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La Realidad Onirica Desde Hamlet Y La Vida Es Sueño


Enviado por   •  10 de Agosto de 2014  •  820 Palabras (4 Páginas)  •  240 Visitas

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La realidad onírica

Preguntarse por la realidad hace parte de la vida humana. Cada vez que leemos un libro, que tenemos un sueño, que visualizamos el futuro, estamos alternándonos en distintas realidades, existimos en cada una de ellas, las experimentamos como verdaderas, las sentimos iguales y al mismo tiempo diferente, todo esto nos lleva a preguntarnos ¿podemos hablar de realidad?, y ¿si al modo del Morel de Bioy Casares somos unos seres botados a existir en un mundo de proyecciones?

Un punto en común de la mayoría de críticos de Shakespeare es la idea de que el autor anglosajón fue uno, si no el primero, en dar paso a la concepción moderna del hombre. En obras como “Otelo” o “Hamlet” vemos una reforma del ideario de héroe, los protagonistas de la obra son ambiguos y chocan de cara con la “realidad” de la naturaleza humana, un hombre imperfecto, errático, humano al fin.

Hamlet es uno de los personajes más reconocidos de la obra de Shakespeare, ¿por qué?, es posible que sea una de las figuras en la literatura universal que haya tenido que afrontar uno de los más problemáticos dilemas morales y en consecuencia haya tenido que entender la realidad acorde a ese problema.

Quizás entre él y Segismundo existan muchas diferencias, y sea más claro el problema que nos atañe en el segundo, pero en cierto sentido Hamlet encontró tanto la levedad del existir como la pesadez, es de esta ambivalencia que sale una de las frases más reconocidas y trilladas como lo es el “ser o no ser”. La realidad de Hamlet se vio trastocada al saber que su tío y padrastro fue el culpable del asesinato de su padre, el amor por Ophelia parecía ser apenas una excusa ante su aparente locura, y es que la disputa que existe entre verdad y mentira en “Hamlet”, que se da a partir del asesinato del rey, es la base de toda la obra. Shakespeare juega con la confusión y el caos que hacen parte de la realidad humana, de la naturaleza del ser, y el protagonista al darse cuenta de ello ve necesario la desaparición, la extinción de esa llama vulgar que algunos osan llamar vida.

Podríamos decir que el motor que hace posible el desarrollo de la obra en “Hamlet” es la confrontación que existe entre el ser consciente y su naturaleza, el hombre que se ha dado cuenta de su realidad inservible, ambigua, caótica es un hombre que no le encuentra sentido al ser sintiente y que se debate entre el ser y no ser, entre dormir y desaparecer o vivir y perecer conforme pase el tiempo.

Pedro Calderón de la Barca es la figura diametralmente opuesta, junto a Cervantes, de Shakespeare en la cultura latina. En su libro “La vida es sueño” hace una reflexión bastante profunda sobre el verdadero significado de la vida y de cómo el hombre no puede estar del todo seguro si su realidad es inequívoca e igual a la de los otros. La construcción en verso del texto hace que el acceso al contenido literario sea difícil pero al leer con cuidado se pueden rescatar leves rasgos de lo que en la antigua Grecia fue el escepticismo, corriente de pensamiento que dudaba sobre la unidad de la realidad y daba cabida a una serie de interpretaciones.

Segismundo es enviado a una torre donde se le hace prisionero, tras avisarle a su padre los oráculos del reino que algún día su primogénito le traería una desgracia inmensa. Segismundo crece en la confusión, entre la “realidad” y el sueño, sus pequeñas ojeadas a la existencia omnisciente son destruidas por Clotaldo y Basilio.

Realmente lo que es en realidad la historia no es tan importante como si lo son las reflexiones sobre los sueños y las diferentes realidades de Segismundo. Calderón de la Barca logro comprender a un nivel extraordinario lo que lo onírico es para el hombre, como dijimos al principio de este texto no podemos definir una realidad verdadera, nosotros nos movemos en diferentes dimensiones, que tanto como reales son ambiguas y confusas, que tanto como sinceras son mentirosas y traicioneras, que tanto como silenciosas son ruidosas y estruendosas.

El ir y venir en el que el hombre se encuentra, la oscilación de su existencia es lo que hace que Segismundo dude de la verdad y la mentira, de lo real y lo ilusorio. El hombre se debate en muchas existencias, en la corpórea y la onírica, en el pasado, presente y futuro, el hombre fue, es y ha sido y se construye a partir de ello. Calderón de la Barca fue un visionario, describió lo que todo niño siente y olvida al crecer, Segismundo dice: “La vida es sueño y los sueños sueños son” hay que pensarse dos veces el significado de estar, de existir, de vivir, ya que lo que es el vivir empieza al entrar en un conflicto interminable con la realidad.

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