RESUMEN DE GRUÑON

Hace muchísimos años, en el período Glacial, había unos cavernícolas que se reían de uno de sus miembros porque era muy feo. Ese pobre cavernícola, que se llamaba Gruñón (porque siempre gruñía) y se marchó a vivir solo en una caverna porque no los aguantaba.

Un día se encontró a un mamut muy feliz durmiendo y le parecía injusto que el mamut tuviera la vida tan fácil, por eso, Gruñón cada día le gastaba muchas bromas (a veces violentas) y el mamut le perseguía. Además de hacer bromas, el cavernícola se dedicaba a inventar y hacer cosas extraordinarias como una escalera, nadar sobre el agua, cocer huevos, un trineo, un tambor y hasta unos zapatos.

Pero un día, el mamut estaba durmiendo dentro de una cueva y Gruñón se inventó un plan terrible: ir a la falda de la colina donde había una roca gigantesca encima de la entrada de la cueva. Habría que cavar un poco; la roca se vendría abajo tapando la entrada y el mamut quedaría atrapado. El cavernícola empezó a trabajar y cuando iba a empujar la roca, notó un golpecito en el hombro. Era el mamut. Gruñón, asustado, se metió corriendo en la cueva. En ese momento la roca se desprendió con gran estrépito y la entrada de la cueva quedó taponada. El cavernícola estaba muy asustado y estaba buscando otra salida, pero su mano tropezó con algo. Se detuvo y otra vez su mano tropezó con algo cálido y suave que se movía con lentitud: no estaba solo en la cueva. Entonces se dio cuenta de que el ruido que hacía el ser vivo era el mismo ruido que escuchaba cuando no podía dormir por las noches. Gruñón se percató de que se trataba de una fiera.

A continuación, el mamut, que hacía rato estaba cavando para sacar a Gruñón, consiguió arrancar parte de la roca de la puerta y un rayo de sol penetró la cueva. Gracias a la luz que iluminaba la cueva, Gruñón vio que se trataba de un tigre y cada vez éste se acercaba más a él. El cavernícola reaccionó y se fijó que el tigre tenía tres colmillos. El animal lo miró y parecía suplicarle algo. Gruñón le quitó el hueso pequeño clavado que hacía de colmillo y el tigre se le tiró encima con la intención de lamerle.

Al final, el mamut consiguió sacar la roca y tanto Gruñón como el tigre pudieron salir. Cuando los cavernícolas miraban a Gruñón, él presumía de su tigre acariciándolo. Gracias a esta valentía, Gruñón consiguió que sus compañeros no se burlasen más de él

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