Las Confesiones De San Agustín Libros 1-4

Las Confesiones por San Agustín

Libro 1

El primer libro de las Confesiones se dedica principalmente a un análisis de la vida de San Agustín cuando era niño, desde su infancia (que él no puede recordar y debe reconstruir) a través de sus días como un colegial en Tagaste (en el este de Argelia). Agustín comienza cada libro con una oración de alabanza a Dios, pero en este libro particular le dedica una extensa invocación.

Agustín trata de reconstruir su infancia, el cual menciona varias veces que no recuerda, observando a otros infantes y viendo lo que el describe como un estado bastante miserable. El pequeño Agustín hizo demandas con todo el mundo, dio las gracias a nadie, y se vengó de sus guardianes, con su llanto desagradable como cualquier otro infante. El considera que aun a esta temprana edad fue pecador pero se libera de responsabilidad ya que no recuerda nada de este periodo de su vida. Nacido de una madre devota católica (Mónica) y de un padre pagano (Patrick). El bautismo de Agustín no se complete hasta una mayor edad. Esto era una práctica común en el cual la intención es dejar la limpieza del pecado hasta después de los peligros de la juventud y así obtener el máximo provecho del ritual cuando sea finalmente realizado.

El empieza a recontar lo poco que recuerda de su infancia, lo primero que recuerda es aprender a comunicarse mediante el lenguaje, que en su caso era el latín del norte del antigua África romana. Menciona lo desagradable que fue la forma y el uso que le dan el lenguaje ya que le enseñaron a leer y escribir por razones corruptas tales como el honor y riqueza futura. Él se refiere a este lenguaje llamativo de la oratoria pública (que hace énfasis en la forma sobre el contenido) como "locuacidad". Durante todo el sistema escolar se concentró en "locuras", pero castigando a los estudiantes por los juegos juveniles con el fin de capacitarlos para los adultos igualmente equivocados. Agustín les da crédito a sus maestros sólo por darle las herramientas más básicas de buena lectura y la escritura, lo que él considera su "educación primaria". El resto de su educación el describe como tradición humana al contrario a verdad y moralidad.

El admite que fue pecador aun con sentido de ser y fue un niño egoísta. El menciona que engañaba a sus pedagogos, maestros, y sus padres con mentiras solo por jugar y ver espectáculos para luego imitarlos.

Libro 2

Agustín entra en lo que parece considerar el período más espeluznante y pecaminoso de su vida, su adolescencia. Luego de terminar la escuela primaria, Agustín se preparó para irse a Cartago para seguir sus estudios. Su padre logra recoger fondos para esto y Agustín lo felicita por tratar de educar a su hijo pero aun así se da cuenta que es solo por costumbre y no por querer a su hijo. Su madre católica le advierte en contra de la fornicación pero a esa edad era algo el cual no le prestaba atención solo porque era su madre el cual se lo decía. Luego el considera participar de un robo en el viñedo de peras del vecino pero sin motivo razonable. Su motivo

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