución 640 (VII), de 20 de diciembre de 1952 y entró en vigencia el 7 de julio de 1954, basándose en el Artículo 21 de la Declaración de Derechos Humanos y explicitando el derecho de las mujeres al voto y su acceso a cargos públicos. En su Artículo I, la convención dispone:

Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna. (Convención sobre los derechos políticos de la mujer, 1954)

1.2.1.La equidad de género en la sociedad actual

Actualmente la equidad de género está logrando alcanzar su punto central, la igualdad entre hombres y mujeres ya está casi dada alrededor de todo el mundo. Hoy en día podemos ver mujeres trabajando en talleres mecánicos, en las minas, hasta incluso en las fuerzas armadas, lo que era un imposible en la sociedad antigua.

En las últimas décadas, los fuertes cambios sociales, económicos, científico - técnicos han ejercido su impacto en la cultura universal, con su expresión particular en los contextos socio históricos específicos. Ello se aprecia también en las representaciones acerca de los roles de género afectando, por consiguiente, la naturaleza del encuentro hombre - mujer.

Lo cierto es que hoy en día estas nociones y prácticas - en calma durante milenios - comienzan a desestabilizarse, a traernos no pocas complicaciones como maneras diferentes de entender lo femenino, lo masculino, lo privado y lo público. Estamos pues ante un fenómeno dinámico donde entran en colisión puntos de cambio y de permanencia, tanto en el plano de la cultura, de la subjetividad social como de la subjetividad individual.

El movimiento feminista ha influido considerablemente en el desarrollo de los derechos de la mujer con respecto al acceso al trabajo, a la educación, al sufragio en una larga lucha por reivindicarla de su marginación. (Ngozi, 2007,p.32)

Exclusión social

La exclusión significa que hay grupos que tienen limitado el disfrute de las oportunidades económicas, sociales, culturales y políticas existentes en la sociedad (ONU, 1998), afecta a grupos culturalmente definidos y se encuentra

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