Justicia E Igualdad

Introducción

El papel que juegan el Estado y el mercado en la teoría económica ha sido el centro del debate sobre todo en las últimas décadas y la justicia no ha sido ajena a dicha discusión. El presente trabajo intenta ofrecer una panorámica muy general de la intervención del Estado en la economía y los posibles mecanismos de mercado en la justicia colombiana. Se pretende sobre todo, resaltar los supuestos más importantes para que siga existiendo una intervención efectiva por parte del Estado en la justicia así como también las ideas que apoyan e informan las proposiciones teóricas en que se fundamenta al mercado como un efectivo asignado de los recursos.

En orden de tratar de conseguir el objetivo propuesto, este análisis comienza por mencionar algunas de las funciones principales que tiene el Estado para dirigir la economía. En el siguiente apartado explica, en primer lugar, qué es o qué se entiende por mercado intentando exponer algunos rasgos distintivos del mismo y sus posibles implicaciones para el caso de la justicia. A continuación se desarrollan las ideas de intervención del Estado en el mercado con sus diferentes mecanismos. Finalmente, se intentan mostrar los elementos constitutivos de los mercados, la eficiencia y el interés público que existe en un sector como el de justicia, caracterizando lo que es un bien público y sus respectivas interrelaciones.

La mayor igualdad entre hombres y mujeres, que puede observarse en la creciente participación de las mujeres en diferentes escenarios –laboral, político, doméstico, académico, cultural- no siempre se acompaña de cambios ideológicos que hagan posible la independencia y autonomía de las mujeres, ni de transformaciones estructurales que sostengan nuevos modelos de relaciones de género.

El reto que ha asumido la sociedad española y andaluza de hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres se ve obstaculizado por la fuerza de los modelos culturales de género dominantes.

Ello supone que los avances en los modelos de relaciones entre hombres y mujeres se viven con tensión o malestar por el desafío que entrañan a las relaciones de poder que llevan aparejados.

El ritmo acelerado de las transformaciones políticas, sociales y económicas en la sociedad española ha provocado, además, una importante brecha generacional donde conviven modelos muy diversos y distantes de relaciones de género. La mayor formación e independencia económica de las mujeres más jóvenes no sólo ha propiciado el cambio en sus formas de vida, intereses y aspiraciones, sino que obliga a cambios en el modelo de masculinidad construido en relación a mujeres que ya no existen.

En consecuencia se hace necesario redefinir los papeles sociales de hombres y mujeres en El marco de las relaciones entre iguales. La Consejería de Educación, consciente de esta realidad y de la importancia que tiene la actuación desde las políticas públicas para que el principio de igualdad entre hombres y mujeres, consagrado en nuestra Constitución y en el Estatuto de Autonomía para Andalucía sea una realidad, ha venido tomando medidas para propiciar, desde su Ámbito de competencias, el desarrollo integral de alumnos y alumnas en igualdad, superando el peso de la tradición y los prejuicios.

En estos momentos, teniendo en cuenta los resultados de las medidas desarrolladas y la necesidad urgente de hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad andaluza se precisa una intervención global en el marco educativo a través de este I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación.

Justicia

La justicia como un valor al que aspira todo ser humano es indispensable para la convivencia entre las personas. El actuar como justicia significa la realización de conductas encaminadas a devolver lo que no te pertenece, o llevar a cabo conductas éticas que evitan el abuso hacia otra persona por razón de condición social o económica. Implica que ejercites tu criterio para distinguir las cosas correctas de las incorrectas. Es una acción de honestidad, porque los hombres y las mujeres los consideran justos no hacen trampas, no mienten, no delinquen y respetan normas morales y jurídicas.

Las reglas que se consideran en el concepto de justicia se fundamentan en dos puntos de vista: uno es ser cultural y el otro formal.

Desde el punto de vista cultural, se dice que estas reglas se basan en lo que la mayoría de los individuos de una sociedad considera como correcto e incorrecto

Desde el punto de vista formal, se dice que estas reglas se establecen mediante disposiciones escritas que son aplicadas por las autoridades respectivas, las cuales valoran las acciones de las personas y las comparan con lo establecido en las leyes y los reglamentos jurídicos. Así evitan los conflictos entre los individuos y las instituciones.

Esto se refiere la acción del gobierno para resolver una situación que atenta contra el bienestar colectivo. No bastan que los ciudadanos actúen.

También la justicia, es uno de los valores que fundamentan la democracia, es un valor específicamente humano que, a través de la emisión de normas, reglamentos y leyes, regula las acciones sociales con la intención de que cada quien tenga lo que le corresponde.

Una actitud justa no solo debe reflejarse en la aplicación de las leyes, si no en el trato cotidiano con nuestra familia, en nuestros asuntos personales, sociales o cívicos; para ello es muy importante que mediante la reflexión, el análisis y la consideración nos esforcemos por encontrar la manera de determinar que es lo que le corresponde, necesita o merece cada cual, de acuerdo con sus derechos o su razón.

Aun cuando justicia y equidad son valores con ciertas diferencias, actuar con justicia también implica ser equitativo, ya que para ser justo se debe tomar siempre en cuenta que nadie esta por encima de la ley y que las leyes no se deben cambiar o modificar para favorecer a una u otra persona por su sexo, creencia religiosa o posición social.

Conducirse con la justicia significa respetar en todo momento la dignidad e integridad personales, lo que nos lleva a actuar con rectitud, honestidad y conciencia respeto a los demás.

Estos tres valores no dependen de lo que decida cada persona; por ello es necesario que estén protegidos y vigilados por regles, normas, leyes, instituciones y personas que las apliquen, y que también estén presentes en la familia, la escuela y en todos los grupos sociales en los cuales nos desenvolvemos.

En la actualidad podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la justicia social es una de los principales retos que debemos

...